viernes, 13 diciembre 2024

Rebelión en la Policía: «No estamos protegidos para el coronavirus»

  • La Policía considera esencial que les destinen un número de teléfono especial para posibles contagiados.
  • Actualmente no les hacen la prueba a todos los agentes que presentan síntomas.
  • También reclaman más equipamientos de protección contra el coronavirus y algunos grupos ya se los llevan desde casa. 
  • Los policías nacionales y locales se sienten desamparados frente al coronavirus. Este cuerpo de seguridad es actualmente uno de los que más expuesto está frente a la enfermedad, ya que entre sus funciones se encuentra la de controlar y patrullar las calles para comprobar que se respetan las normas decretadas por el estado de alarma. Sin embargo, su labor, según denuncian, no está todo lo protegida que les gustaría e incluso les ha llevado a tener que tomar medidas por su cuenta.

    Desde el Sindicato Unificado de Policía llevan días reclamando más medios y atención preferente, al igual que ocurre con otras profesiones de riesgo, para los agentes. Actualmente, según explican, no disponen de un teléfono en particular para ser atendidos cuando presentan síntomas del coronavirus y tampoco cuentan con el equipamiento adecuado para enfrentarse a la pandemia. Algo que ya han puesto en conocimiento de las autoridades gubernamentales. 

    LA POLICÍA, «COLECTIVO DE RIESGO»

    El secretario de Organización del SUP, José Antonio Rodríguez Neira, explica que es muy importante que la Policía se considere “colectivo de riesgo”, como ocurre con otras profesiones como la sanitaria. A su juicio, es esencial que a los agentes “que presenten síntomas se les haga la prueba inmediatamente” para así descartar o proceder lo antes posible y evitar más contagios. Algo que, por la falta de medios y especialización, no está pasando.

    Los policías encargados de realizar controles por las calles no disponen de un teléfono único habilitado para ellos. Es decir, a diferencia de otras profesiones de riesgo, ellos solo disponen del teléfono general para toda la población. Y en algunas comunidades, como es el caso de Madrid “está absolutamente desbordado”. Es por ello, que reclaman que se habiliten unas líneas específicas para ellos y que a aquellos agentes que presenten síntomas se les haga rápidamente la prueba. 

    Esto, según detallan, ahorraría muchos problemas al Cuerpo y también ayudaría a la población. Actualmente hay cerca de 2.000 agentes que están siguiendo aislamiento en casa por ser posibles afectados por coronavirus, pero no lo saben a ciencia cierta. Como advierte Rodríguez Neira, si se hicieran la prueba y diera negativa podrían volver a su puesto, mientras que si, en caso contrario, fuera positiva, ayudaría a controlar la propagación del virus porque se aislaría inmediatamente y se controlaría a las personas que hayan estado en contacto con el agente en cuestión. Algo que no ocurre en la actualidad. 

    “Como se ve en los vídeos, los agentes se enfrentan a diario, cuerpo a cuerpo, con diferentes personas en la calle y no pueden guardar el metro de distancia, ya que algunas veces precisan de ser reducidos o arrestados”, añade. Algunas comunidades como Navarra ya han puesto en marcha este dispositivo telefónico especial, pero los representantes de la Policía ha ido más allá y ha presentado su reivindicación ante el Ministerio de Interior, el de Sanidad y también las delegaciones del gobierno, aunque de momento, siguen sin respuesta. 

    LOS EQUIPOS DE PROTECCIÓN: ESCASOS

    Además de los problemas para identificar a los policías que están infectados, desde el SUP lamentan la falta de equipamiento para los agentes que patrullan las calles. Actualmente alegan que precisan más material de protección, desde mascarillas, a gel desinfectante e incluso de trajes EPI, para proteger todo el cuerpo. De hecho, fuentes policiales aseguran que algunos grupos policiales ya se están llevando material propio de casa.

    Policías de Madrid han acudido a su trabajo con mascarillas y guantes desde casa en señal de protesta

    Esto ha ocurrido con dos grupos de la UIP de Madrid en el barrio de Moratalaz. Los agentes han acudido a realizar sus funciones con mascarillas y guantes desde casa en señal de protesta por la falta de medios. El coordinador les ha pedido que se los quitaran y así no tendrían que tomar medidas contra ellos y podrían efectuar su servicio con normalidad. Ante la negativa de los policías, les han pedido que hicieran una minuta en la que expresaran su desacuerdo y después de realizarla han podido salir al trabajo provistos de esos materiales.

    El Ministerio del Interior ya ha atendido su petición de facilitarles más protección y les ha trasladado que trabajan en ello, aunque surtir de estos equipos no depende en exclusiva de ellos. El problema es que estos elementos preventivos ya escasean por todo el país y es muy complicarlo suministrarlo en la situación actual. De hecho, países como China, que ya han superado parcialmente el virus, son los que ahora están proporcionando material de este tipo a otros países afectados, como España, donde cada vez es más complicado encontrar mascarillas, guantes o geles desinfectantes. 

    A pesar de estos inconvenientes, el SUP considera que es esencial que en este momento se haga “un tratamiento preferencial” a la Policía Nacional y Local. Lo que les preocupa es que el estado de alarma dure mucho más tiempo —en China han estado afectados más de dos meses— y el número de agentes infectados aumente sustancialmente y se complique su labor de protección y control. “Tenemos riesgo de expandir el virus si no se nos hacen las pruebas y se nos pone en cautela a tiempo”, insiste Rodríguez Neira. 

    Los agentes son uno de los colectivos que están en contacto directo con las personas durante la cuarentena. Tan solo han pasado cinco días desde que se obligara al confinamiento en los hogares, pero la Policía ya ha tenido que enfrentarse a varias situaciones desagradables. Aunque desde el SUP reconocen que la mayoría de los ciudadanos son conscientes de la gravedad de esta crisis sanitaria y se quedan en casa, hay un pequeño porcentaje que decide saltarse las normas y en consecuencia tienen que ser multados. Tan solo en Madrid estos primeros días de estado de alarma ya han provocado casi 400 multas y varias detenciones.