Cospedal pone en un brete europeo a Casado

El hecho de que María Dolores de Cospedal esté analizando la opción de ser la cabeza de cartel del PP para las próximas elecciones europeas, que se celebrarán en mayo de 2019, coloca al nuevo presidente del PP, Pablo Casado, en la tesitura de buscar acomodo al líder de los populares en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons.

Si hay algún dirigente valenciano con posibilidades de cosechar votos en las autonómicas y municipales del año que viene, ese es González Pons. Pero las reticencias de este último a regresar a la política valenciana dificultan la operación. Así las cosas, la exsecretaria general del PP tendrá la última palabra ya que para Casado fue una fiel aliada entre las primarias de afiliados y la celebración del congreso nacional del PP para vencer a Soraya Sáenz de Santamaría.

Cospedal tiene aún pendiente desvelar el desenlace de la reflexión personal sobre su futuro político en la que lleva inmersa varias semanas, pero personas próximas a ella ya deslizan que está mirando con interés el desafío de Bruselas. El escaparate del Parlamento Europeo puede servir de revulsivo a Cospedal a pesar de que mucha gente ve a la institución europea como un cementerio de elefantes. Si se trabaja a fondo puede ser un excelente altavoz para seguir presente en la política española.

«tenemos que ver cuáles son sus aspiraciones y sus planes de futuro para poder ver dónde puede ser más útil»

Buen ejemplo de ello es el caso de González Pons, quien tomó las riendas de la delegación española del PP tras la elección de Miguel Arias Cañete como comisario europeo y ha sido un ariete del independentismo catalán desde su escaño en la Eurocámara. Otros ejemplos de pasos exitosos por el Parlamento Europeo han sido los de José Manuel García Margallo e Íñigo Méndez de Vigo, quienes tuvieron una larga trayectoria política en Bruselas antes de desempeñar el cargo de ministros.

González Pons se enfrenta ahora al riesgo de que el nuevo presidente del PP le pida que sea cabeza de cartel en Valencia, algo que ya le ocurrió con Mariano Rajoy en las últimas elecciones generales de 2015 y 2016.

Los ofrecimientos del entonces presidente del Gobierno cayeron en saco roto ante las reticencias del primero a regresar a su región natal cuando los vientos de la corrupción aún no habían amainado. Ahora el contexto es distinto y esta posibilidad puede estar muy relacionada con las planes que Casado tenga para la candidatura a las europeas o los favores que le queden por pagar con la exsecretaria general del PP, por ejemplo.

COSPEDAL, «UNA EXCELENTE MINISTRA»

En el caso particular de Cospedal, su sucesor en el PP de Casado, Teodoro García Egea, comentó recientemente que “ha sido una excelente ministra y una muy buena secretaria general”, por lo que tendrá el puesto que desee y se adapte a su nueva etapa. “Ahora tenemos que ver cuáles son sus aspiraciones y sus planes de futuro para poder ver dónde puede ser más útil al Partido Popular y dónde se siente ella más útil. Tendremos que verlo a la vuelta de vacaciones”, apuntó en agosto.

El nuevo secretario general destacó que hay “un resurgir de todo el Partido Popular” tras el relevo interno y en el que nadie sobra. “La gente por la calle nos pide que no dejemos que esta gente del PSOE y de Podemos campen a sus anchas por el Parlamento para desgracia de los españoles y ahora tenemos que contar con todos”, subrayó García Egea.