La filóloga Amparo Alba Cecilia, especialista en literatura hebrea medieval, ingresará este domingo 20 de junio en la Real Academia de Historia para cubrir la vacante de la medalla número 17 producida por el fallecimiento de don José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano.
Su candidatura fue presentada por los académicos Fernando Díaz Esteban, María Jesús Viguera Molins y Luis Agustín García Moreno y fue elegida el 25 de octubre de 2019.
El discurso que leerá lleva por título ‘Hebraísmo y hebraístas en la Real Academia de la Historia: trabajos publicados en su boletín sobre historia, sociedad y cultura judía (1877-2020) y, en nombre de la corporación será contestada por María Jesús Viguera Molins.
Previo al acto de ingreso, Alba ha asegurado en una entrevista que, pese a aumentar el número de mujeres en la institución, si su admisión hubiera sido por «discriminación positiva» la habría rechazado.
«La Real Academia de la Historia está andando con los tiempos, pero lo que no creo es que haya que elegir a alguien por el hecho de ser mujer. Si lo hubieran hecho por eso, va en contra de mis principios. Yo lo que quiero pensar es que me han escogido por cariño y por que han visto en mí algún mérito. La discriminación positiva no la veo», ha asegurado.
Aunque pide no «examinar las cosas fuera de su contexto», en relación a un supuesto machismo de estas instituciones, ha recordado que en la Real Academia de la Historia «van entrando cada vez más mujeres». «Yo ya soy muy mayor y vengo de una familia humilde y no he notado en ningún momento de mi carrera discriminación», ha apuntado.
Experta en temas hebraicos, Alba ha lamentado que en el conflicto palestino-israelí «se esté poniendo siempre el objetivo en el mismo sitio», recordando que Israel es «un estado democrático». «A mí no me parece que desde los medios de comunicación se esté dando una visión igualada del conflicto», ha lamentado.
«No digo que Israel no tenga culpa, porque los políticos son responsables de la política militar que desarrollan, pero se pone siempre el punto de mira en un determinado lugar», ha señalado la filóloga hebraica.
Alba ha reconocido que es «una lástima que este problema no se solucione por falta de voluntad», pero entiende que «hay muchos intereses y fuerzas que no quieren que aquello se lleve». «No hay un solo culpable y desde fuera parece que unos son buenos, los pobres, y los malos son los otros», ha indicado.
«Es verdad que el que tiene más poder tiene que ejercer más justicia y generosidad. Pero cuando he estado en Israel, la población árabe israelí está asimilada y tiene sus grupos políticos o votan en el Parlamento», ha señalado la filóloga, quien el próximo domingo 20 de junio leerá en la Real Academia de la Historia su discurso de ingreso, en torno al hebraismo y hebraistas en la institución.
ESPAÑA, «LOS MALOS DE LA PELÍCULA»
Por otro lado, Alba también aporta su punto de vista respecto a un hecho histórico clave en España, la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos. «Aunque no sea historiadora, creo que no se pueden sacar los hechos de su contexto histórico y, en el caso de España, la expulsión de los judíos fue casi la última de Europa«, ha indicado.
Alba ha remarcado que en ese espectro europeo ya había «sentimientos antisemitas en determinados momentos», aunque considera que se trataba en muchas ocasiones de problemas derivados de «una convivencia difícil entre grupos diferenciados». «Si a esa convivencia les añadimos intereses políticos como los de la formación de los Estados europeos…», ha resaltado.
«El imperio español era uno más de esos estados europeos y no era ni mejor ni peor ni hizo cosas ni mejores ni peores que otros. Hay muchas causas de esta expulsión, pero asumirlo como ‘Leyenda negra’ no tiene sentido. Una está cansada de ser siempre los malos de la película», ha concluido.
BIOGRAFÍA
Nacida en 1953 en Segovia, es catedrática de Filología en el área de Estudios Hebreos y Arameos de la Universidad Complutense de Madrid, donde imparte cursos sobre Literatura hebrea postbíblica y Cábala y Ciencia judías, entre otros.
Realizó su tesis doctoral sobre tres de las primeras colecciones de cuentos hebreos que se compilaron entre los siglos XI y XIV. En concreto, el ‘Midrás de los Diez Mandamientos’ y el ‘Libro Precioso de salvación’, que se publicaron en un mismo volumen (Verbo Divino, 1990), y una antología con el título de ‘Cuentos de los rabinos’ (Herder, 2017, 2 ed.).
Entre sus líneas de investigación, continúa trabajando en cuentística hebrea, en polémica judeocristiana medieval y en narrativa hispanohebrea. Desde hace unos años se ocupa del estudio de algunas de las manifestaciones culturales de los judíos de la Península Ibérica menos conocidas, como la cábala castellana y la ciencia astronómica, campos en los que ha publicado numerosos artículos y capítulos de libros.
La edición, traducción y estudio del ‘Libro del Mundo de Abraham ibn Ezra’ en sus dos versiones castellanas aparecerá publicada próximamente.