Torra exige el confinamiento y a la vez se olvida de 46 menores en Canadá

A pesar de la crisis sanitaria que está viviendo el mundo y en particular Italia y España, el presidente de Cataluña, Quim Torra, sigue mirando para su lado, buscando siempre el bien propio. Si en la tarde de ayer mentía en la BBC asegurando que en España, el Gobierno desoía las recomendaciones de implantar el confinamiento domiciliario, hoy saltaba la noticia de que había abandonado a su suerte a 46 estudiantes menores de intercambio en Canadá.

Lo cierto es que la crisis sanitaria por la que está pasando España en estos momentos ha hecho que gran parte de la población se unifique, muestra de ello son los homenajes diarios que se están realizando a todos los trabajadores del sistema de salud pública. Así debería de ser en todos los ámbitos de la sociedad, empezando por los políticos, que son aquellos que deben dar ejemplo con sus actos a la ciudadanía.

Como cabía esperar, Quim Torra no iba a desaprovechar esta situación para, una vez más, intentar poner tierra de por medio entre el Gobierno de España y la Generalitat. El mandatario catalán a tratado en varias ocasiones de desmarcarse del Ejecutivo de Pedro Sánchez con el fin de llevar a Cataluña por un camino distinto al del resto del país. Así lo dejó latente en la videoconferencia celebrada el pasado fin de semana junto a los otros 16 presidentes autonómicos y el presidente del Gobierno, negándose a firmar el comunicado que hacía un llamamiento a la “unidad de acción”.

Ayer por la tarde, Torra  afirmó en la BBC que el Ejecutivo le ha dejado sin las competencias necesarias para combatir el Covid-19. Preguntado por las medidas que está tomando el Govern en la crisis sanitaria, aseguró que “nuestras competencias fueron centralizadas y ahora tenemos menos competencias para ayudar a nuestra gente”. Lo que queda claro, es que para Torra van primero sus intereses propios y luego los de la ciudadanía.

MIENTRAS TANTO, MENORES VOLVIENDO A SU SUERTE

Mientras Torra exige al Gobierno de Sánchez que le devuelva las competencias que le ha quitado, se olvida de unos menores que estaban estudiando en Canadá, en un programa de intercambio organizado por la Generalitat. Desde que se declaró el estado de alarma y muchos países decidieron tomar ejemplo de España, los estudiantes españoles repartidos por el mundo han tenido que tomar la decisión de regresar a casa.

A muchos esta emergencia sanitaria les ha pillado fuera de nuestro país, es el caso de estudiantes del programa Erasmus o que seguían otro programa de intercambio en Asia o América. En el caso de estos estudiantes, al ser estudiantes universitarios y por lo tanto mayores de edad, se les recomendó volver a España. En el momento en que esos estudiantes aún no son mayores de edad es cuando empieza el problema.

El pasado 11 de enero, un grupo de 46 estudiantes de entre 15 y 17 años partieron desde Barcelona rumbo Quebec, Canadá. Estos estudiantes se iban con un programa de estudios organizado por el Govern de Torra, a estudiar tres meses al país norteamericano. Cuando se lanzó la alerta por Covid-19, la Generalitat instó a las familias a traer de vuelta a los estudiantes, pidiéndoles a los padres que se hicieran cargo de la compra de billetes.

El problema es que estos alumnos deben regresar a España solos, sin ningún adulto que les acompañe en su camino de vuelta a casa. La madre de una estudiante  reclamó que un adulto acompañase a su hija «con la incertidumbre de no saber si por el camino podían suspenderse los vuelos y tendría que hacer noche en el aeropuerto». «Nos dijeron que los niños iban a estar acompañados de un adulto en todo momento», asegura la madre.

Desde la Generalitat admiten que «a medida que han pasado los días la situación se ha complicado», puesto que el acompañamiento a los menores «no ha sido posible porque se han tenido que gestionar diferentes vuelos» y «se han producido cambios de última hora en las escalas y se han suprimido todos los vuelos directos desde Montreal».