La Comunidad de Madrid parece funcionar a un ritmo más acelerado que el Gobierno para afrontar la crisis del coronavirus. La administración pública autonómica, dirigida por Isabel Díaz Ayuso, ha adoptado una serie de medidas para responder a las necesidades de los ciudadanos entra las cuales muchas están destinadas a responder a las carencias del Gobierno presidido por Pedro Sánchez. Estas son las principales:
En primer lugar, aquellas destinadas a la asistencia de los ciudadanos de la Comunidad, entre las que está la creación de un teléfono específico (900 102 112) para orientar sobre la enfermedad. Tras él hay 200 operadores, ya que han reforzado la plantilla. Ayuso también ha incrementado el número de laboratorios para evitar retrasos en pruebas diagnósticas y reforzado el SUMMA con SAMUR y Cruz Roja.
Luego hay medidas destinadas a prevenir males mayores. La Comunidad de Madrid cerrará los centros de ocio de mayores, suspenderá la actividad docente presencial, fomentará el teletrabajo, habilitará camas de reserva en algunos centros sanitarios, fomentará la atención primaria en los domicilios de los madrileños y seguirá empeñada en recomendar no salir de las casas.
Ayuso también ha creado un sistema centralizado de UCIs para poder atender correctamente a quien lo necesite y hará seguimiento a los casos leves en hoteles o pabellones. Los centros y residencias de mayores se equiparán con lo necesario para atender a quien lo necesite sin necesidad de trasladarse al hospital. Y obligará a las aseguradoras a eliminar la cláusula de rescisión de las pólizas en caso de pandemia.
Luego existen otras medidas, como acordar que Telemadrid y Onda Madrid se conviertan en canales de servicio de información actualizada del coronavirus. Además, Ayuso empezó a afrontar la crisis el mismo 13 de marzo tomando medidas como el suspender los espectáculos y eventos públicos superiores a las 1.000 personas, cerrado centros ocupacionales de atención a personas con discapacidad intelectual, bibliotecas públicas, instalaciones deportivas, teatros, festivales… Todo ello manteniendo el funcionamiento del Metro y el autobús.
Pero tras esto, la presidenta de la Comunidad de Madrid elevó la intensidad de trabajo y pidió cerrar todos los establecimientos y comercios salvo los de alimentación y otros de primera necesidad como las farmacias. También suspendió la actividad en oficinas, registros y todos los establecimientos de atención al ciudadano.
Y luego también encontramos el cajón desastre, donde Ayuso ha adoptado diferentes medidas para paliar las consecuencias de la crisis del coronavirus. Creación de un centro de control permanente en la Puerta del Sol para seguir la evolución de la pandemia, creación de un registro de voluntarios, priorizas las líneas de Metro que dan servicio a los hospitales, activar un plan territorial de protección civil, medidas extraordinarias de limpieza y desinfección del transporte público.
Las medidas extraordinarias también contemplan llegar a un acuerdo con el sector del taxi y VTC para garantizar el traslado de los profesionales sanitarios a los domicilios de los pacientes afectados por coronavirus.
Sigue operativa la enseñanza online a través de la plataforma EducaMadrid y se ha llegado a un acuerdo, a pesar de las críticas,con Telepizza y Rodilla para garantizar la alimentación de los más pequeños en riesgo de exclusión social.
QUEJAS A SÁNCHEZ
Díaz Ayuso no se ha quedado corta tampoco a la hora de exigir al presidente del Gobierno todo lo necesario para afrontar la crisis del coronavirus. Le ha enviado una carta en la que le demanda 600.000 test, 14 millones de mascarillas, 254.000 batas desechables, 64.000 monos impermeables, 60.000 gafas de protección, 7.000 cajas de guantes, 2.000 trajes 3-B, 65.000 calzas altas, 586 respiradores, 315 monitores y 223 camas. También exige flexibilidad en el sector de vehículos de transportes con conductor, alternativas para las pruebas de selectividad, reducción de currículos –especialmente en la EVAU- y ampliación de plazos para justificar el Fondo Social Europeo. Y por último, más efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente para las zonas menos pobladas.