Albert Rivera prepara su vuelta a la política y lo hará por la puerta grande de Barcelona. El exlíder de Ciudadanos y Génova tienen «muy buena sintonía», más cuando el ahora presidente de Martínez-Echeverría & Rivera prepara desde todos los recursos presentados ante el Tribunal Constitucional desde el 2020. El PP anunciará este fichaje estrella, que al mismo tiempo eclipsará la salida de Cayetana Álvarez de Toledo, al menos de las listas de la provincia, para las próximas elecciones generales.
Según afirman fuentes ‘populares’ a MONCLOA.com, Génova trabaja desde hace meses para poner la alfombra roja a Albert Rivera, una negociación que incluso ha sido desmentida por el propio jefe del PP, Pablo Casado. «Los contactos han sido siempre muy fluidos«, afirman las mismas fuentes.
Oficialmente, el PP ha abierto la puerta al posible regreso de Albert Rivera a la política, pero, según las mismas fuentes, el exlíder ‘naranja’ quiere un regreso por todo lo alto evitando lo sucedido con otros de sus excompañeros que han saltado de Ciudadanos al PP en cuestión de días.
EN BUSCA DEL EFECTO ALBERT RIVERA
El fichaje no será de forma inmediata. El PP busca un efecto en Cataluña similar al de Salvador Illa con los socialistas, una jugada que ha dejado un sabor muy agridulce. Ganar sin tener opción a gobernar por el veto de ERC.
Albert Rivera prepara así el terreno para poder ganar tiempo y adeptos a su causa, especialmente valores importantes dentro de los ‘naranjas’, aunque lo tendrá fácil debido a que muchos de ellos están buscando un nuevo hueco en la política y el exlíder de Cs podría ser su tabla de salvación para continuar recibiendo su sueldo del erario público. El ejemplo de quien se desnudó literalmente en su primera campaña electoral fue seguido por numerosos conservadores catalanes y la lucha por el centro derecha estaría servida.
El aterrizaje de Albert Rivera servirá para eliminar definitivamente a una de las diputadas del núcleo más duro del PP en los últimos años, Cayetana Álvarez de Toledo. Casado tendrá así la oportunidad de purgar a quien le criticó por el penoso resultado del pasado 14-F, cuando el PP sólo obtuvo tres escaños.
ÁLVAREZ DE TOLEDO, DE VALOR SEGURO A CRITICAR A CASADO
Álvarez de Toledo es diputada por Barcelona y fue número uno en las listas de las pasadas elecciones generales del 10-N. Los ‘populares‘ obtuvieron en Cataluña 287.714 votos en aquellos comicios. Apenas un año y tres meses después de aquella cita, los ‘populares’ se desplomaron hasta cosechar menos de la mitad, 109.453, sin apenas aparición de esta candidata. Pese a que los números le son favorables, la relación entre Álvarez de Toledo y Casado es nula.
De hecho, las críticas desde Génova a la diputada eran constantes por la dureza del discurso de ésta, un mensaje muy similar al de Vox y con quien competía por el mismo espacio político. Para Álvarez de Toledo, Casado ha sido el principal responsable de la debacle del PP catalán y le ve «incapaz de reconstruir el constitucionalismo».
LA ENTREVISTA QUE ENTERRÓ 100.000 VOTOS DEL PP
Casado, que vive de las rentas del pasado, sin rumbo fijo y dejándose aconsejar por empresarios de la esfera nacionalista, culpó de este nefasto resultado a la corrupción de Luis Bárcenas y la trama Gürtel.
No son pocas las voces que muestran las discrepancias con los criterios seguidos por Casado y Teodoro García Egea, secretario general del PP. A juicio de las fuentes consultadas, el líder del PP cometió un error al comer en casa de la familia Godó la tarde anterior a su fatídica entrevista en RAC1 en plena campaña electoral catalana.
CASADO SE DEJA ACONSEJAR POR EMPRESARIOS AFINES AL NACIONALISMO
«Se dejó engañar», apuntan fuentes bien informadas de aquel encuentro. «Le pidieron que moderase el mensaje y la cagó«, critican las mismas fuentes. Al día siguiente, Casado trató de desvincularse de la acción policial del 1-O, pese a ser el portavoz del PP. Esta intervención, según cuentan politólogos le costó hasta 100.000 votos en Cataluña, los que necesitó Vox para entrar en el Congreso con dos diputados.
«Yo ese día era el portavoz y no comparecí en rueda de prensa. Yo decidí no salir a explicar lo que estaba pasando», aseguró entonces Casado. «Para serle sincero, porqué no estaba de acuerdo con los que decían que se estaba votando en unas elecciones homologables (porque eso no eran elecciones homologables) ni con los que decían que no se estaba votando porque lo que se estaba viendo en televisión se tendría que haber evitado», dijo en esa misma intervención.
EL AUGE DE VOX PONE EN PELIGRO LA SUPERVIVENCIA DEL PP EN CATALUÑA
Todo pese a que aquel día 6.000 policías fueron abandonados a su suerte, en barcos unos y hoteles otros, en uno de los dispositivos peor coordinados que se recuerdan. También se quedaron huérfanos miles de constitucionalistas, que ahora prefieren quedarse en casa antes que salir a votar ante la falta de un proyecto que combata punto por punto todas las tesis del independentismo. Sin embargo, ningún partido hace este esfuerzo, tampoco Vox, para tratar de sembrar tras décadas de un independentismo decadente.
Estas declaraciones incendiaron los ánimos del constitucionalismo aún más. Casado no se refirió ni a la corrupción ni a Bárcenas, sino al golpe de Estado como un día que no debieron producirse cargas policiales, es decir, dejar votar a los independentistas con toda la paz para proclamar, como se hizo y aunque por sólo ocho segundos, la independencia de Cataluña tres semanas después.
SIN MÁS REFERENTES QUE ALEJANDRO FERNÁNDEZ, EL PP DEBE MOVERSE PARA EVITAR LA EXTINCIÓN EN CATALUÑA
La decisión de decir estas frases fue única y exclusivamente de Casado; la moderación acabó con las esperanzas de miles de constitucionalistas conservadores, que abandonaron la «esperanza» de Álvarez de Toledo, una líder ‘popular’ que sí sabe enfrentarse al independentismo sin fisura, aunque su tono sea menos dialogante. Con Albert Rivera, conocedor de la política catalana, el PP dejará de estar desnudo, aunque continuará sin un referente propio, de la casa. Ocurrió la misma situación el pasado 14-F. El PP fichó a Lorena Roldán, la exlíder de Cs en el Parlament, y a Eva Parera, ex de Unió y concejal con Manuel Valls en el Ayuntamiento de Barcelona. Ambas como segunda y tercera, ambas independientes.
Sin más referente que Alejandro Fernández, el PP tiene que echar mano de viejos conocidos, aunque trabajen en el despacho que les prepara los recursos ante el Constitucional. La relación entre el exlíder naranja y otros rostros conocidos fichados recientemente de los ‘naranjas’ podría acelerar los acontecimientos si el PSOE de Pedro Sánchez y Unidas Podemos rompieran eventualmente el Gobierno de coalición. Las fuentes consultadas creen que aguantaran la legislatura, pero las municipales y autonómicas podrían dejar muy tocados al PP y a Cs de cara al 2023.