Michelle Wyatt, de 45 años de edad, se encuentra en una situación realmente delicada. Hace 23 años le diagnosticaron síndrome de fatiga crónica y desde entonces ha vivido siempre con la dependencia de una silla de ruedas.
Debido a su discapacidad severa, Michelle Wyatt ha recibido durante estos años un pago de independencia personal, clave para poder subsistir. Sin embargo, desde hace un mes, esta ayuda le ha sido retirada.
Un asesor de beneficios realizó una visita a su domicilio y comprobó que Wyatt podía caminar desde su silla de ruedas hasta el sofá. Una distancia que literalmente son cuatro pasos. Para el asesor esto fue suficiente para concluir que la mujer «podía levantarse sin ayuda y que podría caminar más de 200 metros sin ayuda».
Esta falta de dinero ha provocado que Michelle Wyatt tenga que vivir en unas condiciones muy duras, sin calefacción ni agua caliente para evitar gastos, según informó al diario The Independent.
LA DURA VIDA DE MICHELLE WYATT
“He estado comiendo comidas preparadas de baja calidad. Me pusieron en una posición donde experimentaré un intenso acondicionamiento físico por falta de movimiento físico», señaló al mismo medio Michelle Wyatt.
“Sin mi silla eléctrica mi vida terminaría. Con ella, salgo todos los días a mi ciudad local. Me encuentro con amigos, voy a cafeterías, galerías de arte… Puedo subir a un autobús en la silla e ir a la playa y sentarme junto al mar en una tumbona. Incluso puedo subirme a un tren e ir a Londres ”, señaló afectada.
Tras conocer estas declaraciones, se ha abierto de nuevo el caso de Wyatt, que podría recuperar sus beneficios.
