Los contratos del BBVA con Villarejo: trabajo 24h al día, fines de semana y festivos

  • El BBVA suscribió contratos con empresas de Villarejo desde 2004 hasta 2017.
  • Estas entidades realizaron servicios que, según el juez, fueron ilícitos y atentaron contra derechos fundamentales.
  • El sumario de la pieza 9 de la operación Tándem ha sacado a la luz los contratos y sus cláusulas.
  • Los contratos que entre 2004 y 2017 suscribió el BBVA con el Club Exclusivo de Negocios y Transacciones (Cenyt), el entramado empresarial propiedad del excomisario José Manuel Villarejo y su socio Rafael Redondo, están incluidos en el sumario de la pieza separada número 9 de la macrocausa Tándem al que ha tenido acceso MONCLOA.COM. En ellos establece un servicio permanente de 24 horas al día, incluidos fines de semana y festivos.

    Después de que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, levantara el secreto de sumario de la investigación que inició en diciembre de 2018 a raíz de las revelaciones de este periódico, los medios de comunicación se han ido haciendo eco de una documentación que acumula miles y miles de folios y que recoge unas pesquisas que han puesto en el disparadero al BBVA y, sobre todo, al que fuera su presidente durante la época de esos contratos, Francisco González (FG).

    Entre toda esa información se encuentran los mentados contratos. El primero de ellos data de diciembre de 2004 y refleja una relación contractual de tres meses de duración en el que la marca V&V Development, propiedad de la sociedad Cenyt, prestará servicios de «análisis de información» al BBVA. Cerca de una decena de cláusulas fijan los términos de la relación entre ambas entidades entre las que destacan su duración ininterrumpida durante tres meses.

    «V&V prestará un asesoramiento continúo y sostenido, durante las VEINTICUATRO horas del día, sin interrupción de fines de semana ni festivos, desde el momento de la aprobación del presente contrato, hasta finales de febrero de 2005″, reza la segunda cláusula de ese primer acuerdo.

    Ese contrato especificaba que la empresa de Villarejo, en prisión provisional desde noviembre de 2017 por presuntos delitos de cohecho, organización criminal, blanqueo de capitales, extorsión, encubrimiento, falsedad documental o revelación de secretos, debía realizar análisis de áreas específicas.

    SERVICIOS ILÍCITOS

    Unos trabajos que, de acuerdo con el documento, se realizarían a través de auditorias de seguridad y también incluirían el control integral por anomalías funcionales, así como el uso inadecuado de sistemas, anómalas fugas de información, deslizamientos atípicos en los procesos de transmisión y recepción de datos o el control de conductas desleales.

    Con todo, la compañía se comprometía a actuar dentro de «la más estricta legalidad vigente«, algo que, de acuerdo con las pesquisas realizadas durante mas de dos años, no se habría cumplido.

    Según señaló el juez García Castellón en el auto por el que acordó el levantamiento del secreto de sumario de la pieza 9 las contrataciones del BBVA a Cenyt «tendrían por objeto el desarrollo de múltiples servicios de inteligencia y/o de investigación de carácter patrimonial, de carácter ilícito, atendida la incompatibilidad de los encargos asumidos Cenyt con su condición (la de Villarejo) de funcionario policial en activo (delito de cohecho pasivo)».

    Además, el instructor desataca que «el desarrollo de la prestación de los servicios contratados, implicó una reiterada injerencia en los derechos fundamentales de las personas mediante el acceso a su documentación bancaria (múltiples delitos de descubrimiento y revelación de secretos).»

    MÁS DE DIEZ MILLONES DE EUROS

    Los contratos entre el BBVA, que ha optado por guardar silencio tras las últimas revelaciones, y el grupo Cenyt se prorrogaron desde 2004 hasta el 2017, con la única interrupción de 2008 y 2009.

    Durante ese tiempo se realizaron una serie de pagos que sumaron un total de 10,2 millones de euros. Parte de un dinero que, según consta en el sumario, se empleó para espiar al expresidente de Ausbanc, Luis Pineda, y a su entorno familiar.

    El trabajo desembocó en una denuncia interpuesta de forma anónima por Villarejo, según sostiene la defensa de Pineda, y que fue el pistoletazo de salida de un procedimiento judicial por el que ahora el expresidente de Ausbanc se enfrenta a más de un siglo de prisión.

    A pesar de los esfuerzos de los abogados de las diez acusados del juicio de Ausbanc y Manos Limpias que se celebra en la actualidad en la Audiencia Nacional por suspenderlo por el escándalo que, a su juicio, ha supuesto las revelaciones del sumario de la pieza 9 de Tándem, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal ha acordado continuar con el procedimiento.