El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha esgrimido que en la pasada jornada se adoptó un acuerdo estatal de restricciones «mínimas», por lo que la Comunidad podría incrementarlas o, de ser preciso, incluso volver a cerrar la hostelería. Pero, con el foco en el puente de San José, ha dado a entender que, si se mantienen los datos actuales de la pandemia, las decisiones irán por la vía contraria.
«La posición de la Xunta es que el martes evaluaremos en el comité clínico lo que haremos para el puente», ha sentenciado el presidente gallego, al término de la reunión semanal de su Ejecutivo, antes de avanzar que, si bien no puede «anticipar» las cifras que habrá la semana que viene, si se mantienen los datos de hoy, «se ampliarían determinados horarios y aforos».
Preguntado, asimismo, acerca de qué decisión tomará Galicia sobre el toque de queda, el presidente gallego ha replicado que se trata de «una cuestión muy oportuna» cuya respuesta recibirán «oportunamente» los periodistas cuando lo evalúe el comité clínico.
«Intentaremos contestarla la próxima semana», ha dicho Feijóo, quien, sin cerrar la puerta a ninguna opción, ha recordado que el consejo interterritorial aprobó deslizar el toque de queda «entre las 22,00 y las 23,00 horas» –en Galicia se adelantó en enero a las 22,00 horas–.
POSTURA DE MADRID
En cuanto a la insistencia de la Comunidad de Madrid en mantener la movilidad y su rechazo al cierre perimetral, Feijóo ha defendido que la autonomía madrileña defiende «sus intereses» igual que el resto de comunidades hacen lo propio, y ha vuelto a insistir en que su situación es «muy distinta» a la de otros territorios como el gallego.
Como argumentos, ha apuntado que su situación epidemiológica es «distinta» ya que los madrileños «sufrieron tanto» en la primera ola que «su inmunidad» solo por las personas que han padecido la covid-19 está en torno al 18%. También ha advertido de la densidad de población en Madrid, lo que justificaría que las autoridades autonómicas prefieran que sus vecinos puedan ampliar la movilidad y no permanecer concentrados.
Tras recalcar que Madrid defendió sus «intereses epidemiológicos» en la reunión interterritorial, el presidente gallego ha incidido en que, en todo caso, se ha acordado de forma global el cierre perimetral de las autonomías, por lo que la decisión de la Comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso «a efectos prácticos, no tiene efecto».