viernes, 13 diciembre 2024

Marruecos rechaza el «doble lenguaje» del Gobierno español y la hostilidad mediática

El ministro de Exteriores marroquí, Naser Bourita, ha rechazado este jueves lo que a su juicio es un «doble lenguaje» por parte del Gobierno español, denunciando que en ciertos «entornos» hay una visión desfasada respecto al reino a alauí.

En sus primeras declaraciones tras la llamada a consultas de la embajadora en España, Bourita ha recalcado que «Marruecos no acepta el doble lenguaje y las posiciones por parte de Madrid».

En opinión del ministro de Exteriores marroquí, el Gobierno español debe «ser consciente de que el Marruecos de hoy en día no es el de ayer» y por tanto en «ciertos entornos en España deben actualizar su visión» sobre el país vecino.

Bourita ha denunciado igualmente la «hostilidad mediática» en España contra Marruecos «a base de noticias falsas» pese a que la «verdadera fuente de la crisis», ha dicho a la agencia MAP según recogen otros medios, es la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

«Madrid debe dar muestra de transparencia con su opinión pública», ha defendido, subrayando que «la referencia al subdesarrollo del reino revela viejos reflejos» en España aunque Marruecos registra «tasas de crecimiento sostenidas a pesar de la crisis».

MALESTAR POR LAS PALABRAS DE ROBLES

Por lo que parece, las palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, han molestado en Rabat. «No vamos a aceptar chantajes, la integridad de España no es negociable ni está en juego y vamos a usar todos medios necesarios para garantizar la integridad territorial y vigilar las fronteras», ha dicho contundente Robles en una entrevista en RNE.

«Hemos escuchado las palabras agresión, chantaje, el subdesarrollado que la toma con la potencia europea. Eso demuestra que en ciertos entornos en España debe actualizar sus conocimientos», ha sostenido una fuente diplomática en declaraciones al medio Le Desk.

«Siguen mirando a Marruecos con las gafas del pasado, usando una lógica desfasada», ha lamentado, cuestionando el sentido que tendría para Marruecos hacer chantaje. «¿Con qué objetivo?», ha planteado. «Los últimos acontecimientos muestran que es España quien tiene un complejo» mientras que «Marruecos es claro y coherente en su actitud», ha reivindicado la fuente.

Desde el Gobierno se ha intentado en los últimos días no entrar en una escalada de declaraciones, pese a los sucesos vividos el lunes y el martes en Ceuta, con la entrada de más de 8.000 migrantes ante la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes.

Así, se ha evitado criticar a las autoridades marroquíes, atribuyendo la entrada masiva a diversas circunstancias, si bien la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, sí que trasladó a la embajadora marroquí, Karima Benyaich, el «disgusto» del Gobierno. La diplomática fue convocada a Exteriores el martes, horas antes de que su país la llamara a consultas.

Rabat ha dejado claro a lo largo del día que sigue sin dar por cerrada la crisis a la que pone nombre: Brahim Ghali. Así lo ha expuesto un alto cargo diplomático al portal le360.ma, considerado como próximo al Palacio de Mohamed VI.

«La crisis entre Marruecos y España tiene por nombre Brahim Ghali y no Ceuta», ha resumido, defendiendo que Rabat no ha actuado «por emoción, sino sobre la base de hechos tangibles que ponen en cruda prueba la asociación estratégica entre los dos países».

«Seguimos sin haber recibido explicación ni justificación de España», ha insistido este alto cargo, pese a que ya la semana pasada González Laya dijo que se habían dado las «explicaciones oportunas» al Gobierno marroquí y se ha defendido en todo momento que Ghali fue acogido por razones estrictamente humanitarias.

«El paréntesis migratorio no es el tema, es un ingrediente para recordar la importancia de la vecindad estratégica entre Marruecos y España», ha puntualizado el alto cargo diplomático, subrayando que el reino sigue a la espera de una «respuesta jurídica» en relación con Ghali, contra el que hay causas pendientes ante la Justicia española.

«El tiempo en el que se podía resolver una crisis con Marruecos con palmaditas en la espalda amistosas es cosa del pasado», ha advertido el responsable marroquí. «Marruecos espera de España actos», ha zanjado.