La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, ha reivindicado la visión de la Comunidad foral como «espacio abierto y de pensamiento» en contraposición al «enfrentamiento interno» y «la dicotomía de unas políticas de identidad frente a otras».
Así se ha pronunciado durante el acto de entrega del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2021, que se ha desarrollado en el convento de los Franciscanos de Olite, a la compositora Teresa Catalán, a la que ha definido como una «rebelde comprometida que reflexiona sobre la identidad colectiva frente al vacío, que enseña a aprender y pensar, y que promulga un feminismo inteligente».
En su intervención, Chivite ha recordado el 600 aniversario del nacimiento de Carlos de Viana, «un apasionado de la cultura y del arte» cuya «fama de pensador transcendió más allá de su época». «El primer Príncipe de Viana nos dejó el mensaje de que Navarra era y es un espacio para las artes y el pensamiento», ha destacado.
Chivite ha afirmado que «la historia de Navarra es también la historia de las artes, el pensamiento y de las universidades, y como tal la historia de una Navarra que miraba al exterior, para nada encerrada en sí misma». La presidenta ha reivindicación esa visión de Navarra como «espacio abierto y de pensamiento» para la actualidad. «En plena era de la innovación, la disrupción y de reformulación, desde Navarra debemos abrir nuestras mentes y fortalecer el conocimiento y la inteligencia colectivas» pensando en las próximas generaciones, ha apostado.
Asimismo, ha apelado a «aprender de la historia que Navarra como bien común, como espacio colectivo» y ha subrayado que «será fuerte a través de su unión, mediante el uso de la tolerancia y de la concordia, nunca mediante el enfrentamiento interno y de la dicotomía de unas políticas de identidad frente a otras». Por ello, ha remarcado que «debemos todos y todas reconocernos en nuestra Navarra diversa, plural, mestiza pero, sobre todo, viva».
María Chivite ha afirmado que el premio Príncipe de Viana no es un galardón «aristocrático ni en el pasado» sino «un premio a la vida, a la sociedad actual navarra». Y ha abogado por «desprendernos de corsés canónicos y de sus jueces que etiquetan qué es cultura y qué no lo es. «La cultura es creatividad que se produce en cada sociedad, es dinámica y mira al futuro, es un producto sobre nuestros modos de vida, toma raíces en derechos fundamentales del ser humano y en sus sistemas de valores» y es «una expresión de los que fuimos pero fundamentalmente de lo que somos y seremos», ha remarcado.
«Necesitamos quizás más especialmente que nunca que la cultura nos ilumine y nos haga personas» por eso, ha dicho, el Gobierno de Navarra impulsa el premio Príncipe de Viana de la Cultura «para celebrar que convivimos juntos, que somos diferentes y que el arte nos ayudará a entender nuestro entorno y quiénes somos».
Un galardón con el que se reconoce este año la trayectoria de Teresa Catalán en el ejercicio de la creación, el estudio, la investigación, la promoción y el fomento de la actividad cultural. Una compositora, ha destacado Chivite, «de renombre internacional, autora de más de 70 obras de todos los géneros», que «fue la primera catedrática de composición que ha habido en España y es autora de varios tratados fundamentales de teoría musical moderna» y «referente en el mundo musical en el que ha conjugado la docencia con la investigación».
«En estos tiempos líquidos, veloces, en los que el consumismo y la cultura del usar y tirar se impone, nos faltan referentes sólidos en los que interpretar nuestra existencia. Teresa Catalán cumple el papel de los intelectuales: iluminar desde la crítica comprensiva a una sociedad que nunca para de buscar respuestas, nos alerta de los peligros de confundir la información con el conocimiento, la cultura con el entretenimiento, y subraya que la identidad y el compromiso a las respuestas a las grandes preguntas siempre han estado y estarán reñidas con la comodidad y la autocomplacencia», ha recalcado Chivite.
Igualmente ha compartido con Catalán «visiones positivas sobre la juventud y la necesidad de emplearnos a fondo en la educación de nuestros jóvenes» para «forjar generaciones con capacidad de análisis y de crítica». «Asumo y celebro la idea de que los reconocimientos y los cargos no deben servir sino para redoblar el esfuerzo, el trabajo, la ética y la honestidad», ha manifestado.
De la galardonada ha resaltado, además de su actividad como compositora, otras facetas que ha desarrollado como la docencia, la interpretación, la pedagogía musical, la difusión y la excelsa agitación cultural; todo ello sin renunciar a su condición de mujer y de madre». «La creación es siempre una actividad laboriosa, e incluso dolorosa, y compatibilizarla con la maternidad resulta un reto difícil de superar», ha valorado.
Y ha esperado que el galardón sirva a la compositora para «continuar tu camino con bríos renovados, que nos sigas iluminando con tu trabajo, no hace falta que renuncies al éxito para ser más libre, te queremos así», ha concluido.