«Cada vez parece más claro que los partidos de derechas quieren unas terceras elecciones». Así de contundente se ha mostrado este viernes la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá. El PSOE ya se prepara para un hipotético escenario de nuevos comicios después del giro que ha dado ERC en las negociaciones tras conocerse la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE. Y la estrategia de los socialistas será la de culpar a las derechas (PP, Ciudadanos y Vox) de la repetición electoral.
El discurso oficial es que las conversaciones con ERC siguen vigentes y que la investidura todavía es más que posible. Pero el PSOE no se fía de los independentistas. Los republicanos han suspendido las negociaciones con los socialistas mientras que el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont y el exconseller Toni Comín han recogido en Bruselas su acta provisional de eurodiputado. Estos hechos han llevado al PSOE a preparar el terreno por si el bloqueo persiste y los españoles se ven abocados a unas nuevas elecciones.«Entiendo, por las palabras de Junqueras que ERC está en la misma disposición que el PSOE para continuar con las conversaciones», ha comentado la ministra portavoz.
Celaá se refiere a las palabras del líder de ERC, Oriol Junqueras, en las que afirmó que «no se tiene que parar la negociación con el PSOE en ningún caso», esté él en la cárcel o no. Pero aún así, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, la ministra de Educación ha querido dejar claro que si hay repetición electoral, los responsables serán aquellos que no hayan permitido gobernar al PSOE.
La ministra ha hecho referencia, como en otras ocasiones, a que el PSOE ha ganado todas las elecciones que se han celebrado en los últimos meses. Y que si hay un bloqueo, no es por ellos, sino por aquellos que no quieren facilitar una investidura. Celaá ha criticado, además, que Pablo Casado se queje de que el PSOE se vea obligado a negociar con los independentistas y que él no haga nada. «Con una abstención nos valdría», ha recordado la socialista tras el Consejo de Ministros.
Sobre Vox, desde Ferraz dan por hecho que no contarán con su apoyo. Y sobre Ciudadanos, los números hablan por sí solos, ya que sus 10 diputados apenas son suficientes, pues ERC tiene más que la formación naranja. Pero lo que tienen claro es que si hay un culpable (o varios) de que el bloqueo persista, serán «las tres derechas» y no la incapacidad del Gobierno de llegar a un acuerdo con los grupos parlamentarios.
SON NUESTROS TRIBUNALES
Desde el Gobierno han destacado que no entienden por qué los independentistas han visto en clave de victoria la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que recuerda al Tribunal Supremo que Junqueras disfrutaba de la inmunidad propia de los eurodiputados desde el momento en que fue elegido como tal, y no hasta que se recogiera el acta. Son nuestros tribunales«, ha recordado Celaá a aquellos que ven la decisión de la UE como un ataque a la propia soberanía nacional.
Según las declaraciones de la ministra, fue el propio Supremo quien preguntó al Tribunal de Justicia de la UE si Junqueras disfrutaba ya de esa inmunidad. Algo que aclara que España es un país completamente garantista, según las palabras de Celaá. Pero en cualquier caso, desde el Gobierno no han negado que las negociaciones se han visto afectadas y que la posibilidad de unas nuevas elecciones aún está encima de la mesa. Sin embargo, ha deslizado en varias ocasiones que las conversaciones siguen teniendo lugar, solo que desde la más absoluta discreción.
Luego está la cuestión de Carles Puigdemont. Para el Gobierno, que prometió traer al prófugo independentista ante la Justicia, el expresident de la Generalitat aún tiene «cuentas pendientes» en España. Pero ante las preguntas que cuestionan que ahora se pueda traer al líder nacionalista ante el Tribunal Supremo para responder por sus actos, el Gobierno se ha mostrado más cauteloso.
Celaá ha reconocido que ahora las cosas son más complicadas, pero que habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Algunos dentro del PSOE creen que si consiguen acceder a La Moncloa de nuevo, tendrán que dejar a un lado sus pretensiones de «justicia» con los líderes del procés, incluido Carles Puigdemont. El propio portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso ha pedido que se rebaje la presión judicial para seguir hablando con los socialistas. Algo que invita a pensar a mucho dentro de la sede de Ferraz que si quieren el Gobierno, deberán abandonar sus ansias de «justicia» contra los independentistas.