MONCLOA.COM ha hecho una recopilación de los documentos más interesantes de la operación Trampa que el comisario José Manuel Villarejo realizó para BBVA desde finales de 2004 hasta mediados de 2005.
El actual presidente del banco, Carlos Torres, indicó el pasado lunes a los empleados de la entidad financiera que, «efectivamente, el Grupo Cenyt prestó servicios diversos al banco», pero que por el momento «no se ha encontrado ninguna documentación que refleje el seguimiento e intervención de comunicaciones privadas a la que se refieren las noticias publicadas en los medios de comunicación desde el 9 de enero», refiriéndose a MONCLOA.COM y a El Confidencial.
Este diario ha ocultado únicamente de los documentos los datos de los teléfonos móviles y fijos de particulares, así como las direcciones postales privadas y unos comentarios de contenido sexual que se vierten contra el ministro de Asuntos Exteriores de aquella época, Miguel Ángel Moratinos. Todo ello en aras de proteger la intimidad de las personas espiadas por Villarejo para el banco que dirigía Francisco González.
Los informes del llamado ‘Proyecto Trampa’ son el núcleo central de toda la documentación que atesoró el comisario. La serie se inicia el 3 de diciembre de 2004 con un informe preliminar en el que se hace un primer análisis de la situación. Tras él se suceden el avance 2 (20-12-2004), el informe 3 (30-12-2004), el avance 4 (11-01-2005, del que no hay registro documental), el informe 5 (21-01-2005), el avance 6 (04-02-2005), el avance 7 (17-02-2005) y el llamado informe final. Tras ello, hubo una sinopsis con los resultados del espionaje de aquellos meses (30-03-2005).
De las más de 15.000 llamadas que espió Villarejo en esa etapa aparecen varias transcripciones textuales, lo que demuestra que realizó pinchazos telefónicos de los que luego pudo extraer el contenido de las conversaciones. El documento más interesante es la llamada desde el Palacio de la Moncloa a Ignacio Rupérez, alto directivo del Santander, en el que este último habla con el jefe de la Oficina Económica de Presidencia de Gobierno, Miguel Sebastián, y con la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega (pinche aquí).
Asimismo, hay hasta cuatro conversaciones transcritas entre José Pérez (amigo de Sebastián, que dirigía Intermoney y luego presidió Banco Madrid) y Ángel Boixadós, que dirigía GBA, un medio económico especializado (doc.1, doc.2, doc.3 y doc.4). También se incluye conversaciones que afectan al grupo PRISA.
Villarejo también redactó anexos en los que se incluyeron dossieres personales de las principales figuras de lo que él denominó el ‘grupo hostil’. Por ejemplo, existe un documento titulado ‘Perfiles personales y profesionales’ en el que aparecen Juan Abelló, Miguel Sebastián, Manuel Conthe, Carlos Arenillas y Luis del Rivero, entre otros.
También existe un dossier sobre los principales miembros de la CNMV, así como un análisis de sus decisiones, junto con otro documento en el que aparecen José Pérez (Intermoney) y Jesús María Caínzos (exvicepresidente del BBVA).
Villarejo planteó al BBVA cobrar 470.000 euros por un trabajo que debía durar como máximo un año
El comisario incluyó al rey Juan Carlos dentro de los objetivos a investigar para el banco y realizó un extenso y minucioso seguimiento a Abelló (pinche aquí) y a algunos de sus socios en el intento de asalto al BBVA. Del mismo modo, existe un documento en la víspera del decisivo consejo de administración de Sacyr en enero de 2005, en el que Villarejo cuenta sus últimas averiguaciones y el ferreo espionaje al número dos de la CNMV, Carlos Arenillas. Y, por último, un texto sobre las complicidades de los miembros del ‘grupo hostil’ tras el fracaso de la operación.
Todo este trabajo de espionaje e inteligencia se plasmó en una serie de borradores de contrato que, en principio, fueron firmados por el jefe de Seguridad del BBVA, Julio Corrochano, y Rafael Redondo en representación del Club Exclusivo de Negocios y Transacciones (Cenyt), la empresa que dirigía Villarejo.
La primera cifra que planteó Villarejo el 2 de diciembre de 2004 fue de 750.000 euros. Pero ese mismo día redactó un nuevo borrador rebajando los emolumentos a 510.000 euros. Un mes después, el 3 de enero de 2005, disminuyó su caché a 360.000 euros y admitía que le pagaran mensualmente, a razón de 30.000 euros.
El contrato era prorrogable anualmente, salvo denuncia expresa, lo que debía reportarle otros 360.000 euros al año siguiente. Eso le situaría nuevamente cerca del reto ambicionado inicialmente -720.000 euros-, aunque MONCLOA.COM desconoce si finalmente se prorrogó dicho acuerdo.
Sin embargo, el 21 de marzo de 2005, exigió un plus de 120.000 euros. En suma, en el menor de los escenarios, Villarejo planteó al BBVA cobrar 470.000 euros por un trabajo que debía durar como máximo un año.