El PP ahora sí quiere ir a las manifestaciones del 8-M. Los populares han cambiado su estrategia y han anunciado que van a acudir a los diferentes eventos organizados por todo el territorio español para festejar este día, aunque lo harán a su manera. Los de Pablo Casado eran junto a Vox los únicos partidos mayoritarios que se negaban a acudir a este tipo de actos. Ahora la formación de extrema derecha se ha quedado sola.
Los populares han querido marcar distancias con Vox y han decidido desmarcarse de su férreo posicionamiento en contra del Día de la Mujer. Y lo hacen en un momento en el que se cuestiona de nuevo su acercamiento, después de que el nuevo candidato del PP a lehendakari haya hablado de «aunar fuerzas» con ellos. El domingo, el Partido Popular saldrá a las calles de las ciudades que tienen convocadas manifestaciones. La primera de ellas será Madrid. El PP no ha acudido a esta multitudinaria cita en años anteriores —esta será la tercera convocatoria— porque, entre otros motivos, alegaba que era algo “politizado y partidista”.
EL PP, EN EL 8-M
La vicesecretaría de Política Social del PP, Cuca Gamarra, ha sido la encargada de presentar los planes de los populares para el Día Internacional de la Mujer. La novedad, a diferencia del resto, es que ha anunciado que crearán su propio manifiesto para esta ocasión. La formación ha lanzado una campaña bajo el lema “Mujer por encima de todo”, que ya han empezado a publicitar en sus redes sociales. La decisión se ha tomado en la reunión del Comité de Dirección del PP que ha presidido Casado este lunes.
Capaces de todo y por encima de todo,
así hemos crecido contra la adversidad.Aún nos queda un largo camino, ¿lo recorres con nosotras? #MUJERporencimadetodo pic.twitter.com/6p63v5TI4I
— Partido Popular 🇪🇸 (@populares) March 2, 2020
Además de acudir a las manifestaciones, el partido, como institución, también estará representado en otros actos organizados por la sociedad civil y que se irán desarrollando a lo largo de esta semana. Sobre este cambio de idea, tan solo un año más tarde, Gamarra ha explicado que lo hacen porque “son muchas las mujeres, miles de mujeres que votan a este partido las que nos manifestamos, y va a estar la dirección también representada”.
La también diputada popular ha remarcado que el objetivo que busca la formación es llamar “a la unidad de las mujeres. Esto nada tiene que ver con las ideologías y con la diferencia sino con todos aquellos obstáculos que por la condición de mujer encontramos todavía en una sociedad donde la igualdad real no existe». Con estas palabras, y con la iniciativa de crear otro manifiesto paralelo al general, marca distancias con los otros partidos que ya han apoyado en otras ocasiones estas concentraciones.
RECHAZO A LA HUELGA FEMINISTA
En 2018 y 2019 el PP se negó a acudir a la manifestación del 8-M y también se opuso a secundar la huelga de mujeres que había convocada para este día. El primer año en el que irrumpió con fuerza este movimiento reivindicativo, el entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy llegó a calificar la convocatoria de «insolidaria» y «elitista». Tras la masiva respuesta en las calles, el exjefe del Ejecutivo intentó rectificar, incluso lució un lazo morado en un acto que tenía previsto para ese día, pero no fue más allá y no hubo representación de su partido en el acto.
En cuanto a la huelga, el PP envió a todos sus cargos un argumentario interno para explicar por qué rechazaban la primera huelga feminista. Su justificación en ese momento fue que “la igualdad no es solo algo de mujeres». A su juicio era “una huelga de élites feministas, pero no de mujeres reales con problemas cotidianos».
En aquella ocasión, en 2018, la convocatoria feminista superó todas las expectativas. Más de 170 países, entre ellos España, se sumaron al paro. También fue multitudinaria la participación. Según datos de los sindicatos, más de 5 millones de mujeres decidieron no acudir a su puesto de trabajo y alzaron su voz en diferentes puntos del territorio nacional para denunciar, entre otros aspectos, la discriminación sexual, la violencia doméstica o la diferencia salarial.
Los datos en 2019 también fueron semejantes. Miles de mujeres siguieron la huelga y llenaron las calles durante las protestas. Por ejemplo, en Madrid se congregaron unas 350.000 personas, según la Delegación del Gobierno. Esta vez, y a pesar del éxito del año anterior, el PP tampoco quiso asistir a la cita porque consideraba que se trataba de un acto “politizado y partidista”. Las tornas han cambiado en este 2020 y la formación ahora sí estará presente. Una decisión con la que pretenden marcar distancias con Vox, que se ha convertido en el único partido mayoritario que rechaza la convocatoria.
VOX, SOLO CONTRA EL DÍA DE LA MUJER
Vox se ha quedado solo. El grupo de extrema derecha no solo no va a ir a la manifestación, sino que ha ido más allá. Como muestra de su oposición ha decidido boicotear el evento —o al menos intentar restarle importancia— convocando para el 8-M la Asamblea General Ordinaria del partido en el Palacio de Vistalegre, en Madrid. La portavoz del partido en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ha destacado que «las mujeres de Vox» están «muy orgullosas de ser mujer todos los días del año y no hace falta llamar a los hombres violadores» para reafirmarse como tal. Monasterio también ha arremetido contra el PP por ir al 8-M y ha asegurado que con esta decisión «se somete al adoctrinamiento y al totalitarismo de la señora Calvo».
La formación ultraderechista tampoco ha acudido en otras ocasiones, aunque este año ha sido la primera vez que lo hacen con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados. En 2018 no tenían representantes públicos y en 2019 tan solo contaban con miembros en la Cámara andaluza.
En Vox se han mostrado siempre muy contrarios a lo que ellos califican como “ideología de género” porque a su juicio “crea desigualdad” y también insisten en “despolitizar” la violencia machista. Estar en contra de los movimientos feministas y de la violencia de género ha sido su carta de presentación. De hecho, consideran ineficiente el pacto de Estado que lucha contra esta lacra y en su lugar piden una ley de violencia intrafamiliar.