El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha advertido hoy a Marruecos que es «absolutamente inaceptable» que diga que ha utilizado la migración y el asalto a las fronteras españolas en Ceuta por una desavenencia en materia de política exterior.
Sánchez ha respondido así al Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, quien hoy ha emitido un duro comunicado en el que ha ido un paso más allá en la crisis diplomática abierta con España, asegurando que esta no es resultado solo de la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y ha planteado al Ejecutivo de Pedro Sánchez cuál habría sido su reacción si quienes hubieran sido recibidos en el Palacio Real marroquí fueran separatistas catalanes.
En su respuesta, Pedro Sánchez ha reiterado que España concibe su relación con Marruecos desde un punto de vista «estratégico» y que este país «no puede olvidar que no tiene mayor ni mejor aliando dentro de la UE que España». Ha añadido que para muchas de sus demandas en la UE, España es un interlocutor «privilegiado e imprescindible para Marruecos» dentro de la Unión Europea.
«Ahora bien, si lo que se está diciendo por parte del ministro de Asuntos Exteriores marroquí es que ha utilizado la migración, es decir, el asalto a las fronteras españolas por parte de más de 10.000 marroquíes en 48 horas a mi me parece absolutamente inaceptable y por tanto rechazo esa declaración», ha advertido de manera tajante el jefe del Ejecutivo español.
En este sentido, ha añadido que «no es admisible que haya un gobierno que diga que se atacan las fronteras» para inundar de inmigrantes una ciudad española, Ceuta, por «desavenencias y discrepancias en política exterior».
REITERA LA NECESIDAD DE RESPETO Y CONFIANZA EN LA RELACIÓN
Pedro Sánchez ha proseguido su respuesta destacando que es importante trasladar una actitud constructiva para con Marruecos, y ha querido poner en valor «la vecindad y la necesaria relación bilateral entre ambos países» que, ha dicho, «se tiene que cimentar sobre el respeto y la confianza».
En este sentido, ha advertido de que ese respeto y confianza «no se construyen si se está diciendo que por una desavenencia en política exterior no se respetan las fronteras y se permite la entrada masiva de inmigrantes en una ciudad española». «Eso no es aceptable y por tanto lo rechazo», ha vuelto a reiterar durante su comparecencia de prensa con el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, con quien hoy ha tenido una cumbre bilateral en Alcalá de Henares.
El extenso y duro comunicado del el Ministerio de Exteriores marroquí ha sorprendido al jefe del Ejecutivo durante las reuniones de esta mañana con la delegación polaca. En ese comunicado, Marruecos ha subrayado que la crisis abierta por la acogida por motivos humanitarios de Ghali, ingresado en un hospital en Logroño con COVID-19, plantea «una cuestión de coherencia». «No podemos luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino», ha esgrimido.
Así, ha sostenido que Rabat optó desde el principio de la crisis catalana «por en ponerse del lado de la integridad territorial y la unidad nacional» de España y ha preguntado al Gobierno «¿cuál habría sido la reacción de España si un representante del separatismo español hubiera sido recibido en el Palacio Real marroquí?».