jueves, 12 diciembre 2024

Tres años de prisión para el excura acusado de simular una boda para cobrar una herencia

La Sección 10 de la Audiencia de Barcelona ha condenado a tres años de prisión y a una multa de 1.080 euros al excura acusado de simular una boda en 2008 con un hombre que ya había muerto; lo hizo en la parroquia de Sant Vicenç de Castellet (Barcelona), en connivencia con la esposa y a la hija, y con el objetivo de estafar una herencia de medio millón de euros a la familia del difunto.

La sentencia explica que la pareja mantuvo una relación sentimental prolongada y convivieron como pareja de hecho en una vivienda del hombre, que falleció el 11 de noviembre de 2008, sin testamento y sin descendientes directos, solo con dos sobrinos como familiares próximos.

Meses después de la muerte, sin fecha determinada y antes del 17 de marzo de 2009, la mujer –ahora ya fallecida– «concertó con el acusado y su hija fingir que se había tramitado un expediente matrimonial y que se había celebrado un enlace matrimonial el 1 de julio de 2008».

«EL MATRIMONIO NO SE HABÍA CELEBRADO»

El excura, después del fallecimiento del hombre, rellenó con un rotulador azul los espacios de un documento matrimonial para formalizar el enlace, haciendo constar la fecha de 1 de julio, y que firmaron la mujer y la hija y los magistrados constatan en la sentencia que ni «en dicha fecha ni en ninguna otra el matrimonio no se había celebrado».

En el documento «se suplantó y se aparentó la intervención» del hombre y se estampó su firma por imitación mediante calco de la firma que figuraba en su DNI.

La hija se encargó de tramitar en el registro civil la inscripción del matrimonio el 17 de marzo de 2009, «para que le fueran reconocidos efectos civiles», y el 30 de abril de 2009, la mujer consiguió la herencia.

El juez ha decretado para la hija, acusada de falsedad documental, un año y medio de prisión y a pagar una multa de 540 euros, y el tribunal ha acordado una indemnización conjunta de más de 200.000 euros para los familiares de la víctima y ha declarado la responsabilidad civil subsidiaria del Obispado de Vic.

La fiscal, durante la segunda sesión del juicio el pasado 22 de febrero, retiró el delito de estafa de su acusación, y finalmente la sala ha absuelto a los dos acusados del delito de estafa agravada