El Pequeño Nicolás’ encara hoy su tercer juicio, por falsificar el DNI a un amigo y aprobar selectividad

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido popularmente como ‘El Pequeño Nicolás’, vuelve este jueves al banquillo de los acusados para encarar un tercer juicio, esta vez, acusado de falsificar su Documento Nacional de Identidad (DNI) para que un amigo, al que habría pagado 6.000 euros, le suplantase en el examen de selectividad de 2012, por lo que se enfrenta a cuatro años y seis meses de cárcel.

La vista comienza maña Audiencia Provincial de Madrid, aunque está previsto que se extienda al 21 y el 25 de mayo. En esta ocasión, la Fiscalía le reclama cuatro años y medio de cárcel y una multa de 36.000 euros en calidad de cooperador necesario e inductor de un presunto delito de falsedad en documento oficial.

Según el informe policial entregado al Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, que fue el que instruyó el caso, Francisco Nicolás consiguió un DNI con sus datos y la fotografía de su amigo Manuel Avello para que este último le hiciera la prueba de acceso a la universidad que se celebró en septiembre de 2012.

Para ello, el joven habría contado con la ayuda de una funcionaria de la comisaría de Tetuán. Acusada de haber tramitado el DNI falso a sabiendas de que lo era, el Ministerio Público pide para ella cuatro años de prisión y 2.160 euros de multa como autora de un delito de falsedad en documento oficial.

En cuanto al amigo que hizo el examen en nombre de ‘El Pequeño Nicolás’, el Ministerio Fiscal le señala como cooperador necesario proponiendo que sea condenado a otros cuatro años de cárcel y a una multa de 1.620 euros.

OTROS COMPINCHES

A fin de evitar flecos sueltos, Gómez Iglesias habría informado a sus compañeros de clase vía WhatsApp de que un amigo le haría selectividad. De acuerdo con el informe policial, incluso envió fotos del suplantador al chat para que le reconociesen y «lo integrasen en el grupo».

Varios compañeros de Francisco Nicolás aseguraron en sus declaraciones que tanto el amigo como ellos iban a ser recompensados por el encubrimiento. Uno de los jóvenes concretó que Avello cobró 6.000 euros por hacer el examen.

El jefe de estudios del Instituto J.Y.J. también estaba al tanto de los planes del joven. En su caso, debía conseguir información sobre el profesor que iba a encargarse de los alumnos del centro educativo durante los exámenes de selectividad, ya que si conocía a Francisco Nicolás «truncaría todas las posibilidades de ser suplantado» y, a cambio, Gómez Iglesias prometió trabajo a sus hijas y a la pareja de una de ellas.

Francisco Nicolás hizo creer a una de las hijas que tenía una «estrecha relación» con el presidente del Grupo Pascual, Tomás Florencio Pascual. Con este objetivo, creó una cuenta de correo electrónico simulando que era el alto cargo del grupo de lácteos y le escribió varios mensajes asegurándole que iba a ser contratada en la empresa, de tal modo que ésta dejó su puesto de trabajo.

Finalmente, ‘El Pequeño Nicolás’ obtuvo un 8,25 en la prueba de acceso a la universidad, pese a que su nota media de bachillerato era un 5,53, lo que le permitió ingresar en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), adscrito a la Universidad Complutense de Madrid. En este centro estaba estudiando Derecho y Administración y Dirección de empresas cuando fue detenido.

TRES DÍAS DE JUICIO

Según han informado fuentes jurídicas, el primer día de juicio está prevista la formación de la Sala, la tramitación de las cuestiones previas, los interrogatorios de los tres acusados y la declaración en calidad de testigos de policías nacionales y del Inspector Jefe, J. Miguel T. S..

El viernes, 21 de mayo, declararán en calidad de testigos compañeros de clase de los procesados y varios empleados de la oficina de DNI y para el martes 25 de mayo está prevista la presentación de los informes periciales y los informes documentales propuestos por las partes.

El juicio proseguirá con las conclusiones e informes definitivos de calificación de cada una de las partes incursas en el procedimiento y concluirá con el acto voluntario de la toma de la denominada ‘última palabra’ de cada uno de los tres procesados, para quedar visto para sentencia.