El presidente nacional del PP, Pablo Casado, ha defendido la coalición PP+Cs, «un frente común del constitucionalismo en positivo», como «única alternativa» a un PNV «supremacista y sectario», que «no es honrado» porque tiene a sus espaldas «casos muy graves de corrupción», y ha gestionado «mal» el ya «vertedero mortal» de la localidad vizcaína de Zaldibar.
Casado ha asegurado que «la única alternativa» al candidato del PNV a la reelección como Lehendakari, Iñigo Urkullu, es Carlos Iturgaiz, aspirante de la suma de populares y Ciudadanos en Euskadi. «La única alternativa al nacionalismo sectario es la coalición del PP+Cs, a la mala gestión y al supremacismo en la gestión, en lo político y me atrevería a decir, incluso, en la ética de reivindicar la historia tan dura (del terrorismo) en el País Vasco», ha subrayado.
El líder popular Casado ha visitado este viernes la localidad vizcaína de Ermua, acompañado del candidato a lehendakari de PP+Cs, Carlos Iturgaiz, y la presidenta interina de los populares vascos, Amaya Fernández, para mantener un encuentro con afiliados y cargos de la formación.
La visita de Pablo Casado al municipio vizcaíno, muy cercano al de Zaldibar, donde el 6 de febrero se produjo un derrumbe del vertedero de Verter Recycling, en el que resultaron sepultados dos trabajadores –cuyos cadáveres todavía no se han localizado–, se produce días después de que Alfonso Alonso dimitiera como presidente del PP vasco, después de que Génova designara a Iturgaiz como candidato a lehendakari, ante las divergencias por la conformación de las listas de la coalición con Ciudadanos en Euskadi.
Con este acto, el líder del PP e Iturgaiz han arrancado la precampaña a las elecciones del 5 de abril en una localidad especialmente simbólica para los populares, después de que el 10 de julio de 1997, ETA secuestrara al concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco, al que asesinó tres días más tarde, tras concluir el plazo que dio al Gobierno de José María Aznar para trasladar a los presos de la banda a Euskadi.
En la sede del PP del municipio, con una foto de grandes dimensiones de Blanco detrás, el aspirante a lehendakari ha recordado que el partido se ha hecho a base «de sangre, sudor y lágrimas», y ha apuntado que hoy todo el PP vasco está «unido» en defensa de «la unidad de España, la Constitución y las libertades».
Posteriormente, ha tomado la palabra Pablo Casado, que ha recordado que Ermua fue el «kilómetro cero de la dignidad y del ‘basta ya’, de la unión de todos los demócratas frente a la barbarie terrorista». «Cuando el corazón de Miguel Ángel Blanco dejó de latir, empezó a latir el corazón de toda una nación para decir ‘hasta aquí hemos llegado, vamos a derrotar a los que nos matan por defender la democracia'», ha aseverado.
Tras criticar que Pedro Sánchez ayer requirió del voto de EH Bildu para aprobar el techo de gasto, ha lamentado que el PSOE «se siga apoyando en Bildu, los herederos de los terroristas que aún no han condenado los asesinatos» de ETA.
Asimismo, ha apuntado que en Euskadi se necesitaba crear «un frente común en positivo» entre demócratas y, por eso, su partido ha sido «generoso» y concurrirá en coalición con Cs –partido que no tiene representación en la Comunidad Autónoma Vasca–, que ya tiene su precedente en ‘Navarra Suma’.
VERTEDERO DE ZALDIBAR
En su intervención, ha tenido duras críticas contra el PNV, al que ha pedido «responsabilidades» por la gestión del derrumbe del vertedero de Zaldibar y ha apuntado que, si llega a ocurrir en otras comunidades como en Galicia, se habría pedido la dimisión del presidente de la Xunta. «¿Por qué hay esa supuesta superioridad del nacionalismo cuando hay dos víctimas mortales?», se ha preguntado.
