miércoles, 11 diciembre 2024

Esposa del acusado de agredir a una septuagenaria en Pontevedra le da coartada

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha celebrado este miércoles la segunda sesión del juicio contra J.L.G.M., un vecino de Marín acusado de agresión sexual, lesiones y robo a una septuagenaria en Bueu y al que su esposa ha dado coartada al asegurar que su marido dormía con ella en casa en la noche en la que se produjeron los hechos.

«Sigo sin entender cómo se pudo llegar a esto», ha declarado la mujer del acusado mientras se disculpaba por estar muy nerviosa. Refiriéndose al carácter de su marido ha comentado que él es «extrovertido, no le gusta discutir y no es violento, todo lo contrario».

La esposa del acusado afirmó que no es posible que éste se levantase de noche de la cama sin que ella se diese cuenta. «Tengo el sueño muy ligero», ha justificado. «Estuvo conmigo», ha insistido ante las preguntas de la Fiscalía.

Los agentes de la Guardia Civil, por su parte, han explicado que la detención de este hombre se produjo en el marco de una investigación por el ataque sexual de al menos tres mujeres en la comarca de O Morrazo. En todos ellos el «modus operandi» era «especialmente vejatorio y violento».

CASOS

El primero de los casos tuvo lugar en el mes de julio de 2016 en Bueu cuando un individuo entró a la fuerza en el domicilio de la víctima mientras ésta dormía. El segundo ataque tuvo lugar en Cangas en el mes de septiembre del mismo año en un bar cuando una empleada se encontraba a punto de cerrar y el último de los casos es el que se juzga cuando un hombre, supuestamente el acusado, violó a una mujer de 75 años tras acceder de madrugada a su domicilio.

El Grupo de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra, realizó decenas de entrevistas personales y valoró los perfiles criminológicos de los sospechosos que surgieron durante el proceso.

En esa operación, bautizada como ‘Geronta’ también se analizaron los perfiles genéticos que permitieron la identificación de J.L.G.M. como el presunto autor tras descartar a otros sospechosos como su padre, su hermano o su primo.

Dos de las víctimas habían sido en el pasado novias del hermano del acusado y en el caso que se juzga el acusado conocía a la víctima con la que tenía un «trato de confianza» porque había trabajado como albañil «muchas veces» en su vivienda para hacer reformas, tal y como declaró uno de sus compañeros de trabajo ante el tribunal.

También se analizaron los terminales telefónicos del acusado, uno de los cuales le geolocaliza en el lugar y a la hora en la que se produjo el ataque a la septuagenaria de Bueu.

El acusado estaba empleado en aquella época en una depuradora de moluscos cuyo gerente explicó el martes ante la sala que en la madrugada de ese viernes cuando ocurrió la agresión sexual en Bueu, J.L.G.M. «esa noche no trabajó» ya que, según añadió, «el viernes por la noche es el único día que no» trabajan. Una circunstancia que los guardias civiles señalaron que también se dio en los otros dos ataques que no están siendo juzgados en esta vista.

De nuevo los problemas técnicos impidieron las conexiones por videoconferencia del resto de la parte pericial por lo que este jueves se retomará el juicio. Será entonces cuando declare el acusado atendiendo a la petición de su letrado para que prestase testimonio en último lugar. La Fiscalía pide que este hombre sea condenado a 21 años de prisión.