La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha planteado la posibilidad de suprimir la distancia interpersonal en los centros educativos en el mes de septiembre y no ha descartado que la vacunación de alumnos puede demorarse hasta la primera semana de curso.
«Después de este curso que nos ha ido muy bien y en el que hemos cogido mucha experiencia, vamos a un curso con distancia interpersonal de 1,2 metros, frente al 1,5 que teníamos, y esperemos que en septiembre incluso podamos prescindir de ella porque la vacunación lo permita», ha explicado Celaá en una entrevista en TVE. La ministra ha precisado, no obstante, que la decisión, al igual que el uso de las mascarillas, corresponde al Ministerio de Sanidad.
Sobre la vacunación, ha expresado su deseo de que los alumnos mayores de 12 años puedan iniciar el próximo periodo lectivo vacunados, aunque ha explicado que, por motivos «logísticos», podrían recibir sus dosis «en septiembre, en la primera semana del curso, para tenerlos a todos juntos». No ha concretado si esa vacunación se llevaría a cabo en los centros educativos, al ser también una competencia de Sanidad.
Celaá ha vuelto a instar a las comunidades autónomas a mantener al profesorado contratado durante la pandemia porque «se sigue necesitando y ha venido muy bien para la mejora de los resultados académicos e incluso del clima escolar». «Se pide que se mantengan este curso y luego veremos», ha indicado la ministra, quien ha garantizado ayuda a las comunidades. «Vamos a ayudarles a financiar, no hay problema», ha indicado.
Ha descartado, sin embargo, rebajar las ratios que son «semejantes al resto de Europa» y ha apostado por innovar en las aulas con dos profesores «porque los alumnos trabajan con ritmos distintos y para que puedan seguir sus trabajos en grupos diferentes.
Respecto a los exámenes de la EBAU, Celaá ha negado que sea distinta en cada comunidad autónoma y ha precisado que «es única pero no exacta». Ha mencionado, no obstante, el trabajo que está realizando el ministerio para que la prueba que surja de la Ley de Mejora de la Loe (Lomloe) tenga «elementos más armonizadores tales como criterios de evaluación y temas». «Ahora es una EBAU del anterior Gobierno, tenemos que entrar con la nueva Ley», ha explicado Celaá.
En cuanto a las quejas por la mayor o menor dificultad de las pruebas en las distintas comunidades autónomas, la ministra ha rechazado que puedan suponer una desigualdad a la hora de acceder a la universidad. «Habida cuenta de que vienen a superarla más del 90 por ciento, no es precisamente una discriminación que afecte negativamente a las capacidades y orientaciones de los alumnos», ha explicado.