ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios Españoles ha vuelto a pedir no cambiar la hora en el último fin de semana de marzo, principalmente por sus repercusiones sobre la salud y las personas, al tiempo que ha pedido medidas que favorezcan la conciliación y la corresponsabilidad.
La madrugada de este domingo, 28 de marzo, a las 02.00 horas serán las 03.00 horas al adelantar una hora los relojes hasta el último fin de semana de octubre. «Hay que ser un poco didácticos y yo pediría dejar de hablar de horario de verano y de invierno porque al final estamos condicionando la opinión de la gente», ha afirmado el presidente de ARHOE, José Luis Casero.
«A mí encanta el verano más que el invierno, pero es que no tiene que ver el horario de verano y el horario invierno, con el verano y con el invierno. No mezclemos las horas con las estaciones o situaciones particulares de descanso que se provocan en verano», ha alertado el experto, que también ha precisado que el impacto del huso horario en la población depende de las circunstancias personales de cada uno.
En cualquier caso, ha pedido valorar «el modo de vivir del conjunto de la población española y acomodarse a lo que favorezca a la mayoría». «Hay que tener en cuenta actividades tanto para presente como para el futuro, si queremos ser un país de hostelería o queremos ser algo más», ha añadido.
A su juicio, «hay que entender que el debate sobre el cambio de hora y su supresión es multifactorial y no estrictamente ni físico ni científico, ya que consideramos que la parte social, educativa, económica o de salud son elementos fundamentales para tomar las decisiones al respecto con unanimidad o sin unanimidad».
En este punto, ha afirmado que, desde ARHOE, el mantenimiento del cambio de hora bianual «no es aceptable» y ha recordado que la propia Unión Europea «ha reconocido que dicho cambio no tiene un impacto económico y sí un impacto sobre la salud», mencionando estudios sobre el impacto de la mortalidad en las carreteras como consecuencia de un problema de fatiga originado por la alteración del sueño y el descanso a consecuencia del cambio horario, o una investigación publicada en la revista ‘Science’ en la que se aseguraba que «los ataques cardiacos durante los tres primeros días de las semanas después del cambio horario ascienden un 5%».
Por ello, ha lamentado que se prolongue una situación «por la incomodidad de tomar medidas para mejorar la situación de los europeos al amparo de que existen otras prioridades» y ha recordado cuando se produjo el cambio al euro en la UE, «parecía que se iba a caer el mundo». «Pues se hizo una campaña de sensibilización, se explicó todo y se llevó a cabo», ha insistido.
Casero también ha defendido que «el huso horario actual no debería ser un problema si se fuera coherente con el horario y el uso del horario, sin h». «Hay que introducir en nuestra opinión el tema de fondo: medidas que favorezcan la conciliación y la corresponsabilidad como un necesario cambio de enfoque del uso del horario, insisto, sin h», ha zanjado.
En este punto, ha hecho alusión a temas como el ‘prime time’ televisivo que, como ha argumentado, «al final lo que está provocando es que la gente se esté acostando muy tarde y al día siguiente descanse mal y haya baja productividad y bajo rendimiento escolar».
El experto también ha pedido «evitar demonizar las horas de oscuridad» porque, como ha recordado, son las que emplea «la gran mayoría de la gente para descansar» o, en alusión a las épocas de la época de rebajas, ha recordado que existe una «elevada incidencia de población en la calle durante las horas de tarde, independientemente de la luz y oscuridad existente». En la misma línea, ha pedido no «santificar las horas de luz solar asociadas al ocio, olvidando que también son buenas para producir y ser competitivos, para aprender o para dedicarse a la familia» y ha alertado: «Tener más horas de luz no significar que estemos disfrutando de esas horas».
«Desde nuestro punto de vista, la supresión del cambio bianual debe partir de la adopción del horario de octubre, el GMT+1, basándonos en que su impacto económico es marginal y es acorde a factores relacionados con la salud, el descanso, la productividad, el rendimiento laboral, el rendimiento escolar. Y todo ello, además, acompañado de medidas para favorecer la conciliación y la corresponsabilidad», ha enfatizado.
TEMA RELEGADO POR LA PANDEMIA: «SE HARÁ EN EL MOMENTO OPORTUNO»
En cualquier caso, ha asegurado que para ARHOE el tema del cambio horario es no prioritario este año «por responsabilidad con la sociedad civil», en referencia a cuestiones como la sanidad y «terminar con la maldita pandemia», la crisis económica o el empleo. «Es un tema que para nosotros es importante: lo era antes, lo es ahora y lo será a posteriori», ha apostillado, «aunque este año no se vaya a tomar ninguna decisión al respecto».
«Es un tema importante que habrá que abordar en algún momento determinado por responsabilidad y, sobre todo, porque no existe una justificación para que millones de ciudadanos tengan que estar dos semanas adaptándose a una situación artificial, insisto, sin ninguna justificación económica que valga la pena. Lo dice la Unión Europea: el ahorro es marginal, irrelevante y el impacto sobre la salud es importante», ha reiterado.
Pedimos que la supresión del cambio horario se acometa en un momento oportuno, una vez pasemos toda esta situación, y por responsabildiad del Gobierno. Pedimos lo mejor para el país y dejemos de tratar de regular el tiempo y la temperatura a nuestro gusto o interés particular, económico o no, y adoptemos el horario más sensato, que es el más cercano a nuestra posición natural, que en este caso es el GMT+1″, ha explicado.
«En España, en otoño y en invierno, en los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero, lo normal es que haya menos horas de luz y más de oscuridad y que en primavera y en verano haya más horas de luz que oscuridad. Eso va acorde con la posición geográfica que tiene nuestro país. Tenemos las horas que tenemos y punto», ha aseverado.
Además, ha recordado que un reciente informe del Gobierno señalaba que la opinión de comité de expertos sobre el cambio de la estacional –del que ARHOE formaba parte– «no era unánime ni concluyente». «Es preocupante si hubiese sido unánime. Es muy difícil encontrar esa unanimidad, sobre todo cuando hay diferentes aspectos que hay que analizar con respecto al cambio horario», ha defendido.
«Pero sí que es cierto que la gran mayoría, que no una parte, estamos por adaptar el mal llamado horario de invierno que es el GMT+1, que es el que tenemos ahora mismo y que implica una diferencia de una hora con respecto a la hora de luz solar, mientras que el llamado horario de verano, que se adopta ahora en marzo hasta octubre, implica una diferencia de dos horas», ha explicado.
«De este modo –ha proseguido–, al adoptar el mal llamado horario de verano, amanecería y anochecería más tarde y en algunas épocas del año, a las nueve de la mañana sería de noche y en algunos sitios, como en A Coruña, a las diez de la mañana sería de noche». «Desde nuestro punto de vista resulta inaceptable que nuestro país amanezca a esas horas porque la gente se incorporaría a oscuras a su puesto de trabajo y los niños irían al colegio de noche», ha alertado.
Por ello, ha pedido tener acción de Gobierno «y tomar algunas decisiones aunque la población no las entienda bien» y ha cuestionado que se pregunte a la sociedad qué es lo que prefiere «si no tiene la información adecuada». «Si todo lo limitamos al verano, al invierno, hora verano, hora de invierno, pues indudablemente a la gente le gusta más el verano» ha concluido.