La consellera de Salud y Consumo del Govern balear, Patricia Gómez, ha alertado este martes del cambio en la tendencia de la pandemia de la COVID-19 en las Islas, donde en los últimos días se ha experimentado un aumento en los contagios.
«Desde el punto de vista epidemiológico estamos mejor que otros sitios, pero no vamos por buen camino. En España, hay un cambio de tendencia que puede augurar el inicio de la cuarta ola, que ya golpea varios países europeos», ha señalado Gómez.
En declaraciones a los medios en el Parlament balear, la consellera ha expresado su preocupación por esta situación y ha advertido a la población del incremento en la propagación de la COVID-19, sobre todo en Mallorca, aunque también en Menorca y Formentera.
Según Gómez, este lunes la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en Baleares era de 47 casos, mientras que la semana anterior era de 41. «Nos preocupa especialmente la isla de Mallorca», ha insistido la consellera, quien ha añadido que «este escenario recuerda al inicio de la segunda y la tercera ola».
Además, ha asegurado que, en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de este lunes, se puso de relieve que en 11 comunidades autónomas han subido los contagios, la incidencia acumulada o la tasa de postividad durante los últimos días. Así, ha reclamado a la población «máxima prudencia y aún más al confirmarse la incidencia de otras CCAA y en el continente europeo».
En este sentido, ha recordado que el mayor riesgo de contagios se produce en los encuentros familiares y sociales, tanto en el ámbito público como en el privado, por lo que ha pedido «extremar precauciones».
Respecto a las posibles nuevas restricciones frente al virus, Gómez ha confirmado que «durante estos últimos días ha habido contactos con el sector de la hostelería para poner en común una serie de medidas» y ha recordado que esta tarde, tras la Mesa de Diálogo Social, se informará sobre estas. «El virus ha cambiado, las medidas no pueden ser las mismas y es justo que los ciudadanos conozcan el riesgo que tienen y el riesgo que corren», ha señalado.
De esta forma, la consellera ha asegurado que los dos sitios donde se producen más contagios son en el interior de la restauración y los gimnasios, porque no se lleva mascarilla. «Es realmente difícil prever lo que puede suceder. Lo que sabemos es que mientras mantenemos una incidencia baja, incluso debajo de 50, se debe de ir recuperando la actividad económica porque es imprescindible», ha resaltado.
También ha destacado que se incrementa la tendencia en la movilidad ahora que se acercan las vacaciones de Pascua y, aunque hay unas medidas a nivel nacional, hay una «necesidad de quizá plantear nuevas medidas para este periodo de tiempo». «Las medidas las vamos revisando y nos gustaría hacer una previsión a más largo plazo, pero sería para reforzar estos días de Pascua», ha añadido.
En este sentido, ha explicado la importancia de saber cuál es la previsión de movilidad para Semana Santa y en base a eso tomar las medidas, porque el aumento de la movilidad y de los encuentros sociales hace que haya una subida de los casos. «No se trata de revisar todo el plan de medidas, sino de tomar medidas que reduzcan esta movilidad y al máximo el riesgo», ha dicho.
De acuerdo con la consellera, «el virus es distinto en estos momentos«, debido a la cepa británica, que la semana pasada representaba un 76% de los casos en la comunidad. Además, ha alertado que el Ministerio de Sanidad ya tiene conocimiento de brotes en España de la variante sudafricana y brasileña sin origen conocido, «por lo que estas variantes se pueden extender».
Así, ha apuntado que la transmisibilidad de la COVID-19 es mayor ahora y que la Comisión de Salud Pública estudia la posibilidad de comenzar a realizar PCR de salida, puesto que «se está observando que a veces 10 días no son suficientes» de cuarentena.
«Si el sistema sanitario se ve afectado, no sólo se ve afectado para los pacientes que tienen COVID, sino para el resto de pacientes que tienen otras enfermedades», ha concluido.