El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha sostenido este miércoles sobre la futura renuncia de Pablo Iglesias a la Vicepresidencia Segunda del Gobierno para ser candidato de Unidas Podemos a las elecciones a la Asamblea de Madrid que «le decimos a este irresponsable que si quiere recuperar guerras del pasado y un lenguaje belicista, que se compre un videojuego para responder a sus pulsiones adolescentes», al tiempo que ha proclamado que «queremos ganar las elecciones en Madrid, aunque no lo pronostiquen las encuestas».
Abascal ha participado en un acto con medios de comunicación que ha descrito como «una rueda de prensa al aire libre», donde se han congregado varios centenares de seguidores, reunidos en torno a la estatua del rey Fernando III, en la Plaza Nueva de Sevilla, y delante de la cual el presidente de Vox ha colocado su atril para dirigirse a los periodistas y sus simpatizantes.
El presidente de Vox ha aludido en su intervención inicial a Pablo Iglesias, a quien ha retratado como «el vicepresidente que quiso incendiar Andalucía al día siguiente del cambio de 2018», para reprocharle que «ahora se arremanga porque dice querer impedir en Madrid la llegada del fascismo», así como le ha recriminado «el uso de un lenguaje belicista», y le ha atribuido la intención de «incendiar las calles de Madrid para acabar con el orden y la ley, que siempre han atacado los comunistas».
«Que nos deje en paz los españoles», ha proclamado Abascal.
En respuesta a preguntas de los medios de comunicación, el presidente de Vox ha afirmado concebir la salida de Pablo Iglesias como la de «demasiados que hay en la política que están pensando en cómo se salvan del desastre» y ha calificado su futura renuncia a la Vicepresidencia del Gobierno como «una muestra gigantesca de irresponsabilidad, de frivolidad, y de egolatría» tras cuestionarse que se presente como «un Superman que quiere librar a Madrid de las garras del fascismo», por lo que ha concluido que «se ha convertido en una caricatura y los españoles lo toman cada vez menos en serio.
Sobre las posibilidades electorales de su partido en las elecciones del 4 de mayo a la Comunidad de Madrid, Abascal se ha declarado a la exceptiva de ver «donde nos ponen los madrileños» y ha proclamado que «nunca vamos darla por perdidas», así como ha negado que su partido tenga vocación de ser «una fuerza testimonial».
El presidente de Vox ha sostenido que «queremos ganar las elecciones en Madrid, aunque no lo pronostican las encuestas, como tampoco predijeron el cambio en Andalucía, esperamos ser una alternativa, un partido de gobierno.
«QUIÉN SE PREOCUPA POR ESPAÑA»
El presidente de Vox se ha preguntado «quién se preocupa por España» tras considerar que «los partidos gobernantes no están a lo que hay estar», por lo que ha instado a «acabar con un estado de alarma ilegal que dura un año».
Abascal, tras recordar que el estado de alarma fue recurrido en el Tribunal Constitucional, ha considerado que «primero fue un estado de excepción encubierto y ahora es un estado de alarma perpetuo» y ha recriminado al Gobierno que, pese a las restricciones de movilidad de los españoles, «no sólo ha impedido, sino que ha facilitado numerosos muertos, con más de 100.000 compatriotas fallecidos», dato al que ha sumado la vertiente laboral de la pandemia, donde ha contabilizado a «seis millones de españoles entre parados y ERTE».
El presidente de Vox ha sostenido que el Gobierno no tiene entre sus preocupaciones «defender la prioridad de españoles», que ha contrapuesto a que «los turistas pueden moverse, pero los españoles no pueden salir de sus barrios».
Abascal, que ha clamado por que «se terminen las leyes ideológicas que la izquierda ha traído a España» y ha considerado que «llevan a los colegios para adoctrinar a nuestros hijos», ha afirmado que «los españoles quieren que se preocupen por los problemas reales».
El presidente de Vox ha denunciado «la gestión criminal de esta pandemia» al tiempo que ha lamentado que «los partidos gobernantes están de espaldas a los españoles», por lo que ha instado a que «se les devuelva la voz para que expresen su voto».
A la conclusión de la intervención de Abascal se han escuchado gritos de «presidente, presidente».