Vídeo: Varios jóvenes se saltan la cuarentena y acaban detenidos tras pegarse con la Policía

La situación extrema del Estado de Alarma sigue trayendo imágenes de rebeldía e irresponsabilidad en distintos puntos de España. Ahora ha tocado en Cádiz. Allí un grupo de jóvenes se ha saltado las normas de confinamiento y han arremetido duramente contra la Policía Nacional y la Local. La situación ha ido empeorando y al final dos de los que han participado en la pelea han acabado detenidos por desobediencia y atentado contra la autoridad.

Los hechos ocurrieron en el barrio gaditano del Cerro del Moro, donde los agentes estaban realizando sus tareas de control para prevenir la expansión del coronavirus en virtud del Real Decreto de Estado de Alarma que entró en vigor este lunes. Todo comenzó cuando la Policía avisó a varios jóvenes de que no podían encontrarse en la calle, donde estaban sin motivo aparente a pesar de ser obligado el confinamiento en casa y la prohibición tajante de este tipo de situaciones. 

Ante las advertencias de los agentes, algunos de esos jóvenes se rebelaron y opusieron resistencia. Fue en ese momento cuando intentaron llevárselos a comisaría para proceder a su identificación y posteriormente llamar a sus padres. No obstante, la situación fue a peor cuando una mujer, según afirma en las imágenes uno de los menores su madre, salió en su defensa e increpó a los agentes, intentando evitar la detención policial.

Tras el forcejeo, el hijo salió en su defensa de la madre, llamando “hijos de puta” a los agentes e incluso les intentó agredir con un palo. Al lugar de los hechos llegaron rápidamente otros refuerzos policiales, entre los que se encontraban Policía Local y tres furgones de la Unidad de Prevención y Reacción. Finalmente tanto la mujer como el joven han sido detenidos y llevados a dependencias policiales acusados de desobediencia y atentado contra la autoridad. Los jóvenes que en un inicio se habían enfrentado a la Policía también han sido sancionados. Todo esto ocurrió bajo la mirada incrédula de los vecinos, que fueron los que grabaron las imágenes desde sus propias casas.