El presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, lo tiene claro: el consejero de Fomento y Medio Ambiente de su comunidad, Juan Carlos Suárez-Quiñones, es un «torpe». En unas grabaciones a las que ha tenido acceso MONCLOA.COM, el cazador asegura que tiene intención de amenazar en la próxima reunión que tengan al consejero con pedir su cabeza política si no cede a sus demandas. «Como no nos hagas caso, vamos a pedir tu dimisión», asegura en los audios. «Porque eres un torpe, porque hasta ahora no has hecho más que recular y bajarte los pantalones», insiste el cazador.
Iturmendi está harto de cómo la Junta cede a las presiones «de cuatro mindundis», en referencia a grupos ecologistas y animalistas. Las palabras del presidente de la Federación de Caza están enmarcadas en su indignación tras conocer el borrador de la ley de aprovechamiento de recursos cinegéticos de Castilla y León. Algo que le indigna y le lleva, según sus propias palabras, a llamar al director general de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente para quejarse.
«Estamos desde el minuto uno pidiendo perdón por cazar, justificando la caza», asegura en las grabaciones. «Es necesaria para fijar poblaciones», justifica. «Al final de la conversación me ha dicho que nos vamos a reunir con el consejero ya», comenta el presidente de la Federación de Caza. Es ahí cuando detalla punto por punto sus intenciones. «Le voy a decir: como no nos hagas caso, vamos a pedir tu dimisión, porque eres un torpe, porque hasta ahora no has hecho más que recular y bajarte los pantalones», exclama en referencia a Suárez-Quiñones.
«Hasta aquí hemos llegado, ya está bien». El lobby de la Federación de Caza siempre ha colaborado con la Junta de Castilla y León. Algo que recuerda Iturmendi en las grabaciones. Nos hemos ofrecido para ir a apoyar y a caza y a contribuir con nuestra gente a controlar poblaciones en cualquier zona de la comunidad», detalla. Pero como el consejero no les ha tenido en cuenta para detallar el borrador, el presidente lo tiene claro: «al consejero le voy a decir lo mismo que os estoy diciendo a vosotros».
El presidente de la Federación de Caza considera que desde la Junta solo se pretende contentar a «animalistas» y a «radicales». Un síntoma de ello, según el propio Iturmendi, es que la ley de caza haya pasado a llamarse ley de aprovechamiento de recursos cinegéticos. Y como Suárez-Quiñones no hace más que «bajarse los pantalones» ante este tipo de colectivos, Iturmendi considera que el lobby debe exigir su dimisión, siempre que no les haga caso en sus demandas y no le reserve a la Federación un espacio importante.
Iturmendi no tiene excesivos complejos con esta información. No le importa (y así lo detalla en las grabaciones) que se haga «un mal uso» de sus palabras, pues entiende que las presiones que pretende ejercer contra el consejero son lógicas. «No lo voy a consentir», detalla en una de las grabaciones a las que ha tenido acceso este medio.
UNA GESTIÓN DESASTROSA
La Justicia ha puesto en más de una ocasión en el punto de mira a la gestión de la caza en Castilla y León. Tanto es así, que las sentencias se han sucedido una tras otra hasta el punto de ilegalizar todo un plan cinegético relacionado con el lobo ibérico. La matanza de lobos que tuvo lugar entre 2016 y 2019 fue ilegal. Y todo parece indicar que el nuevo plan aprobado seguirá los mismos pasos que el anterior.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) declaró ilegal este 27 de diciembre el programa de caza del lobo de 2016 a 2019. En ese tiempo, la administración autonómica aprobó matar a 173 lobos al norte del río Duero en la comunidad. Ahora, la Junta tendrá que reparar el daño causado, además de pagar las costas del juicio. Con esta sentencia, el nuevo plan de la autonomía que prevé matar a 339 lobos en los próximos tres años ha quedado en entredicho. Sin embargo, la administración ha mostrado su intención de recurrir el fallo.
Uno de los puntos flojos de estos planes cinegéticos desarrollados y aprobados por la Junta son los censos. Estos informes que dan la cifra de lobos al norte del Duero en la comunidad autónoma son para los expertos, cuanto menos, polémicos. Este recuento lo hacen empresas privadas subcontratadas tanto por la Junta como por los gestores de los cotos de caza. Y aún así, la Junta asegura que en Castilla y León viven 1.051 lobos al norte del río. Una cifra que los técnicos consideran alejada de la realidad.