Uno de los cuatro acusados de ‘la manada de Sabadell’ ha declarado este miércoles que mantuvo «una relación sexual consentida» con la víctima, mientras que los otros tres han sostenido que no estuvieron en la nave industrial donde ocurrió la agresión.
De los cuatro procesados, la Fiscalía considera presunto autor material de la agresión sexual solo a uno –junto a otros dos sospechosos no enjuiciados porque a uno se le identificó y el otro se fugó durante la investigación– y a los otros tres cooperadores necesarios por presuntamente estar en la sala contigua y no impedir la violación.
El acusado como autor material ha mantenido que estaba en la nave industrial abandonada, donde había una fiesta con otras 10 personas, y que la chica llegó sobre las 6 de la madrugada con otro joven «como si estuvieran abrazados».
«Voluntariamente, te lo juro por dios y por mi madre», ha contestado a su abogada cuando le ha preguntado si la chica entró en la habitación por su propia voluntad.
En cambio, la denunciante declaró el martes que un hombre la abordó por la calle al salir de un bar, la violó y después la llevó a una nave abandonada donde tres hombres la agredieron por turnos.
El acusado ha sostenido que mantuvieron relaciones y ha negado de plano que la violara ni que la abordara para obligarla a ir al edificio abandonado: «Lo juro por dios, si yo estuve en ese bar que me lleven a la cárcel de por vida».
El fiscal, que ha mantenido su petición de condenas tras escuchar a los acusados, reclama una pena de 40 años y medio para el acusado considerado autor material, y de 37 y medio para el resto.
OTROS NIEGAN QUE PRESENCIARAN LA VIOLACIÓN
Los otros tres acusados, que como el primero solo han respondido al interrogatorio de sus defensas, han negado que presenciaran la violación desde una sala contigua en la misma nave industrial, tratando de eludir una condena como cooperadores necesarios.
Uno de ellos ha reconocido que estuvo en el mismo bar que la joven, pero ha relatado que se fue antes, ha dicho que no la vio y ha asegurado que llegó a la nave –donde fue detenido– sobre las 8 de la mañana, cuando la chica ya se había ido.
Otro de los acusados ha asegurado que pasó la noche en casa de un amigo con su novia –el martes, la mujer testificó en el mismo sentido– y que solo pasó unos minutos en la nave antes de que llegara la denunciante; mientras que el último en declarar ha afirmado que pasó la noche en una fiesta, que no vio a ninguno de los otros acusados y que no llegó a la nave industrial hasta el día siguiente.
GRABACIONES DEL BAR
En la segunda sesión del juicio en la sección 6 de la Audiencia de Barcelona también han comparecido varios peritos, la ginecóloga que atendió a la víctima en urgencias y agentes de los Mossos d’Esquadra que investigaron el caso.
Han detallado que las grabaciones de las cámaras de seguridad del bar donde estuvo la joven muestran, como ella declaró, que dos hombres la increparon reiteradamente cada vez que pasaba cerca de su mesa.
Con las imágenes, ella reconoció a uno de los acusados, y en las imágenes también se ve a otro esperar sentado ante el bar y seguirla cuando se marcha.
DEFENSAS
A lo largo del juicio, las defensas de los acusados han intentado sembrar dudas sobre las ruedas de reconocimiento y la identificación de los sospechosos, aludiendo a aspectos como la visibilidad o la luz que había al verlos.
Uno de los abogados defensores también ha cuestionado la actuación de los Mossos d’Esquadra al detener a su defendido, preguntando si en la comitiva había algún abogado, si le leyeron sus derechos antes de interrogarlo y por qué motivos decidieron el arresto.