La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha propuesto este lunes a sus homólogos de los distintos países de la Unión Europea que suscriban una carta dirigida a la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, invitándola a que el parlamento estadounidense participe en la Unión Interparlamentaria (UIP), como fórmula para implicar a este país en la cogobernanza mundial.
Batet ha realizado esta propuesta en el transcurso de la Conferencia de presidentes y presidentas de parlamentos de la Unión Europea y del Parlamento Europeo, que se ha celebrado telemáticamente desde Berlín.
«Se trata de invitar a EE.UU a involucrarse más activamente en la gobernanza mundial, en coherencia con la posición de mayor implicación multilateral marcada por la nueva administración Biden», ha señalado Batet.
La Unión Interparlamentaria, que fue fundada en 1889 y tiene su sede en Ginebra, es una institución para el fomento de la cooperación de los parlamentos entre sí, con el sistema de Naciones Unidas, tiene entre sus objetivos para promoción de la paz y la democracia a través del diálogo político.
Se la considera como la decana de las organizaciones políticas internacionales, cuenta con 178 parlamentos nacionales afiliados y 12 asambleas parlamentarias regionales asociadas, y goza del estatus de observador permanente dentro del sistema de Naciones Unidas.
REDES Y DEMOCRACIA
La Conferencia de presidentes y presidentas de parlamentos de la Unión Europea ha debatido también sobre las consecuencias para la democracia representativa que se derivan de la digitalización y del uso generalizado de las nuevas tecnologías.
En este sentido, Batet ha afirmado que «la digitalización y la participación son instrumentos útiles para el trabajo parlamentario, pero ni lo sustituyen ni deben transformar su esencia».
La presidenta del Congreso ha advertido del «peligro» que suponen las redes sociales en sentido de que «la radicalidad» encuentra un «gran altavoz» en las mismas y puede acabar marcando la agenda política.
En este punto, ha subrayado que, a diferencia de lo que ocurre en los debates en las redes sociales, en el parlamentarismo deben reinar los principios de «deliberación, pluralidad, regulación y ordenación del debate y posibilidad de acuerdo».
Esas son, a su juicio, «las características a mantener y defender, sean cuales sean los cambios y reformas que pretendan acercar al ciudadano al debate parlamentario o vincular el Parlamento con los debates sociales».
PRESERVAR LA INSTITUCIONALIDAD
«La institucionalidad de nuestros países debe estar más fuerte que nunca para hacer frente a las derivas populistas y demás riesgos a los que se enfrenta, ha defendido, alertando de que no hay que volver a caer en «las dialécticas amigo-enemigo» ni en «ofrecer soluciones sencillas a problemas complejos» porque eso conduce a «populismos, nacionalismos, totalitarismos».
Asimismo, Batet ha explicado a sus colegas europeos cómo las nuevas tecnologías han permitido que el Congreso continuara con sus plenas funciones durante toda la pandemia y han posibilitado la participación telemática de la ciudadanía en la Comisión de Reconstrucción.
No obstante, ha indicado que la presencialidad es un «elemento imprescindible en favor de la negociación y las posibilidades de acuerdo y en contra de las dinámicas de polarización, al mismo tiempo que ofrece garantía jurídica y garantía en el ejercicio de las funciones del parlamentario».