La concentración de hasta 60.000 personas previstas en las marchas del 8M en puntos cercanos entre sí de la capital los días 7 y 8 de marzo y la movilidad de los asistentes han sido los motivos de la prohibición total de manifestaciones esos días, ha afirmado esta mañana en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco.
Tal y como ha explicado, ha sido «decisivo» la confluencia de varias protestas en el centro de la capital, así como «los desplazamientos que se iban a ocasionar», según un mapa adjunto con los puntos de esas concentraciones que ha mostrado.
Franco ha indicado que el sumatorio de dichas protestas llegaría a 60.000 personas, según las previsiones de los propios convocantes, que podrían ser más «moviéndose en diferentes calles de Madrid y en un modo preferente en esa zona» céntrica.
El representantes del Gobierno central en Madrid ha aducido también que la región sigue siendo unos de los territorios con mayor índice de contagios por coronavirus y hospitalizaciones «muy por encima de la media nacional.
«Madrid está en una incidencia acumulada de 261 personas y sigue siendo la comunidad con peores cifras tras Ceuta y Melilla. Es también la peor en datos de hospitalización, superior al 14 por ciento, y de ocupación de UCI superior al 40 pro ciento. Está en nivel de riesgo extremo. La situación de las UCI de Madrid es peor que la más alta que se tuvo en la segunda ola de la pandemia en octubre», ha añadido.
Por eso, el delegado ha querido mandar un «mensaje claro y contundente a todos los madrileños, un mensaje de prudencia, responsabilidad, sentido común, para parar los contagios todos juntos y acabar con la pandemia».
«NO HA EXISTIDO CAMBIO DE CRITERIO»
A preguntas de los periodistas, José Manuel Franco ha respondido que no ha existido cambio de criterio, «sino de condiciones», pese a que la semana pasada indicó que se prohibirían las manifestaciones con número superior a 500 personas previstas frente al criterio del Ministerio de Sanidad.
«El problema no es numérico, sino la gran acumulación de concentraciones y problemas en desplazamientos. A lo que hay que añadir las recomendaciones de Consejería de Sanidad diciendo que eran adecuado de prohibir eventos de mucha acumulación de personas. No son motivos sectarios ni ideológicos, sino de preservar la salud de los madrileños. No se trata de prohibir, hemos dado buenas muestras de ello», ha esgrimido.
El delegado del Gobierno ha detallado que había 104 manifestaciones y concentraciones comunicadas para el 7 y 8 de marzo, el 70 por ciento relacionadas con el Día de Mujer. «El problema no es cuantas se han prohibido y dejado de prohibir en estos momentos. El problema es la acumulación de las mismas en pocos días, horas y lugares. Lo responsable, lo serio, el sentido común nos dicta este tipo de recomendaciones: preservar la salud de los madrileños», ha dicho.
El representante del Gobierno central en Madrid también ha señalado que ha mantenido reuniones con las organizaciones convocantes proponiéndoles días o zonas alternativas porque «aunque son lógicas y justas sus reivindicaciones, hay otros momentos y formas de hacerlo». «Estoy convencido de estarán ya pensando en buscar otras fórmulas», ha apuntado.
Franco reconoce que alguno de los perjudicados con su decisión pueden presentar recurso ante los tribunales e incluso pueden fallar a su favor, pero que desde la Delegación «se ha actuado en conciencia y en función de los datos que tenían».
Respecto a la posibilidad de que finalmente se produzcan concentraciones no autorizadas, como las anunciadas ya por el Sindicato de Estudiantes, el delegado «confía muchísimo en la responsabilidad de todos los madrileños». Por eso, asegura que no contempla ese escenario y cree que la gran mayoría de las personas harán «un ejercicio de responsabilidad».
«Actuamos en conciencia, con criterios objetivos. Esta decisión y la contraria está sujeto a críticas. Nos va en el sueldo y quiero reiterar que la decisión se ha tomado basándonos en criterios objetivos y de la Policía, de la organización médica colegial, etcétera. Nos dicen que lo lógico, responsable es prohibir estas manifestaciones. Luego las críticas pueden surgir y estamos dispuestos a afrontarlas», ha concluido José Manuel Franco.