El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, es de los pocos que se han acordado este miércoles de los colectivos más olvidados durante la crisis del coronavirus. De aquellos que se sienten olvidados por el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Casado le ha brindado su apoyo al Gobierno, pero no sin lanzarle algún que otro dardo envenenado. El dirigente popular ha sido claro: «tiempo habrá de dirimir las responsabilidades o retrasos», ha recordado, pero «ahora es el momento de tender lazos», ha proseguido. Pero no sin antes recordar y exigir soluciones para el único colectivo excluido de las medidas propuestas por Sánchez: los autónomos.
Casado ha sido muy claro durante su comparecencia: apoyará al Gobierno, especialmente con las medidas que tienen como objetivo paliar las consecuencias que tendrá en la economía la crisis del coronavirus. Ahora bien, eso no le ha quitado tiempo para recordarle a Sánchez cómo se comportaron los socialistas durante la crisis del ébola y otras situaciones en las que les pudo más la deslealtad institucional y la política de bloques que el sentido de Estado. «Aquellos que no tuvieron ese apoyo con nosotros», ha detallado Casado. «Aquellos que se manifestaron frente a nuestras casas», ha comentado al inicio de algunas frases.
Pero la parte más aplaudida del dirigente popular ha sido la que tiene que ver con los autónomos. Todos los colectivos, especialmente los empresarios, se verán beneficiados por algunas medidas excepcionales que ha planteado el Gobierno para evitar su quiebra. Sin embargo, los autónomos se han quejado de que el Ejecutivo no se ha acordado de ellos, a diferencia de Casado, que sí lo ha hecho. Mientras el presidente del PP aplaudía algunas de las iniciativas que quiere tomar el Gobierno, como la inversión en la búsqueda de una vacuna contra el Covid-19, le ha soltado un dardo envenenado: «Echamos en falta medidas a los autónomos para cancelar su cuota», ha detallado.
El popular también se ha acordado de las autonomías. Según Casado, el Gobierno debe 2.500 millones de euros a las comunidades autónomas que ahora servirían para reforzar todos aquellos sectores que más lo necesitan. Algo que le ha recordado a Sánchez durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados de este miércoles.
Las cifras del Gobierno son astronómicas, pero no del todo claras. Sánchez ha anunciado que se destinarán 200.000 millones de euros para paliar las consecuencias de la crisis del Covid-19. De ese dinero, 117.000 millones de euros vendrán de las arcas públicas. Y el resto, de manos privadas, algo que Casado ha manifestado no entender del todo.
El presidente del PP también ha tenido tiempo para lanzarle alguna pulla que otra al Gobierno con un asunto delicado. Sánchez ha utilizado un decreto económico contra la crisis del coronavirus para blindar al vicepresidente Pablo Iglesias en la comisión de control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), algo que Casado no ha pasado por algo y que ha querido recordarle a Sánchez, aunque ya no se pueda hacer nada más que recordarle al líder socialista que lo que pase en ese sentido será única y exclusivamente responsabilidad suya.
Otro de los dardos envenenados de Casado han ido dirigidos a los socios de Gobierno de Sánchez. Especialmente a los independentistas, que solo se han quejado de que han perdido competencias durante el estado de alarma decretado hace unos días. «Va a encontrar más lealtad institucional en nosotros que en sus socios de Gobierno», le ha anunciado Casado a sabiendas de que el presidente del País Vasco, Íñigo Urkullu, y el expresident de Cataluña, Quim Torra, no han hecho más que poner problemas en base a sus reivindicaciones políticas.
Pero la buena noticia que se ha desprendido de las declaraciones del líder del PP es que en momentos de crisis se ha dejado de lado el sectarismo político. El Partido Popular apoyará las medidas de Sánchez y, por una vez, el país irá a una para afrontar la mayor crisis sanitaria que ha afrontado en las últimas décadas.
Sánchez ha sido claro: lo peor de esta crisis está por llegar, y solo cuando el número de infectados se reduzca tan rápido como ahora se contagian, sabremos que hemos ganado a esta «amenaza invisible». Quedan semanas de confinamiento y los partidos intentarán solventar las consecuencias de la crisis lo mejor posible. Al menos, esos 200.000 millones se destinarán con criterio para paliar la crisis que vendrá después de la sanitaria: la económica.
«Debemos anudar un lazo moral entre todos. No esta solo en la batalla con esta pandemia. Puede contar con el apoyo del grupo popular», ha detallado Casado. Unas palabras que se han recibido con alivio dentro del PSOE, el cual ha reconocido haberse desbordado ante una crisis que no llegaron a entender muy bien.