El sindicato a fin a Vox, formación dirigida por Santiago Abascal, irrumpe en grandes empresas españolas. Inditex, Cepsa, Ford, Samur, Iberia y la Administración Pública, entre otras, son las empresas donde ya han obtenido representación en apenas un año de vida. El sindicato está presente en más de 100 entidades.
Solidaridad ha penetrado en la mayoría de empresas de Seguridad, uno de los sectores con empleo más precario y que más sufre las consecuencias generadas por la pérdida de valores y respeto hacia los trabajadores. Así, está presente en Eulen y Prosegur, dos buques insignia de España.
En sólo un año de vida ya tiene 11.000 afiliados, cerca del 1% de los que tiene UGT. «La acogida está siendo magnífica», ha afirmado Rodrigo Alonso, secretario general de Solidaridad, a preguntas de MONCLOA.com. Sin embargo, para el sindicato es más importante conseguir cerca de un centenar de «secciones sindicales» y obtener representación en todas las elecciones a las que se han presentado. Al acercarse a los problemas reales, el sindicato impulsado por Vox cuenta con agricultores, directores financieros, riders y autónomos, junto con estudiantes, abogados, amas de casa, mecánicos y hasta jubilados.
DESTAPAR LA CAJA DE PANDORA DE UGT
El objetivo del sindicato es «destapar la caja de pandora» de UGT, liderado por Josep María Álvarez, y de CCOO, encabezado por Unai Sordo. En este sentido, su principal fin pasa por «terminar con la mafia instaurada por estos sindicatos en muchas empresas españolas».
Alonso ha acusado a ambos sindicatos de implantar «auténticas mafias en todos los centros de trabajo«. Al respecto, considera que desde un punto de vista externo al mundo sindical, ambas organizaciones cuentan con casos de corrupción puntuales, siguiendo la tónica general de España.
«Cuando bajas al barro y empiezas a entrar en empresas, compruebas de primera mano como estos sindicatos han implantado auténticas mafias en todos los centros de trabajo», ha explicado. Así, ha enumerado algunas de las malas prácticas de estos dos sindicatos. Entre ellas, ha destacado el «señalamiento a no afines«, junto a «privilegios económicos a cambio de silencio, enchufismo, extorsión, engaño y un sinfín que nada tiene que ver con la defensa de los derechos laborales. «Han montado auténticos chiringuitos a costa de engañar a los trabajadores», ha enfatizado.
NO ENTRA EN DISPUTAS IDEOLÓGICAS
UGT ha sido uno de los sindicatos que han criticado con mayor dureza a Solidaridad. «Nos deseó la peor de las suertes», ha señalado Alonso. Sin embargo, la batalla de esta nueva organización está lejos de entrar en «las disputas ideológicas estúpidas«. Así, ha recordado que el sindicato nace «para convertirse en una herramienta al servicio de los trabajadores para representar, proteger y defender sus intereses«.
Solidaridad ha recogido afiliados de UGT y CCOO, que pretenden despreciar a la nueva organización. «Esto es el indicativo más claro de que los trabajadores no están preocupados por la ideología de género, la memoria histórica y las series de Netflix, sino que les preocupa pagar la hipoteca, poder formar una familia o tener un sueldo digno«, ha afirmado Alonso.
Mirando a los ojos a Josep María Álvarez, el secretario general de Solidaridad le recordaría que «han sido ellos quienes han apuntalado la reducción de derechos laborales que hoy sufren los trabajadores de España». «No puedes hablar de precariedad cuando eres tú quien negocia los convenios que la crean», ha incidido. También diría al jefe de UGT que «nunca han representado a los trabajadores y que hoy son directamente sus enemigos».
EN CONTRA DE LA AGENDA 2030
Solidaridad se ha mostrado contrario a la Agenda 2030, una de las medidas estrella del Gobierno y de Bruselas. En España, la responsabilidad recae sobre Ione Belarra, vicepresidente y secretaria de Estado para la Agenda 2030. «Apoyando y fomentado la Agenda 2030 apoyas y fomentas la ruina de los trabajadores», ha asegurado Alonso.
Por otro lado, también preguntaría a Álvarez por su apoyo a «todas aquellas causas ideológicas que son contrarias a los intereses de las clases medias y trabajadoras». En esta línea, ha destacado que «los sindicatos convencionales han enfrentado a los trabajadores a través de ideologías como el feminismo, el ecologismo o su creciente apoyo al separatismo catalán y a terroristas como Otegui». «Nos posiciones enfrente de todo eso», ha apostillado.
OTRAS CARGAS CONTRA UGT Y CCOO
«Frente a la lucha por el poder político, la traición de los sindicatos y la implantación de una agenda ideológica divisoria, nosotros defenderemos los derechos e intereses reales de los trabajadores de España», ha considerado. En su objetivo, Solidaridad no descarta alianzas con otras organizaciones, siempre y cuando tengan clara la premisa de «solucionar los problemas de la gente». «España es un país mayoritariamente compuesto por pequeñas y medianas empresas, ¿Qué sentido tiene hablar de clases? ¿Es acaso un panadero un burgués y su empleado un proletario explotado? Obviamente esto no es así», ha ejemplificado.
Solidaridad rechaza las comparaciones con el «sindicato vertical». A su juicio, sólo se utiliza este término para «criminalizarnos». «Este término, como tantos otros, solo es utilizado como arma arrojadiza ante la falta de argumentos«, ha dicho Alonso, quien resta importancia a estos insultos. «Estamos aquí por y para los trabajadores», ha recordado, al tiempo que tacha de «cómplices de la destrucción del trabajo en España a quienes lo hacen.