El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado muy crítico con el hecho de que finalmente en la medianoche de este sábado vaya a decaer el estado de alarma decretado a nivel estatal pese a la insistencia de varias comunidades autónomas de poder prolongarlo alguna semana más, escenario en el que ha mandado un aviso: «Si llega otra ola, a algunos les supondrá un adiós».
En rueda de prensa para explicar los pormenores de la nueva normativa en la región, García-Page ha dicho que «la ciudadanía tiene que entender que hoy cambian cosas hacia adelante por el esfuerzo de todos, y sólo la responsabilidad de todos puede hacer que estos pasos hacia adelante no signifiquen una marcha atrás», ha deseado García-Page, quien confía en que no aparezca una quinta ola de contagios en el territorio nacional.
Si esa ola llega, «a algunos les supondrá un adiós», ya que «toda gestión que hagan las administraciones públicas comportan una responsabilidad».
Así, prefiere que lo que se pueda decidir por consenso no acabe siendo «impuesto», en alusión al fin del estado de alarma sin más negociación por parte del Gobierno de España.
Al margen del «ruido» en los últimos meses, ha defendido que las autonomías han trabajado en armonía a lo largo de las últimas semanas, por lo que lamenta que decaiga finalmente el estado de alarma.