domingo, 24 noviembre 2024

Los motivos para darle una segunda oportunidad a tu ex

Las relaciones son una de las cosas más complicadas con las que nos encontramos a lo largo de nuestra vida. Está claro que, lo que empieza con ilusión y de una forma que parece casi perfecta, se puede convertir en algo que nos haga daño debido a una gran cantidad de factores. Así, el que hasta hace poco era tu compañero, puede pasar a ser tu ex, con todo lo que conlleva ese concepto.

Hay parejas que, cuando se separan, ni se quieren ni se pueden volver a ver. Sin embargo, también hay casos en los que sucede justo lo contrario. Después de darse un tiempo y poner distancia, se dan cuenta de que se echan de menos, que se quieren y de que sus diferencias no son irreconciliables.

Pero, ¿volver puede ser bueno? Descubre los motivos para darle una segunda oportunidad a tu ex.

Tu ex y tú os ya conocéis como pareja

conocimiento pareja

Esas parejas que se separan y se dan cuenta de que puede haber lugar para una segunda oportunidad, puede que sí debieran vivirla. Los miembros que han vivido la relación, después de la distancia que ha surgido entre ellos, ya conocen cuáles son sus propias capacidades como pareja y también los límites que el otro no está dispuesto a traspasar.

Una de las cosas buenas de volver con nuestro ex es que ya lo conocemos. Y viceversa. Además, después de haber superado varios conflictos, también tenemos claro qué es todo lo que podemos enfrentar juntos. En todas las relaciones, también existe un punto de no retorno que, si se traspasa, hará que una de las personas pierda la confianza, tanto en el otro como en la pareja.

Si sabemos cuál es ese límite, puede que sea una buena ocasión para volverlo a intentar. Para ello, podemos hacer uso, además, de determinadas herramientas para trabajar, comunicarnos y poder superar los problemas. Una de las claves es conocer cuál es la motivación de seguir juntos, ponerla en común y luchar por el futuro si eso es lo que los dos buscan.

Puede que sigáis teniendo proyectos en común de cara al futuro

proyectos comun

En muchos casos, cuando las parejas se dejan, continúan teniendo proyectos en común. Cuando pensamos que la otra persona es la indicada, lo más lógico es comenzar a construir un futuro juntos. Sobre todo, esto se da cuando la relación es duradera y ya hemos pasado a una de las etapas más críticas en todas ellas: la de la convivencia.

Sin embargo, no siempre sale todo como queremos o deseamos, cosa en la que pueden intervenir una buena cantidad de factores. Si tu pareja ahora es tu ex pero ese proyecto en común que teníais juntos sigue existiendo, es decir, continuáis echando de menos los objetivos que deseabais conseguir, puede que también haya lugar para una reconciliación.

Trabajar la relación es algo que hay que hacer de forma constante. Todas las parejas viven problemas y la clave está en saber cómo enfrentarse a ellos y conseguir superarlos. En caso de que esto os haya sucedido y penséis que todavía se puede salvar, tanto vuestro proyecto como vuestra relación, lo mejor es no quedarse con las ganas de intentarlo.

¿La ruptura os ha ayudado? Quizá sea buena idea volver con tu ex

ruptura volver ex

En muchos casos, la rutina puede hacer que termine una relación que, aparentemente, era perfecta. Aquí no es que haya habido problemas imperdonables, sino que el día a día ha terminado con la pasión o ha minado las ganas y la ilusión de los miembros que forman la pareja.

Hay ex parejas que, después de haber estado un tiempo separados, se dan cuenta de que continúan con ganas de luchar por la relación. Esta se vuelve a convertir en un reto y la motivación vuelve a aparecer, convirtiéndose en motivo suficiente para querer volver a retomar la vida que se compartía en común.

Cuando se da la ruptura, los individuos cambian. Si se hace de forma saludable, se empiezan a conocer los errores, se intentan subsanar, cambiar, etc. Todo esto consigue que cada uno de los miembros crezca y mejore como persona. Puede que veas que la otra persona ha vuelto a animarse, a salir y a ser feliz. Si tú también estás en ese punto y crees que es el momento, no hay nada de malo en volver a intentarlo.

No tener dudas, importante para tomar la decisión

no tener dudas

Por supuesto, en todo momento debemos tener presente que volver con nuestro ex solo es factible si no tenemos dudas con respecto a hacerlo. Para darnos cuenta de si esto es o no así, lo que debemos hacer es confiar en nuestro subconsciente. Si este nos dice que algo no está bien, es muy probable que así sea.

También debemos tener en cuenta que no todas las relaciones son de amor para toda la vida. Y no pasa nada. Una relación está viva mientras los miembros aprenden, crecen juntos, se complementan y están a gusto. Cuando hay problemas que minen estos pilares, las cosas se empiezan a tambalear.

Después de dejarlo con la otra persona, es normal también que lo hayamos pasado mal y hayamos sentido dolor. Este tiempo de duelo también nos puede ayudar a reflexionar y volver a conectar con nosotros mismos. Si después de este tiempo creemos a ciencia cierta que lo nuestro aún puede funcionar, nosotros mismos nos animaremos a intentarlo.

Si tienes ganas, no debes quedarte con ellas

tener ganas

Las dudas sobre si debemos o no volver con nuestro ex son normales. En caso de que nos decidamos por una reconciliación, nosotros mismos nos las responderemos a través de la actuación. De este modo, no nos habremos quedado con las ganas de volver a intentarlo una vez más.

En caso de que no funcione, no pasa nada. Sin embargo, si tenemos esa idea rondando por la cabeza pero nunca damos el paso, puede que siempre nos preguntemos si hubiera sido bueno intentarlo una vez más. En caso de que los dos miembros hayan trabajado sus emociones y hayan aprendido de sus errores, pueden volver fortalecidos de una ruptura.

Cuando trabajamos en nosotros mismos, retomar la relación puede suponer comenzar un tiempo nuevo, dándonos una oportunidad de cero. Esto significa que habremos dejado atrás problemas determinados como los miedos, las peleas continuas, los celos enfermizos, etc. Si nunca lo hacemos, quizá nos terminemos quedando con las ganas.