La sexualidad masculina no es tan superficial como alcanzar el clímax con la eyaculación. Al igual que la mujer, en el hombre también existen puntos erógenos que estimulan el orgasmo y la experiencia sexual más allá del coito. Ya sea por pundonor o por desconocimiento, incluso los hombres desconocen la existencia del punto P y su alto poder erótico. VivelaVita: SexShop, sex shop online, nos explica que es el punto P y cómo alcanzarlo para conseguir encuentros más satisfactorios y placenteros.
Los puntos erógenos masculinos, los grandes desconocidos
El hombre, como la mujer, posee ciertas partes (órganos o zonas) que al estimularlas generan excitación sexual y placer erótico debido a la cantidad de terminaciones nerviosas que poseen. La activación implica desde caricias, besos, masajes o incluso la simulación. La excitación generada facilita que la persona alcance el orgasmo con mayor plenitud.
En este sentido, existen dos niveles de zonas erógenas: las primarias, relacionadas con órganos sexuales, y los secundarios, o puntos excitantes según la propia persona. Esto es, se conoce su poder como zona erógena, pero puede que para un hombre o una mujer en concreto no sea realmente estimulante.
Las zonas erógenas principales del hombre son el pene, y más concretamente el frenillo por su alta sensibilidad, el escroto o el rafe -línea central que une las mitades del escroto. Más desconocido es el poder erótico del perineo, las nalgas y el ano. En efecto, la zona anal, circundante o interna, es muy sensible y al mismo tiempo estimulante para el hombre, aunque muchos se niegan a sí mismos ese punto erógeno.
Otras áreas como los muslos -específicamente la zona próxima a los genitales-, la boca y los labios resultan excitantes para la mayoría de los hombres, del mismo modo que la oreja. La anatomía masculina permite además que áreas tan comunes como el cuello o la nuca resulten estimulantes.
El punto P: qué es y cómo estimularlo
VivesexShop explica que, hasta hace relativamente poco, mencionar el punto P, su ubicación y cómo alcanzarlo, era un tema tabú en la pareja. Principalmente por el miedo de él a identificar erróneamente que sentir placer en esta zona y en el modo de llegar a ella, con prácticas sexuales homosexuales. Lo cierto es que el punto P lleva a los hombres a experimentar orgasmos increíbles.
Esta zona erógena masculina radica en la próstata, justo debajo de la vejiga. La próstata también actúa en la eyaculación: la excitación masculina inflama la zona por lo que al presionarla, el hombre consigue orgasmos más intensos y prolongados de forma natural.
Para su estimulación, explican los sexólogos de VivesexShop, se puede introducir un dedo o un vibrador u optar por masajear y presionar levemente la zona del perineo. Una tercera opción sería aplicar esta técnica a la zona anal, sin llegar a la penetración. Por supuesto, la higiene en ambos partícipes es vital para una relación segura y placentera. En el caso de que la estimulación genere algo de escozor, recomiendan utilizar lubricantes, que, además, preparan la zona para vivir con mayor intensidad la experiencia.
Si se desea encontrar y tocar físicamente el punto P se ha de introducir el dedo o los dedos en la zona anal apuntando hacia arriba. La próstata está a unos 5 cm, por lo que tampoco supone una penetración profunda. Se sabe que se ha alcanzado el punto P de la próstata porque se sienten ganas de orinar y al mismo tiempo una sensación de euforia sexual.