El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, acata la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) que ratifica el cierre interior de la hostelería en la comunidad autónoma por el aumento de la incidencia del coronavirus, y que en su opinión está «muy bien fundada» y «argumentada».
Así lo ha manifestado este miércoles a preguntas de los periodistas sobre el auto que desestima la medida cautelar solicitada por el sector de suspender la prohibición de servir dentro de bares y restaurantes, y que «no es un capricho», y menos -ha apuntado el regionalista- «un capricho político» porque no lo decide el Gobierno o su jefe, sino Sanidad.
«A mí, las decisiones de los tribunales, no es la primera vez que lo digo, acatarlas», ha recordado Revilla, que cree que en este caso está «muy bien fundada». «Esto no es un capricho, lo que estamos haciendo», ha añadido.
En este sentido, ha reiterado que los acuerdos sobre la pandemia los adoptan las autoridades sanitarias, en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que estableció «cuatro semáfaros» en función de la evolución del Covid medida, a su vez, por distintos parámetros, como la incidencia acumulada de casos o pacientes en hospitales y unidades de cuidados intensivos.
Así, ha explicado el presidente cántabro, se ha «disparado» el número de contagios, «como era previsible» por la ‘cuarta ola’ que se esperaba tras la Semana Santa, aunque quizá no tenga «el rigor y la dureza» de las anteriores, ha apuntado.
De este modo, al pasarse de un nivel de alerta a otro superior, se ha adoptado una medida -cierre interior de la hostelería- que ha sido ratificada por el TSJC en una resolución que está «muy bien argumentada», y con la que «los jueces corroboran completamente la decisión de Sanidad y el informe de los que en esta materia tienen que opinar y saben, que son los especialistas medidos y no un presidente o un consejero», ha remachado Revilla, tras visitar la fábrica Vitrinor en Guriezo.
Se trata de la sexta vez en lo que va de pandemia que la Justicia ha denegado sus pretensiones a los hosteleros, que se mostraron «muy desolados y disgustados» al conocer la resolución.