PSOE, Podemos, IU y el PCE no se atreven a decirlo, pero comparten la visión de España que tiene el Partido Popular. Las formaciones españolas progresistas de ámbito estatal utilizan el término «federal» cada vez que independentistas y centralistas se parten la cara ante su incomodidad (la última ocasión en Cataluña).
Pero en realidad, por mucho que en la oposición o cuando son marginales hablen de derecho de autodeterminación, cada vez que la agenda política española está marcada por protestas secesionistas, Cataluña o Euskadi, la izquierda no sabe dónde meterse por no incomodar a sus votantes castellanos, aragoneses y andaluces.
La izquierda se aprovecha de la falta de homogeneidad cultural de España. El PP no rasca muchos votos en Euskadi o Cataluña, pero cuando salen a flote los temas identitarios no sabe qué posición tomar sin enfadar a su parroquia popular españolista. Las dos velocidades españolas dan vida y consumen a fuerzas como el PSOE.
CATALUÑA EN EL ALERO
Cierto es que el PSOE o Unidas Podemos no buscan el clima revanchista del «¡a por ellos!» que pretenden alcanzar ciertos prebostes del PP, es evidente. Pero a la hora de la verdad, la izquierda española, cuando tiene poder, nunca contribuye a buscar una salida democrática a las reivindicaciones territoriales.
Tampoco lo hace en este momento, cuando la supervivencia del Gobierno que conforman socialistas y morados depende en buena parte de formaciones como Esquerra Republicana de Catalunya, conscientes de que, como decía el lehendakari Iñigo Urkullu, «la independencia es imposible en un mundo globalizado».
Salvador López Arnal, experto en federalismo, asegura que el federalismo está relacionado con la descentralización del poder en el Estado, hecho que en España se da, y que el federalismo rara vez alcanza un nivel simétrico entre los federados porque «el peso demográfico y el de la riqueza inclinan siempre la balanza en favor de los más fuertes».
CATALUÑA Y LA IZQUIERDA ESTATAL
Cataluña y la izquierda española han tenido problemas desde siempre: en la II República las tensiones entre los partidarios de Manuel Azaña y Lluís Companys fue in crescendo conforme avanzaba el drama.
Santiago Carrillo también se las tuvo tiesas con el PSUC, Julio Anguita impulsó la fundación de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) después de que Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) se uniese en las tres provincias con menor población en las listas al PSC de Pasqual Maragall en 1999.
El tortazo de los hermanos catalanes de IU fue colosal y acabaron como corriente de ICV, que recobró fuerza tras alejarse del PSC. Aunque la última algarada entre la izquierda estatal y el independentismo ha sido la más definitoria para ambos.
LA PENÚLTIMA Y NOS VAMOS
El 6 de noviembre de 2017 Albano Dante-Fachin vencía a las presiones de Pablo Iglesias y dimitía como secretario general de Podem tras mostrar su complicidad hacia el octubre catalán del referéndum ilegal, los palos policiales, la insensible bronca monárquica y la ridícula y efímera Declaración Unilateral de Independencia.
El procés también ha pasado factura a IU, que vio cómo el líder de EUiA, Joan Josep Nuet, impulsaba Soberanistes y se aliaba con ERC para competir en las generales de Unidas Podemos en las elecciones de abril de 2019.
Alberto Garzón rompió entonces con EUiA por entrar «en conflicto con la apuesta estratégica de IU en Catalunya» e Izquierda Unida ahora ha apadrinado el nacimiento de Esquerra Unida Catalunya (EUCat), que previsiblemente se integrará como corriente de los comunes.
EUCat tiene pendiente realizar una asamblea constituyente, que llegará tras la Semana Santa, y previsiblemente una de sus cabezas más visibles será José Montero, alcalde de Montornès del Vallès y portavoz de la nueva hermana catalana de IU.
VORACIDAD
Nuet se agarra al federalismo para denunciar la estrategia de IU mientras Garzón se queja de que el actual diputado de ERC entregó su federación hermana al independentismo. Y, he aquí la paradoja: ¿por qué razón EUiA no podía apoyar a una candidatura soberanista? ¿Es federal IU cuando no permite a sus federados hacer lo que les conviene en cada momento?
En realidad, ni unos son federales a la hora de la verdad, IU, ni ERC puede pretender ensanchar su espacio electoral con las estructuras de otras familias de la izquierda cuyas bases no están de acuerdo con sus proyectos.