Fundación ONCE, en colaboración con la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE) y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), han publicado una guía para lograr que bares y restaurantes sean accesibles para todos, titulada ‘¿Cómo gestionar la accesibilidad? Bares y restaurantes’.
El documento recoge recomendaciones y consejos prácticos para conseguir que un bar, restaurante o cafetería sea accesible a más personas, incluyendo a quienes tienen una discapacidad, permanente o temporal, además de tener en cuenta las posibles necesidades de las personas mayores. Todo ello bajo la premisa recogida en el texto de que «ampliar el público objetivo, especializarse, innovar y trabajar nichos de negocio son estrategias que pueden traducirse en importantes ventajas competitivas».
La guía, además de informar sobre el marco normativo vigente, ayuda a entender cuáles son las dificultades a las que se enfrenta la clientela con discapacidad cuando desea disfrutar del entorno y servicios que ofrece un establecimiento. En este sentido, ofrece información para incrementar el nivel de accesibilidad tanto en las instalaciones como en los servicios y atención prestados.
Según explica, la accesibilidad no se limita a la supresión de barreras físicas ya que también tiene que ver con cuestiones como el acceso a los establecimientos, el diseño interior y exterior de sus espacios o el mobiliario. Otra cuestión a tener en cuenta es la necesidad de incluir criterios accesibles en los procesos de comunicación e información que permitan el consumo de la oferta en condiciones de seguridad y autonomía.
Por ello, los impulsores de la guía recalcan que «la accesibilidad es imprescindible para el 10% de la población, necesaria para el 40% y cómoda para el 100%». «Se trata, por tanto, de que todas las personas puedan acceder, transitar, informarse, consumir y disfrutar de la experiencia en condiciones de igualdad, seguridad y autonomía», añaden.
RECOMENDACIONES
A modo de ejemplo, el texto plantea las recomendaciones que habría que tener en cuenta en el recorrido de un cliente, con o sin discapacidad, que decide acudir a un establecimiento. En primer lugar, si dispone de plazas de aparcamiento reservadas a personas con discapacidad próximas, cómo es el itinerario de acceso, la ubicación y la disposición de las terrazas y las puertas de acceso.
Una vez dentro del local, hay que tener en cuenta el mobiliario y la disposición de mostradores y barras; la accesibilidad a la carta, la existencia de aseos adaptados, la atención adecuada al cliente y la formación del personal. También es importante que los sistemas de información y comunicación sean accesibles para todos, así como los sistemas de seguridad o de entretenimiento.
La guía también recoge una serie de medidas adicionales puestas en marcha en el contexto del Covid-19. Todas ellas han de ser accesibles a las personas con discapacidad, tanto en su posibilidad de acceso y uso, como en su conocimiento y comprensión.
Por último, el documento ofrece pautas para adaptar todo tipo de establecimientos y resolver dificultades como la existencia de escalones sueltos –con la instalación de rampas accesibles–; rebajar alguno de los tramos de la barra del bar; convertir dos pequeños aseos en uno adaptado y de uso mixto; utilizar la tecnología para el acceso a cartas y menús, o formar a los empleados en la atención al cliente con discapacidad.