La tercera ola se apaga y ante la Semana Santa todas las autonomías menos la Comunidad de Madrid apuestan por cerrar las fronteras. Usted que está en primera línea. ¿Cuál cree que es la mejor opción de cara a los próximos meses?
La estrategia más adecuada es que un político sepa respetar hasta dónde se acaba su campo de acción y dónde empieza el de los sanitarios y los técnicos. Y Madrid lo ha tenido muy claro. Nosotros vamos a hacer lo que nos digan los sanitarios y los técnicos. Si nos aconsejan cerrar, vamos a cerrar. Y si nos dicen que no es necesario, pues no lo vamos a hacer.
Creo que se está tratando de vender como un comportamiento egoísta por parte de Madrid, nada más lejos. La primera vez que cerramos en un puente, la hostelería de Madrid creció un 35%. Porque los madrileños salen y consumen. Por tanto, si cerramos no es un drama. Hay muchísimos planes para hacer en Madrid. Pero no son decisiones políticas, son decisiones técnicas.
¿Y aún no hay ninguna decisión por parte de los técnicos de cara a la Semana Santa?
De momento están esperando. La realidad cambia cada día. Las cifras están mejorando mucho, pero no podemos arriesgarnos. En cualquier caso, si nosotros no cerramos pero hay otras comunidades autónomas que sí están cerradas, pues al final en la práctica es lo mismo. Un confinamiento ajeno al final acaba funcionando como un confinamiento propio.
La hostelería respira, pero las últimas noticias apuntan a que ya vienen incluso desde Francia para disfrutar del ocio y la apertura madrileña. ¿Cree que la estrategia es la adecuada?
Es que yo no sé si estamos convirtiendo la anécdota en categoría. Madrid es muy grande. Para algunas personas Madrid es solo el centro, pero el centro es muy pequeño. Si uno va por el centro se dará cuenta de que a día de hoy ha bajado muchísimo la demanda. La hostelería está muy controlada. Están teniendo un comportamiento bastante ejemplar y bastante responsable. Yo cuando personalmente me encuentro con un caso con el que no es así, que me ha pasado, ya me ocupo yo de hacer que esa persona esté advertida porque hacen un daño inmenso a la mayor parte de la hostelería. Así que, quienes quieran decir que eso es normal, yo les aconsejaría que pisasen calles y se diesen una vuelta por el centro.
En sus dos años de gestión ha iniciado muchos proyectos (la digitalización de las PYMES, Madrid Open City…). De las iniciativas de su partido ¿Cuál considera su proyecto estrella que tiene el sello de Ciudadanos?
Para mí, el Bosque Metropolitano. Estaba en nuestro programa. Es una cosa que llevo pensando desde hace muchísimos años y son de esos proyectos que te transforman la ciudad. Primero, porque es la primera vez que la ciudad se expande, pero se expande en verde. Segundo, porque toda la zona del sur, que son principalmente zonas que tienen menos parques y entornos de calidad, y creo que eso favorece muchísimo que todos puedan tener entornos de calidad y que se pueda convivir con la naturaleza incluso en la ciudad.
El Ayuntamiento, cuando pasen estos cuatro años, no va a dejar un parque, que es lo típico, lo clásico. Sino que va a dejar un bosque empezado y que va a seguir creciendo cuando ya no estemos aquí.
Aunque quede lejos, ya se mueven las quinielas para las próximas elecciones municipales. Desde Ciudadanos ¿tienen pensado cambiar de estrategia? O mantendrán la misma línea política que habéis mantenido hasta ahora.
Nosotros vamos a seguir gobernando bien, que es lo que estamos haciendo. A la fecha, no me pueden decir qué es lo que hemos hecho mal. Hemos conseguido acabar muchísimas cosas. Hemos conseguido emprender, por ejemplo, con el tema del comercio y la hostelería. Tenemos áreas estratégicas; llevamos el área social; llevamos el área de economía, de urbanismo. Nunca antes se habían producido dos años tan provechoso para el urbanismo en Madrid. Hemos desbloqueado desarrollos que llevaban parados 26 años, como los desarrollos de la zona norte, del sureste, Canalejas, Cuatro Caminos… todo.
Estos dos últimos años han sido más prolíficos que los últimos diez. Estamos gobernando bien. Es muy importante para Ciudadanos no solo ser un buen partido con un buen programa y traer un poco de seriedad a la política. Sino también traer personas de la sociedad civil, algo que yo creo que necesita España, porque tenemos un grave problema de políticos que llevan haciendo toda la vida política. Creo que era muy importante que España empezase a contar con gente que veníamos de la empresa privada. Sobretodo porque una crisis como esta no se maneja igual si te has pasado una crisis en la empresa privada como nos hemos pasado los que estamos en Ciudadanos.
Y a todo esto hay que añadirle la experiencia en gestión pública. Y ahora ya la tenemos y estamos bien. Así que, yo creo que tenemos que mantener esta línea.
¿Y sobre las quinielas?
Lo de las quinielas es algo con lo que llevo conviviendo desde que me metí en política hace cinco o seis años. Lo que tienen cuando son tan alejadas de las elecciones es que hoy tienes una, mañana tienes otra y dentro de un mes tendrás probablemente la contraria. Así que creo que eso no te puede desviar de lo que tienes que hacer, que es gobernar bien.
Almeida se posicionó sobre la vacunación de las infantas. ¿Su criterio es el mismo que el del alcalde, o tiene alguna opinión distinta?
Yo creo que quizás no ha sido lo más oportuno estéticamente. Lo que pasa es que en España suceden cosas que son mucho más graves y mucho más antiestéticas… Lo de la niñera de Irene Montero y de Pablo Iglesias sí que me parece mil veces más grave porque es con dinero público. Y creo que en el Gobierno tienen una especie de bula, deben estar ungidos, porque cometen atropellos todos los días que son infinitamente más graves, que involucran mentiras, que involucran hacer una campaña electoral básicamente mintiendo, que involucran blanquear terroristas, pactar con lo que nos han dado un golpe a la democracia… Y esas cosas no pasan factura. Esto sí que es grave.
Una cosa es que no haya sido lo más oportuno del mundo, desde luego, que no sea estético a lo mejor, pero es perfectamente legal. Pero es que lo otro es antiestético, inoportuno, contra el Estado y encima ilegal. Yo creo que no se puede comparar.