Más Madrid tiene un problema de caras visibles. Los hay que valen un «potosí» como es el caso de Tania Sánchez y los hay que se dedican a disfrutar de carreras de caballos y a vivir de lo público desde que tienen recuerdos, como es el caso del concejal Jorge García Castaño. El líder de Más País, Íñigo Errejón, quiere abordar cambios en su formación para darle más entidad. El caso de Tania y Jorge es solo un ejemplo muy ilustrativo que es toda una declaración de intenciones. Más Madrid quiere seducir a Tania Sánchez, un valor innegable dentro del partido, para que dé un paso adelante y desprenderse de «lacras» como García Castaño, que nadie se explica todavía qué pinta en el Ayuntamiento, pues las cuotas de su BMW 330 ya deben estar pagadas.
Insistimos en que es solo un ejemplo, pero hay muchos más perfiles de la etapa de la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena que Errejón quiere depurar cuanto antes para dar paso a nuevos valores. Ser «más vago que Jorge García Castaño» aún no es una expresión del refranero español reconocida por la RAE, pero al tiempo. El concejal tuvo su momento con Carmena como delegado del Área municipal de Economía y Hacienda de la capital, pero, además de que su gestión no fue nada elogiable, no ha hecho nada más que vivir de lo público desde que tiene consciencia. En los pasillos del Ayuntamiento se habla más de la pasión de García Castaño por la hípica que de cualquier otra cosa, una comidilla solo igualada por las dudas que suscita si habrá pagado las cuotas de su flamante BMW 330. Por lo demás, en los últimos meses no se le recuerda una aparición decente más allá de sus incisivos tuits.
Ser «más vago que Jorge García Castaño» aún no es una expresión del refranero español reconocida por la RAE, pero al tiempo
El ejemplo de García Castaño se puede enriquecer con alguien de más peso todavía, como es Rita Maestre, o seguir con los diputados de Equo, que se han aferrado cual mejillón al partido de Errejón para sobrevivir de lo público soltando alguna que otra pincelada por el medio ambiente como rememorar Madrid Central cada cinco minutos. Pero lo que de verdad quiere el partido de Errejón es sacar de su cueva a Tania Sánchez. Ella fue quien urdió los mimbres del partido y cuesta encontrar a alguien del entorno de su formación y de otras de la oposición que no reconozcan que Tania es la «más válida» de Más Madrid, Más País o como Errejón prefiera llamarlo.
Tania tiene el respeto de todos. Ni buscando a malas se encuentra un comentario negativo de ella. De hecho, lo que han reconocido fuentes de la oposición a MONCLOA.com es que cualquier cosa en la que ella trabajara siempre el resultado se reflejaba brillante, sino que le recuerden a Sánchez su etapa como diputada en Podemos y su aportación en materia de Defensa (especialmente en un informe elaborado por ella que los expertos han valorado como «brillante»). El problema es que Tania se niega a dar un paso adelante. Quiere una vida tranquila y esto da paso a que «lacras» como García Castaño sigan aferradas como una lapa a lo público.
Sacar a Tania de la cueva no solo supondría tener una política respetada y reconocida que se plantó ante el vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos cuando intentó humillarla. También traería consigo un nuevo equipo. La idea de Errejón es poner a Sánchez al frente de la candidatura de su partido a la alcaldía de Madrid. Vamos, sustituir a la otra «lacra» Rita Maestre para que Tania llegue y ponga orden no solo con su presencia, sino con el hecho de buscar un nuevo equipo que represente sus intereses y goce de su confianza. Y es aquí, en este hipotético momento, cuando a García Castaño le tiemblan las piernas desde su precioso piso en el centro de Madrid.
Hay muchos en las listas de Maestre que están hartos del ridículo espantoso que hace su partido ante José Luis Martínez Almeida. Ver a Maestre fuera del pleno diciendo que «pasa» de entrar «tía» es más común de lo que parece, pues basta con darse una vuelta y seguir a la representante. Tampoco es casual que haya habido cuatro ediles de Más Madrid hayan decidido montar un grupo mixto por su cuenta y dejar los caprichos de Rita a un lado. Los concejales Marta Higueras, Luis Cueto, José Manuel Calvo y Felipe Llamas se fueron porque estaban hartos, pero si volviera Tania, otro gallo cantaría.
Es curioso cómo el perfil de las lacras de Más Madrid que quieren expulsar es similar. Todos viven en el centro de Madrid y tienen una larga trayectoria viviendo de lo público. Es cierto que el caso de García Castaño es exagerado, pues para él el sector privado es una cosa extraña que sale en las películas americanas y el no cobrar 14 pagas anuales es ciencia ficción digna de un Emmy. Se caería de culo si supiera que su BMW de más de 40.000 euros lo fabricaron personas que no cobran un salario público.
Como él, está Rita Maestre, otro perfil que no sabe lo que es trabajar y que desde que tiene uso de razón ha cobrado un sueldo público por quejarse de las injusticias que aquejan a esos mileuristas que debe asociar con los unicornios y las quimeras. El resumen es que Errejón quiere un equipo más solvente y sabe quién quiere que lo dirija. Pero el problema es que Tania se sigue negando y no quiere pasar a la primera línea política, pues cuando lo hizo la cosa no salió bien y ella no quiere entrometerse en este baile de cotilleos, puñaladas traperas y delealtades que es la política. «Para una que merece la pena y se niega», piensan muchos desde Más Madrid.