A su juicio, la formación jeltzale «ni gestiona bien ni defiende los intereses generales por todos por igual, ni mucho menos reivindica la mejor memoria democrática».
El líder de los populares considera que en esta campaña electoral se romperán «muchos tópicos», como «la supuesta eficacia u honradez del PNV porque tiene «casos muy graves de corrupción, como el ‘caso de Miguel’, que ha dado beneficios al PNV, o como el que se investiga de campañas electorales», y ha apuntado que ni Iñigo Urkullu ni Andoni Ortuzar «han asumido responsabilidades». «No es un partido honesto», ha aseverado.
Además, ha arremetido contra «el mantra de la buena gestión del PNV», para subrayar que en Zaldibar ha demostrado «una incapacidad de gestión pública y un ocultamiento de los datos». También ha apuntado que hay dos familias que todavía no han encontrado «el cuerpo de sus seres queridos».
No ha sabido gestionar la política de residuos y ha ocultado los efectos de políticas urbanísticas e industriales tremendamente peligrosas, incluso para la vida de trabajadores y para la salud pública de todos los municipios que están cerca», ha indicado.
Por ello, ha insistido en pedir responsabilidades porque «no vale con decir que pudo haber algún error». En este sentido, ha apuntado que ha habido un cúmulo de errores administrativos, «y quién sabe si interesados por motivos electorales y económicos, en la construcción, en la gestión y en el no mantenimiento de una infraestructura tan mal mantenida como el vertedero ya mortal de Zaldibar», ha añadido.
Ante el hecho de que el PNV sea socio de Gobierno del PSE-EE en Euskadi y del PSOE y Podemos en Madrid, cree que el PP es el único que «puede pedir exigencias» a los jeltzales, porque son «capaces de aliarse con los que presumen del comunismo. «Si alguien vota a Bildu, ya sabe que, al final, pactará con el PNV», ha aseverado.
CONCIERTO Y FORALIDAD
También se ha referido a la fiscalidad en Euskadi, que, a través del Concierto Económico, «tiene la oportunidad de ser más competitiva en España, y resulta que tiene impuesto más altos». «Queremos que el País Vasco, con su propio régimen foral, sea más competitivo, y cree más empleo», ha añadido. A su juicio, en Euskadi «hay una mala gestión y una endogamia nacionalista que se encarga del mantenimiento del poder por el poder».
También se ha referido al traspaso del régimen económico de la seguridad Social, acordado para su estudio entre Gobiernos vasco y central, y ha apuntado que el Gabinete Urkullu lo reclama «a riesgo de romper la solidaridad territorial, la igualdad de los pensionistas y la sostenibilidad de las pensiones de los jubilados vascos».
Tras recordar que en Euskadi el sistema «es deficitario», ha advertido de que «romper la caja única es una puñalada al corazón de la igualdad del Estado del bienestar de todos los españoles». Además, ha negado que esta competencia esté recogida en el Estatuto de Gernika, que solo la prevé «si no va contra el sistema de caja única». «Esto es una prebenda nacionalista», ha manifestado.
PRISIONES
Casado ha cargado contra la transferencia de la administración penitenciaria por «una cuestión de memoria a las víctimas del terrorismo». Según ha señalado, la petición de esta competencia «oculta un intento de que haya un régimen penitenciario discrecional y arbitrario por parte del Gobierno vasco, a favor de los 300 presos de la banda terrorista ETA que aún no se han arrepentido de sus crímenes y, en concreto, de los 200 que ya el Gobierno Vasco y el Sánchez, han dicho que son susceptibles de ser trasladados a las cárceles del País Vasco».
El dirigente popular ha vinculado la concesión de beneficios penitenciarios con el «rechazo expreso a la violencia» y la «colaboración efectiva» para resolver los 300 crímenes «que quedan impunes». «Estamos en contra del traspaso de Prisiones y pensamos que es algo que el PSOE, que también ha sufrido el zarpazo terrorista, no debería tolerar», ha concluido.