El Director de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, tiene buenas intenciones, pero solo eso. La DGT se está viniendo arriba con los moteros y más que guiños lo que quieren es que se gasten más dinero. A partir de este año, Navarro pretende que aquellos que circulen con motocicletas de gran cilindrada tengan que llevar de forma obligatoria un chaleco airbag. Las quejas de los moteros no se han hecho esperar no por el hecho de que les obliguen a llevarlo (pues nadie es tan estúpido como para no querer aumentar su seguridad en la moto), sino porque la medida de Navarro hará que cualquier motero se tenga que gastar una media de 600 euros más en equipación solo por el antojo de la DGT. Tampoco se ha hablado de ayudas ni de otro tipo de facilidades para que los pilotos con menos dinero tengan la posibilidad de acceder a este producto. Si no tienes esos 600 euros (que se sumará al casco, los guantes, la ITV, el seguro y todo), di ciao a darte una vuelta en moto.
Por el momento desde la DGT se niegan a dar más aclaraciones sobre esta medida. Ya se hablaba de hacer obligatorio el uso de guantes en la moto, algo que sí que no ha despertado ninguna queja por ser un producto que, en mayor o menor medida, está al alcance de todo el mundo. El problema de los chalecos airbag es que son caros. Al final, si quieres uno barato de AliExpress, el precio puede ser más asequible (pero en ese caso no habrá garantías de que vaya a ser seguro y de que la obligación de Navarro tenga sentido). Los que tienen un mínimo de calidad valen entre 300 y 600 euros. Y esto no está al alcance del bolsillo de cualquiera.
Al final, la diferencia entre uno bueno y otro mejor es lo menos relevante. Algunos tienen que ir enganchados al manillar con una cuerda y otros tienen un sistema que detecta las caídas para inflarse. En cualquier caso, la medida de Navarro no ha sido del todo bien recibida por colectivos moteros por el elevado precio de este producto y por la falta de soluciones propuestas. Solo quiere que se pague más sin dar más detalles. Guantes, casco, chaleco airbag, chaqueta… sumado al carnet de moto hace que ser motero se haya convertido en un capricho que no esté al alcance de cualquiera.
Los moteros de ciudad que circulen con aparatos con poca cilindrada se libren. Ir en una scooter no será motivo como para llevar el chaleco airbag, a pesar de que el riesgo de darse un golpe es el mismo (o mayor) en una ciudad que en cualquier otro escenario. El criterio elegido por Navarro para obligar a llevar este caro producto es la cilindrada de la moto. A juicio de la DGT, tienes más riesgo de pegarte un golpe fuerte con una Yamaha FJR 1300 que con una scooter de 125. Solo importa la cilindrada en el riesgo a pegarte un golpe, nada más. Y esto también ha sido objeto de crítica. Pero en cualquier caso, de momento la DGT no se moja hasta que presenten el texto.
LAS TIENDAS SE FROTAN LAS MANOS
Pere Navarro parece haberse propuesto hacer el agosto a las tiendas de moto. Los chalecos airbag son relativamente recientes y todos los moteros quieren tener uno, el problema es que no están al acceso de todas las cuentas corrientes. Un mileurista no tiene tan fácil gastarse de un día para otro 600 euros por el antojo de Navarro, por no hablar de que el criterio de que la obligatoriedad recaiga en motos de gran cilindrada no tiene mucho sentido, dado que más centímetros cúbicos no suele ser sinónimo de más riesgo de tener un accidente. En cualquier caso, si sale adelante el proyecto, todas las tiendas de motos empezarán a hacer caja gracias a la DGT. La seguridad es un negocio.
LOS INTERCOMUNICADORES
La Dirección General de Tráfico ha congelado sus planes. En octubre informó de que su director, Pere Navarro, tenía intención de llevar adelante una normativa por la cual se legalizarían los intercomunicadores de moto, que actualmente se encuentran en un espacio alegal. Se iban a aprobar esta primavera de 2020, pero la pandemia parece haber cambiado los planes de Navarro, quien ha suspendido gran parte de sus proyectos. Ahora, los intercomunicadores seguirán en un espacio alegal a pesar de que el propio director de la DGT reconoció de que tenía intención de legalizarlos, puesto que aún no hay nadie que esté en contra de regularizar estos dispositivos que permiten hablar por teléfono a través del casco.