Cuando todos los partidos a excepción del Partido Popular reprochan a Rocío Monasterio su estrategia para ganar votos, desde el partido de Santiago Abascal se muestran satisfechos con el resultado. Es difícil para Vox competir con una versión tan liberal como la del PP de Madrid. Por esa razón Abascal ha optado por una campaña bronca, ruidosa y repleta de conflictos. La idea que circula dentro del partido es la de provocar. El cartel de Sol en el que se compara la pensión de una abuela con la de un MENA o entrar de lleno en la polémica de si las amenazas recibidas por el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, son reales o no despierta rechazo en el electorado progresista, pero sí que ha conseguido, según detallan los sociólogos consultados por MONCLOA.com, afianzar su núcleo duro de votantes. Puede que sean los más extremistas de la derecha, pero Vox no baja del 5% de los votos. Suficiente para seguir dando guerra.
Rocío Monasterio se hará con el 9,4% de los votos
La última encuesta de Metroscopia publicada por el diario El País confirma lo que todos los sondeos previos anunciaban: Vox tendrá representación parlamentaria en la Asamblea. En este caso, la prestigiosa empresa determina que Rocío Monasterio se hará con el 9,4% de los votos, lo que se reflejaría en una representación parlamentaria de 13 diputados, uno más que los que consiguió en mayo de 2019. Pero es que los sondeos más pesimistas con Vox, aquellos que incluso deslizaban la idea de que Monasterio podría quedarse fuera de la Asamblea de Madrid, también dan más de un 5% a la candidata de Vox. Resumen: el partido ha asegurado su supervivencia echándose en brazos de su núcleo electoral más duro a nivel ideológico.
Ante las encuestas, Abascal decidió seguir la línea de la campaña catalana pero subiendo un par de puntos el volumen. Para abrir el acto con fuerza, Vox decidió pasarse por el Puente de Vallecas para dirigirse (aparentemente) a los votantes que tiene en ese barrio madrileño. El resultado fue que las piedras volaron, los policías fueron pateados y la violencia reinó en este conocido barrio obrero de Madrid. Tras esto, no les tembló el pulso en poner un polémico cartel en Sol en el que se comparaba a un MENA con una abuela; concretamente, la pensión que cobra uno y otro a juicio de los de Abascal. Y aunque la Fiscalía pidiera retirarlo, Vox consiguió su objetivo, que no era otro que estimular la pasión de sus votantes con asuntos que a ellos les indignan.
No es la más adecuada de cara a la galería, pero está siendo efectiva. Los sondeos lo corroboran. Que Monasterio dude abiertamente de la veracidad de las amenazas recibidas por miembros del Gobierno, entre ellos Pablo Iglesias, tampoco sentó demasiado bien a los demás representantes. De hecho, Iglesias se levantó del plató de la Cadena SER y se fue. Mientras que la izqueirda se indignaba con el comportamiento de Monasterio, los suyos aplaudían que hubiera conseguido echar a Iglesias del debate. Mal para todos, bien para los suyos. Y si consigue que los suyos se queden con ella y no se vayan con Ayuso, la muleta del PP estará presente sí o sí.
AYUSO, PRESIDENTA
Lo que estaba claro es que Ayuso va a arrasar en las elecciones. El problema es que desde el Partido Popular entienden que si El País, con su sesgo ideológico flotando en las encuestas, da por hecho que la derecha arrasará en las elecciones y que los bloques sumarán con una Ayuso que duplicaría sus resultados, es que en realidad la presidenta de la Comunidad de Madrid está más cerca de la mayoría absoluta de lo que muchos piensan. El sueño húmedo de los populares podría hacerse realidad si El País ha sido comedido al exponer los resultados de Metroscopia. Desde el partido se respira euforia porque saben que la decisión de Ayuso de adelantar las elecciones ha sido muy acertada. Y si Vox tiene representación, todo está hecho.
Las probabilidades de que la izquierda sume son pequeñas. La derecha ha seducido al electorado madrileño con su promesa de apertura. Las claves en forma de nuevos impuestos y más restricciones en las que se apoya la izquierda no han gustado en la Comunidad de Madrid y puede que todos los partidos a excepción de Mónica García se lleven un batacazo importante. Solo Más Madrid parece recuperar el voto útil de la izquierda (que se lo roba al PSOE) mientras que el PSOE se hunde en la miseria con un elenco que no ha convencido ni al propio candidato Ángel Gabilondo.
EL VOTO ÚTIL
Las sensaciones en el PSOE son muy diferentes a las del PP. Los socialistas ya han asumido una derrota que no ha llegado. Su estrategia ha sido nefasta. Pero desde dentro aseguran a MONCLOA.com que la sensación es que la ciudadanía ha optado por dirigir el voto útil de la izquierda a Más Madrid y no a ellos. Se habla de sorpasso, pero sea como sea lo cierto es que los socialistas no superarán los 30 representantes en la Asamblea, tal y como aseguran sociólogos consultados a este medio. El PSOE va por las calles y los que se acercan lo tienen claro: «me gusta Mónica García».
Tras esto lo que tienen claro desde Ferraz es que culparán a Ángel Gabilondo del mal resultado y empezarán a promocionar a Hana «Kamala» Jalloul para que se haga con el control del PSOE en la Comunidad de Madrid. El plan B de Iván Redondo se pondrá en marcha. Si Gabilondo no salvava los muebles, se convertiría en el chivo expiatorio al que culparán de la debacle. Aunque en este caso quien tiene que ver con el desastre no es el catedrático, sino el control que el núcleo duro de Sánchez ha ejercido sobre el partido en Madrid.