El fiscal del Tribunal Supremo Javier Zaragoza ha presentado ante la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, su renuncia «irrevocable» al cargo como refuerzo de la Fiscalía Antidroga para el Campo de Gibraltar tras la polémica generada por su nombramiento. La Asociación de Fiscales anunció su intención de recurrir la designación ante el Tribunal Supremo.
Así lo expone Zaragoza en un escrito con fecha de este lunes en el que explica que «hace escasos días» ha conocido la intención de la asociación mayoritaria en la carrera fiscal de recurrir el Decreto de 15 de marzo de 2021 de la fiscal general en el que designaba al fiscal de Sala para este cargo.
Este recurso se suma a la impugnación de dicho decreto por parte del fiscal jefe Antidroga, José Antonio Noreña, que alegó que Delgado había hecho el nombramiento sin consultarle previamente y que denunció que la designación generaba un solapamiento de las funciones de coordinación que tiene encomendadas la Fiscalía Especial Antidroga. La impugnación fue rechazada.
Delgado ha aceptado la renuncia, según consta en un escrito en el que recuerda que la elección del fiscal Zaragoza para este cargo de refuerzo de la lucha contra el narcotráfico y el blanqueo de capitales en el área territorial del Campo de Gibraltar y zonas aledañas se debió a su «alta especialización» y «dilatado bagaje» en estas materias.
El fiscal del Supremo recuerda en su carta de renuncia que las tareas encomendadas siempre serían «en cooperación y sin menoscabo de las funciones que legalmente competen a la Fiscalía Antidroga y demás fiscalías provinciales y/o de área».
De hecho, apunta que pareció quedar «meridianamente claro» que este «supuesto solapamiento de funciones» no se iba a producir en la reunión que convocó Delgado el pasado 9 de marzo en la que estuvo presente el propio Noreña, además de la fiscal superior de Andalucía, de los fiscales delegados Antidroga de Cádiz, Campo de Gibraltar, Huelva y Málaga y del fiscal jefe de área de Algeciras.
Con todo ello, Zaragoza destaca que aceptó la propuesta de Delgado para la delegación en el Campo de Gibraltar «en el convencimiento de que, lejos de generar polémica, podría ejercer con espíritu constructivo e integrador de las tareas de refuerzo que me eran encomendadas, siempre con el exclusivo propósito de colaborar lealmente con los órganos del Ministerio Fiscal encargados de estas tareas y contribuir a mejorarla calidad de la respuesta legal frente al problema que representa el narcotráfico organizado en el Campo de Gibraltar».
EVITAR EL «DAÑO INSTITUCIONAL»
Por ello, para evitar una «situación que puede provocar un daño institucional irreparable para la imagen y la credibilidad del Ministerio Fiscal», considera que ni «puede» ni «debe» asumir el cargo designado por la fiscal general. Todo ello «por responsabilidad y por lealtad a la institución», indica.
«Es evidente que llevar a los tribunales mi nombramiento –en alusión al recurso anunciado por la AF ante la jurisdicción contenciosa-administrativa--, con el inconveniente añadido de colocar bajo el foco no solo la estructura y funcionamiento interno del Ministerio Público, sino también, en lo que a mí concierne, una trayectoria profesional de 40 años al servicio del Ministerio Fiscal en responsabilidades especialmente relevantes, no es el mejor escenario para poder desempeñar con eficacia el cometido que me ha sido encomendado», afirma Zaragoza.
Así, considera que, «en estas circunstancias, con un nombramiento cuestionado internamente y recurrido ante los tribunales», es «especialmente complicado» cumplir con la función que le ha sido encomendada.
Zaragoza señala también en su escrito que, desde que fue nombrado a mediados de marzo como refuerzo en el Campo de Gibraltar, ha mantenido diferentes «contactos y conversaciones», sin poder desplazarse hasta allí por las restricciones perimetrales impuestas por la pandemia, con los fiscales delegados Antidroga de la Provincia de Cádiz y con los más altos responsables de las unidades especializadas de la Policía Nacional, Guardia Civil, Servicio de Vigilancia Aduanera y del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).
De estas conversaciones, Zaragoza asegura que ha comprobado que la «enorme carga de trabajo» que están soportando los fiscales del territorio demuestra «la necesidad y la conveniencia de una implicación mucho más proactiva e intensa de los órganos especializados con competencia nacional en la investigación y persecución de estas actividades criminales».
Asimismo insta a valorar la posibilidad de ampliar la plantilla de fiscales dedicados a la lucha contra el narcotráfico y el blanqueo de capitales en el ámbito territorial definido y la implantación de la «exclusividad» en el ejercicio de tales funciones.
DELGADO «LAMENTA» LA RENUNCIA Y TOMARÁ LAS MEDIDAS NECESARIAS
Por su parte, Delgado «lamenta» la renuncia y destaca en un escrito dirigido a Zaragoza que su nombramiento «fue acogido con verdadera satisfacción» por asociaciones vecinales, Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado, sindicatos policiales e, incluso, la «cuasi-unanimidad de los responsables del Ministerio Fiscal concernidos e implicados directamente en la lucha contra esta lacra que supone el narcotráfico».
La fiscal general explica en su escrito que la designación de Zaragoza como refuerzo de la Fiscalía Antidroga en el Campo de Gibraltar vino motivada por su «preocupación y la de toda la institución» por el «incremento» de dichas actividades delictivas en la zona.
«Este fenómeno criminal que a día de hoy mantiene una indeseable capacidad de acción en esa zona geográfica, con los consiguientes perjuicios para la salud pública y el orden socioeconómico, hizo preciso la necesidad de arbitrar recursos para reforzar la presencia e intervención especializada del Ministerio Fiscal», detalla Delgado.
Con todo ello, «respeta» la decisión de Zaragoza basada en evitar que la «imagen y credibilidad» de la Fiscalía pueda «verse deteriorada por estériles polémicas y la oposición mediática de terceros» e informa de que adoptará «cuantas medidas resulten necesarias» para «acrecentar» la intervención del Ministerio Fiscal contra el narcotráfico.
«Potenciar la actuación de la Fiscalía Especial Antidroga en la investigación y persecución de estas actividades criminales y conseguir la mejora de las condiciones en que las y los fiscales desarrollan estas funciones en el Campo de Gibraltar serán prioritarias», asegura la fiscal general, que, además, «pone en valor» el trabajo desempeñado por los fiscales delegados y unidades policiales especializadas en dicha área territorial.