Solidaridad, el sindicato afín a Vox, crece y no sólo en los barrios obreros, sino en importantes empresas de seguridad, como Eulen y Prosegur, junto a otras entidades del metal en Asturias, según ha podido saber MONCLOA.com. Alejado de la ideología, el sindicato denuncia la falta de acción de UGT y CCOO en esta pandemia, pese al creciente número de parados, que roza los cuatro millones, según las cifras oficiales del Ministerio de Trabajo publicadas este martes.
Tras poco más de un año en activo, el sindicato cuenta con delegados en 20 empresas y tiene sección sindical en otras 120, según las fuentes consultadas por este medio. Este brazo social de Vox justifica su irrupción en el tejido económico por el silencio de los sindicatos tradicionales ante la gestión de la crisis sanitaria del Gobierno de Pedro Sánchez. A su juicio, se está «machacando» a los trabajadores en esta pandemia debido a los cierres selectivos del Gobierno y de los distintos ejecutivos autonómicos.
El sindicato se aleja de la ideología y su único fin es apoyar a los empleados de distintos sectores. Estos representantes están presentes en Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia y Asturias, entre otras provincias, pero también en Andalucía.
SOLIDARIDAD CRECE EN MADRID, MURCIA Y ANDALUCÍA
Su radio de acción no se limita únicamente a los barrios y municipios obreros, que corresponderían con los llamados «cinturones rojos» de las grandes urbes. En Madrid, por ejemplo, tienen fuerte presencia en pueblos con rentas altas, como Alcobendas o San Sebastián de los Reyes, junto con empresas con sede en el centro de la capital. «No limitamos nuestra acción», han afirmado fuentes del sindicato a este medio. Además, no sólo se encarga de poner en su sitio a CCOO y UGT, a los que definen como «sindicatos de clase», apoltronados en los sillones mientras cobran por los ERE que se pactan en las empresas.
La creación de este sindicato ha puesto nervioso sobre todo a Josep María Álvarez, líder de UGT a nivel nacional. La orden es ahora criticar a Solidaridad por tierra, mar y aire, como si de un verdadero peligro se tratara. La sección de comunicación se encarga de desprestigiar a Solidaridad, ya no sólo a través de comentarios en Twitter, sino también en extensos artículos donde poco menos se les tacha de fascistas. Cabe recordar que todos los cargos electos del PSOE y del PSC tienen que estar afiliados a UGT, según los estatutos de ambos partidos.
UGT, EL SINDICATO ‘CALLAO’ CON 4 MILLONES DE PARADOS
UGT se ha hecho un Ángel Gabilondo durante toda la pandemia y crisis económica derivada de la misma. El sindicato de Josep María Álvarez permanece ‘callao’, como Ángel Gabilondo ‘el aburrido’, durante esta campaña electoral en Madrid. Este sindicato no ha realizado ni una sola movilización ante los alarmantes datos de paro, pero sí ha covocado manifestaciones de cara al 8-M.
Lejos de criticar al Gobierno por su gestión, el sindicato sí aprovecha el tiempo para cargar contra Solidaridad a la mínima oportunidad. La animadversión de los sindicatos de clase contra el sindicato afín a Vox se plasma en redes sociales y en extensos artículos de opinión. No hay reparo en insultar y menospreciar a la competencia, como comparaciones con el «nacionalsindicalismo» de Hitler.
La creación de Solidaridad, según UGT, supone «un preocupante paso más de Vox en el afianzamiento hacia posturas que recuerdan los movimientos autoritarios de la derecha del siglo XX». Cuyos fines tienen «el mismo barniz ideológico que el franquismo más duro de la posguerra». Así, se deshace en descalificativos hacia esta nueva fuerza, al que tildan también de «engendro» creado por «los émulos del franquismo».
A su juicio, no se ha creado para defender a los trabajadores sino para ir «contra el sindicalismo de clase y por una estrategia exclusivamente política en busca de más rédito electoral». Para UGT, Solidaridad «no aporta ni riqueza intelectual ni nuevos proyectos».
EL PASADO INDEPENDENTISTA DEL LÍDER DE UGT
la presencia de este sindicato, relacionándolo con «el pasado falangista» de Jorge Buixadé, vicepresidente primero de Vox. El sindicato de clase, liderado por un independentista catalán que llegó a cambiar su nombre propio para ser más cercano al nacionalismo regional, aseguró que la creación de Solidaridad «tiene un claro propósito electoral», ya que se presentó antes de las elecciones gallegas y vascas. Al tiempo que afirmó que «surge de la necesidad de la organización de buscar ampliar su base social entre las capas populares y clases trabajadoras».
tiene un claro propósito electoral
UGT, sobre Vox
Álvarez ha mostrado su apoyo al independentismo catalán en no pocas ocasiones. Sus acercamientos provocaron una fuerte polémica, con miles de bajas del sindicato en las semanas previas al referéndum ilegal del 1-O. El sindicato en Cataluña, donde Álvarez dejó el puesto a Camil Ros, defendía esta consulta anticonstitucional como un «derecho civil». Además, el sindicato rechazo sumarse a una manifestación sindical que reivindicaba la «unidad» de todos los trabajadores de España.
COMPRAS DE SILENCIO CON DINERO DEL CONTRIBUYENTE
UGT, por otro lado, es uno de los grandes beneficiados en esta pandemia a costa del bolsillo de todos los españoles. La dotación presupuestaria del Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, se ha disparado un 56% este 2021, hasta superar con creces los 13 millones de euros, frente a los ocho anteriores.
Estas partidas sirven para comprar silencios, como evitar movilizaciones sindicales y huelgas mientras los trabajadores continúan engrosando las listas del paro. Solo en los datos del Ministerio de Trabajo, hay casi cuatro millones de desempleados, mientras el paro juvenil vuelve al 40%, unas cifras del todo insostenibles para un país como España. Sin embargo, apenas se escuchan críticas al Ejecutivo de Pedro Sánchez por parte de Álvarez.
Tanto UGT como CCOO han tildado a Solidaridad de «anacronismo«, es decir, como si este sindicato cometiera el error de situarse en épocas pasadas en pleno S.XXI. CCOO aseguraba que este sindicato es «una desfachatez absoluta«. Para el sindicato USO, «no tiene sentido que nazca o esté ligado a un partido, en este caso a Vox», mientras obvia que UGT es el sindicato afín de los socialistas.
RIFIRRAFES EN REDES SOCIALES
El sindicato afín a Vox se encuentra en constante movimiento en redes sociales, donde sólo en Twitter tiene más de 32.000 seguidores. Sus mensajes están cargados de críticas y denuncias y no escatiman en defenderse de cualquier ataque, provenga de donde provenga.
Una de sus respuestas a UGT Andalucía es una de las más recordadas. El sindicato tradicional, liderado en esa Comunidad por Carmen Castilla, se hacía eco del supuesto ‘robo’ de la idea para crear Solidaridad, que reaccionó con las sentencias judiciales sobre el caso delos ERE de Andalucía. El sindicato, ya sin palabras para responder, prefirió bloquear a los afines de Vox.