El expresidente de la Generalitat y eurodiputado, Carles Puigdemont, ha llamado este lunes a preparar un «escenario B» en caso de que la negociación con el Estado fracase sin renunciar a la vía unilateral, opción que no ha abandonado pese a considerar que debe ser el último recurso.
En una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, ha argumentado que si en el acto de Perpiñán (Francia) llamó a prepararse para la lucha definitiva «es porque hoy no se está preparado».
«Como estamos convencidos de que, por desgracia, la manera de llegar a la independencia deberá ser superando una pared que el Estado tiene preparada siempre para nosotros, y no a partir de una mesa de negociación en la que podamos acordar los términos de un referéndum, tenemos que llegar a la pared más preparados que en otoño de 2017», ha sostenido.
Según Puigdemont, aunque haya más del 50% de catalanes que voten opciones independentistas, el Estado no permitirá un referéndum , y por ello ha llamado a preparar un «escenario B».
En su opinión, si el Estado no tiene la voluntad de acordar los términos de un referéndum, no hay que renunciar a la vía unilateral: «No podemos renunciar a ella nunca. No solo porque es perfectamente legítimo, también porque tiene recorridos adecuados de reconocimiento internacional, y el caso de Kosovo es un ejemplo.
REFERÉNDUM DE MONTENEGRO
Sin embargo, ha insistido en que su apuesta pasa por celebrar un referéndum como el que hizo Montenegro en mayo de 2006, que permitía a los electores elegir entre la permanencia en Serbia y Montenegro o la independencia.
Al preguntársele si es compatible llamar a prepararse, con la mesa de negociación entre gobiernos, el expresidente no lo ve contradictorio, pero ha avisado de que «el ‘sit and talk’ (siéntate y habla) no puede ser un ‘wait and see’ (espera a ver)».
Pese a defender que hay que ir a las mesas de negociación, ha asegurado que de momento no está siendo «útil» porque no ha logrado ningún acuerdo, y cree que hay que tener esperanza y a la vez escepticismo para no levantar falsas expectativas.
Tras negar que el acto de Perpiñán fuera partidista, ha asegurado que recogió la transversalidad del Consell per la República, y ha opinado que los silbidos que se escucharon durante la intervención por vídeo del líder de ERC, Oriol Junqueras, no se dirigían a su persona y sí a las referencias que hizo al Estado.
Así, ha apelado al independentismo a coordinarse mejor, a sumar y a dejar de lado los «dogmatismos», porque, a su juicio, todas las voces que representan son necesarias y respetables.
Sobre que la CUP no asistiera al acto de Perpiñán, ha admitido que no le sorprende porque ya decidieron no sumarse al Consell per la República, del que sí forma parte un sector de la formación anticapitalista, Poble Lliure.
«Es legítimo estar en el Consell per la República o no estar, y esto no nos convierte a unos en unos vendedores de humo y a otros en ‘botiflers’. Cada uno tiene sus estrategias», ha concluido.