domingo, 24 noviembre 2024

Bares y ‘merchandising’, primer objetivo de la reforma contra la apología del franquismo

  • Los negocios que usan la imagen de Franco estarían afectados por la reforma del Código Penal.
  • La apología del franquismo incluiría la prohibición de no mostrar estos elementos en sitios públicos.
  • Los dueños de estos bares confían en que esto no se llegue a materializar. 
  • Banderas franquistas, símbolos falangistas, productos de alimentación con la cara de Franco y mucho rojo y amarillo por todos lados. Estos son algunos de los elementos que se pueden encontrar en varios bares y restaurantes repartidos por todo el territorio español. Su excesiva decoración ambientada en el fallecido dictador se ha convertido en su mayor atractivo y en el reclamo de los más curiosos, y también de los nostálgicos. Ahora esta seña de identidad podría estar en peligro. 

    La reciente reforma del Código Penal que ha anunciado el Gobierno pretende incorporar como delito la apología y exaltación del franquismo. Una norma, que de ser finalmente incluida, tocaría de lleno a los negocios y vendedores que rentabilizan al máximo los símbolos del fascismo español. 

    La abogada penalista en Eunoia Abogados, Elena Pedroche, explica que aún no está claro cuáles serán los elementos que se incluyan dentro de la apología, pero, “lo más seguro” es que el primero de ellos sea la prohibición de mostrar elementos franquistas en público, «como ocurre en otros países, como Alemania». “Los bares o negocios que vendan productos con referencias a Franco se verían obligados a eliminarlos”, sostiene Pedroche. Una posibilidad que los dueños de estos locales ni siquiera se han planteado. 

    ‘LA RUTA 36’: LOS BARES FRANQUISTAS

    Más de cuarenta años después de la muerte del dictador su imagen sigue más viva que nunca en varios restaurantes repartidos por toda la geografía española. La ruta 36 es el nombre que algunos han popularizado para referirse a estos locales, que van desde Despeñaperros hasta el más recóndito rincón de Pontevedra. Escuchar El Cara al Sol forma parte del menú y si comer rodeado con la cara del dictador —que sale hasta en el plato— no fuera suficiente, también puedes llevarte a casa un recuerdo con su imagen, por ejemplo, en forma de botella de vino.

    El negocio del franquismo se ha reavivado estos últimos meses a raíz de la exhumación de los restos del dictador del Valle de los Caídos, pero ahora podría tener sus días contados. La reforma del Código Penal afectaría de lleno a la comercialización de estos objetos, ya que previsiblemente una de sus primeras imposiciones será de prohibir mostrar simbología franquista en público y los bares son considerados espacios públicos. También podrían ser actos sancionables salir a la calle portando algunos de estos elementos o todos aquellos discursos que tengan la defensa de Francisco Franco como eje principal. 

    Chen es uno de los propietarios de un bar franquista. El local Oliva se ha convertido en uno de los atractivos más recurrentes del barrio madrileño de Usera, sobre todo, porque su dueño es un ciudadano chino y fiel seguidor de Franco. Chen se ha hecho famoso por su férrea defensa del dictador, a pesar de que procede de otro país y no ha vivido en primera persona su régimen. 

    Franco
    Chen, dueño del bar Oliva.

    Sonriente tras la barra de su mítico bar, situado a pocos metros de la Plaza de Legazpi, Chen se muestra tranquilo y algo ajeno al nuevo anuncio del Gobierno, a pesar de que esta norma afectaría profundamente a su negocio. “Si en España todavía hay Justicia no se va a llevar a cabo esta reforma”, afirma. Para él, resulta inexplicable que “haya alguien que pueda hablar mal de Franco”. 

    El dueño del bar Oliva no está preocupado, porque considera que esto realmente no llegará a materializarse. “No pueden obligarnos a quitar todo esto, en España hay mucha gente que piensa como yo”, añade. A pesar de estar confiado en que la reforma no va a producirse, Chen tiene claro cuál sería la solución si esto sucediera: “El pueblo se levantaría, si tiene sangre. No solo vale quejarse, se debería levantar como ocurrió en el año 36 para echar a la mierda”.

    No obstante, y a pesar de que finalmente se aprobara esta reforma, estos locales aún tendrían una oportunidad de subsistir. Según explica Pedroche, los bares estarían afectados porque se tratan de un lugar público, por lo que la solución para sobrevivir sería la de convertirse en asociación privada en la que dejaran entrar a socios concretos y así no se saltarían esta prohibición. Todo dependerá de cómo se redacte finalmente la apología del franquismo en el Código Penal. 

    LA FUNDACIÓN FRANCO Y EL ‘MERCHANDISING’

    Además de los bares con temática franquista, otras instituciones o negocios que estarán en riesgo son el ‘merchandising’ y la vigencia de la Fundación Franco. En el caso de la venta de productos, actualmente hay muchos portales online que explotan este negocio. La propia Amazon dispone de un amplio catálogo con diferentes artículos decorados con la cara de Franco, desde llaveros, hasta tazas pasando por la mítica bandera fascista. Al margen del gran portal americano, también hay otras páginas web dedicadas en exclusiva a la venta de estas reliquias. Y todas ellas tendrían que modificar su línea de negocio con la aprobación del delito de apología del franquismo.

    La Fundación Franco sería la otra gran institución que ve peligrar su continuidad. El presidente de la misma, Juan Chicharro Ortega, mantiene que esta reforma es “inconstitucional”, porque a su juicio va en contra de “los artículos 14, 16 y 20 de la Constitución”. Un punto que la abogada experta en Derecho Penal Elena Pedroche afirma que no se puede confirmar, porque se trata de una “valoración subjetiva”.

    Pedroche no puede asegurar que haya, como Chicharro mantiene, un atentado contra la libertad de expresión. La letrada, sin embargo, insiste en que de momento todo está en el aire y que la apología al franquismo habría que concretarla en un artículo específico del Código Penal, ya que es algo que no existe en la actualidad y se desconoce cómo se va a ejecutar finalmente. De momento esta posible reforma se trata de un anuncio, ya que para que sea efectivo necesitará el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso, algo que obligará a PSOE y Podemos a negociar con otros grupos.