La mascarilla deja de ser obligatoria en los espacios abiertos en Andorra a partir de esta próxima medianoche, según ha informado el ministro de Salud, Joan Martínez Benazet, en rueda de prensa.
La decisión se justifica por la «excelente situación» a la que apuntan los diferentes indicadores de la pandemia, con una tasa de reproducción del virus oscilando alrededor de 1, con 76 casos activos de Covid-19 y ningún hospitalizado desde el pasado 10 de junio.
Tampoco se requerirá de mascarilla en reuniones de trabajo y en reuniones familiares y sociales cuando las personas estén inmunizadas, sea porqué se han vacunado –y han pasado cuatro semanas des de la primera dosis– o porqué se ha pasado la enfermedad en los últimos seis meses.
De la misma manera, no será obligatoria para las actividades escolares y extraescolares que se realicen al aire libre.
La mascarilla seguirá siendo obligatoria en los espacios cerrados y en el exterior cuando se den aglomeraciones, puesto que «la pandemia no ha acabado», ha reiterado el titular de salud.
El Gobierno de Andorra también relaja otras medidas e incrementa el número máximo de comensales permitidos por mesa, que pasa de 8 a 10 personas en terrazas y de 6 a 8 en el interior.
También vuelven a permitirse los bufets de autoservicio, siguiendo unas pautas de higiene, y fumar en las terrazas de los establecimientos y espacios habilitados.
De la misma manera, se incrementa el aforo en gimnasios y centros deportivos, permitiendo la asistencia de 8 personas sin contar el monitor en actividades dirigidas.
Igualmente, se permite la organización de eventos y competiciones para todas las edades y se incrementa el aforo hasta el 70% en el aire libre y el 50% en espacios cerrados.