La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene claro que es necesario subir el salario mínimo. Hace unos días aseguró que tras la subida de un 22% realizada en 2019, el ministerio que ella dirige abordaría una nueva subida cuyo importe aún no está claro. Sin embargo, el informe emitido este martes por el Banco de España ha caído como un jarro de agua fría en Podemos y ha traído consigo un (nuevo) enfrentamiento con los socialistas. Según el Banco de España, la subida del salario mínimo supuso la pérdida de entre 90.000 y 180.000 puestos de trabajo en dos años, algo que ha empoderado a los socialistas moderados hasta el punto de que han planteado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, frenar la medida estrella que pretende apropiarse Díaz. Vamos, que otra guerra interna amenaza con cortar de cuajo la subida del salario mínimo interprofesional.
La idea que manejan los liberales consultados por MONCLOA.com es que cuando se encorseta el mercado laboral mediante leyes el resultado es que se entorpece el crecimiento económico. Los economistas liberales sostienen que el imponer un salario mínimo de esas características solo ha frenado la creación de empleo porque se desmotiva al empresario para que contrate a nuevos trabajadores. De hecho, aseguran que los más afectados son especialmente los más jóvenes. El informe publicado por el Banco de España parece dar la razón a las teorías liberales (compartidas por muchos socialistas como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño) y ahora la idea que tenían los dirigentes de Unidas Podemos de abordar un nuevo salario mínimo se ha quedado suspendida.
Este informe ha dado alas a los moderados socialistas, que han elevado la presión sobre el presidente para evitar que Díaz aborde en estas circunstancias una medida que no será del todo bien recibida por una parte del PSOE. Con el informe en la mano, queda claro para los seguidores de Calviño que lo más oportuno no es añadir rigidez al mercado laboral, sino más bien impregnar de flexibilidad las medidas económicas para facilitar la recuperación. Gana fuerza la idea de que no es lo más oportuno subir el salario mínimo. Para los seguidores de la vicepresidenta, se trata de elegir entre muchos más empleos algo peor pagados o un muchos menos puestos de trabajo algo mejor pagados. Pero Podemos entiende algo muy diferente.
Para Unidas Podemos, el informe del Banco de España no es más que un reflejo de que los empresarios no asumen que deben relajar sus ganancias para pagar mejor a sus empleados. La idea que sopesan no es que la medida por la que tanto pelearon haya repercutido de forma negativa en el mercado laboral en forma de 180.000 puestos de trabajo menos, sino que la pandemia unida a la «avaricia» de algunos empresarios ha sido la causa de que no se haya generado más empleo estos dos años en los que el salario mínimo interprofesional se ha subido a 950 euros al mes.
el PSOE sopesa no apoyar la subida del salario mínimo
En cualquier caso y pese al debate ideológico, Díaz afronta el fracaso de una de sus medidas estrella. Los socialistas se plantean estos dos años como una precampaña soterrada en la que hay que recuperar la confianza de los españoles, cada vez más escorados a la derecha, según las encuestas, y no tienen claro si apoyarán a Unidas Podemos o se echarán atrás. Entonces, en este contexto, el PSOE sopesa no apoyar la subida del salario mínimo para, primero, evitar que Díaz se apunte el tanto a nivel electoral y, segundo, evitar posibles sorpresas para la víspera de las elecciones generales con un hipotético nuevo informe del Bando de España en el que se detalle que esa nueva subida ha lastrado la recuperación.
Díaz ha estado estas dos pasadas semanas recordando a todos que ella tenía la intención de subir el SMI. En cuanto tenía público escuchándola, Díaz se tiraba a la piscina sin reparos y aseguraba que el Gobierno subiría de nuevo el SMI para que superara los 1000 euros al mes. Pero ahora no cuenta con el apoyo total del PSOE y no las tiene todas consigo para sacar adelante su plan. Y si a esto le añadimos la idea de la crisis de Gobierno… no parece que Podemos pase por su mejor momento en cuanto a su relación con los socialistas se refiere.
«Conseguir que el SMI alcance el 60% del salario medio es un objetivo de esta legislatura que seguro alcanzaremos, dando cumplimiento a nuestros compromisos internacionales con la Carta Social Europea y para ello hemos constituido una comisión de personas expertas que van a determinar la cuantía del 60% del salario medio en nuestro país y establecer la senda más adecuada para alcanzar ese objetivo», comentó la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Pero estos planes no parece que vayan a salir adelante durante esta legislatura.
LA PRECAMPAÑA SOCIALISTA
El PSOE se ha puesto manos a la obra. No quieren dejar nada al azar y el hecho de que haya sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la que haya dado la vuelta a la tortilla no ha sentado nada bien en Ferraz. Quizá por eso el Gobierno ha tomado varias decisiones trascendentales enfocadas a ganar las elecciones de 2023. La crisis de Gobierno proyectada para finales de verano (en la que cambiarán los nombres de algunos ministros) y la oportuna agenda programada por el Ejecutivo en puntos clave del país donde ganar votos dejan entrever que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado la campaña electoral más larga de la historia de España. Dos años para recuperar la pole en las encuestas que ha perdido e favor del líder del Partido Popular, Pablo Casado.