Así es el trabajo con los menores extranjeros no acompañados: «tiritas en una gran herida»

  • En la actualidad viven 98 menores en el centro, una cifra que se ha triplicado en los últimos años
  • Las comunidades autónomas que más menores acogen, según el VIII Foro de las Autonomías, son Andalucía, Cataluña y País Vasco
  • La mayoría de estos jóvenes provienen de África, concretamente de Marruecos
  • El Centro de Primera Acogida de menores extranjeros de Hortaleza vive tiempos convulsos. El último incidente que ha provocado su vuelta a la primera línea de la información, ha sido por el lanzamiento de una granada que los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) pudieron detonarla de forma controlada y sin incidentes.

    En la actualidad, en este centro conviven 98 menores, una cifra que se ha triplicado en los últimos años y que supera de manera creciente el plazo máximo de acogida que se permite. Según la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, la mayoría de estos jóvenes que vienen a España proceden del continente africano, concretamente de Marruecos, por diferentes medios de locomoción, aunque a Madrid lo hacen generalmente en autobús desde otras Comunidades Autónomas.

    La Comunidad de Madrid tiene más de 50 pisos tutelados en los que viven menores extranjeros y residencias o centros de primera acogida alrededor de diez en total.  Son apenas 500 metros los que separan el Centro de Primera Acogida de Hortaleza con la Residencia Para Menores Acogida Isabel Clara Eugenia, en la que conviven chicos y chicas de hasta 15 años máximo.

    De acuerdo con datos facilitados por el Ministerio del Interior de junio 2019, hay un total de 12.301 menores migrantes no acompañados en España. Solo el 21 por ciento de estos chicos cuentan con un documento con la autorización que les corresponden por ley. En marzo de 2019, se conoció que las comunidades autónomas que más MENAS acogían eran Andalucía, Cataluña y País Vasco.

    En la Consejería de Políticas Sociales y Familia reconocen que la situación en el Centro de Hortaleza se les había ido de las manos porque «se ha perdido el proyecto educativo». Además, señalan que existía «un problema de fondo» y a pesar de que la Comunidad de Madrid ha aumentado los recursos destinados a este centro, estas acciones se basan en «poner tiritas en una herida muy grande«.

    Los proyectos que desde este tipo de centro se deben poner en marcha para los jóvenes, en el caso del de Hortaleza, son muy difíciles porque, según fuentes consultadas, un grupo «pequeño» de menores está degradando la convivencia y los más de 80 trabajadores del centro, entre educadores, seguridad o limpieza, no dan abasto para frenar las actuaciones de este grupo. “El problema de estos jóvenes (del pequeño grupo) es que tienen conductas y actitudes que en el centro no existen los medios suficientes para ponerles freno, porque tienen problemas de adicciones o conductuales”.

    FAMILIARES DE LOS MENORES

    Esta fuente recalca en que se está «parcheando la situación» y que las agresiones a los trabajadores quedan impunes. «El cometido de estos centros es realizar una primera valoración de los chicos y buscarles un futuro mejor pero la situación se ha convertido en que se quedan en el centro de manera perpetua». Sin embargo, la versión oficial desde la Consejería indica que una de las primeras labores que se realiza cuando se localizan a estos chicos es ponerse en contacto con su país de origen y tratar de localizar a sus familiares.

    En cambio, en el Centro de Primera Acogida Isabel Clara Eugenia, afirman a Moncloa.com que en su caso no existe hacinamiento  y que la principal diferencia entre los dos centros son las edades de los jóvenes, ya que en el caso de Hortaleza conviven hasta los 18 años, por lo que recalcan que las acciones que hacen con esa edad es muy diferente a las que hacen chicos y chicas de doce o trece años.

    El 30 por ciento de la plantilla de Hortaleza ha pedido la baja por «alta conflictividad». Los trabajadores se dividen en tres turnos y el de por la noche se ha reforzado con una cuarta persona de seguridad, debido a que el pasado 30 de octubre se produjo en torno a las 21:30 h una reyerta entre personas fuera del centro con algunos menores de él. Desde la Consejería reconocen que están poniendo en marcha medidas para solventar la situación y así poder garantizar la correcta acogida de los menores y la convivencia de las zonas donde residen. «Estamos pensando en ampliar la plantilla con 30 contratos por necesidades de producción que refuerzan el número de trabajadores habitual«, destacan.

    En España existen algunas asociaciones que trabajan con este tipo de centros para ayudar en la formación y desarrollo de los menores. Es el caso de Accem, desde esta ONG , que nació en 1995 en Toledo y actualmente tiene pisos y centros en Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha y Castilla y León,  recalcan en que estos niños salen de sus países de origen por la pobreza, la falta de futuro y expectativas, desestructuración familiar, así como, guerras o persecuciones.

    De hecho, los problemas de estos jóvenes se acrecentan cuando cumplen la mayoría de edad y se quedan en situación de desamparo y riesgo. Por ello, desde Accem y otras asociaciones, han comenzado a impulsar programas orientados hasta los 24 años para prorrogar su formación.  No obstante, desde la Comunidad de Madrid deslizan que si han estado tutelados por ellos, los menores seguirán en programas de jóvenes ex tutelados para su preparación para la vida autónoma, recibiendo asesoría y formación laborar con un amplio abanico de posibilidades. «El objetivo es que les sea posible continuar sus estudios o buscar un empleo, así como encontrar alojamiento o contar con los recursos necesarios para su emancipación, de manera que puedan integrarse adecuadamente en la sociedad«.