El presidente del Gobierno murciano, Fernando López Miras, ha apostado por «ser contundentes al hablar de la Semana Santa» y no generar «falsas expectativas y una sensación de relajación que luego nos lleve a la frustración cuando se produzca probablemente una cuarta ola y tengamos que aplicar restricciones».
«Tenemos que decir la verdad a la sociedad: que estamos todavía en mitad de una pandemia, que todavía no hay un porcentaje suficiente de la población inmunizada y que esta Semana Santa tendrá que ser diferente», según ha señalado el presidente autonómico.
López Miras ha contestado de esta forma en una entrevista concedida al programa Espejo Público de Antena 3, al ser preguntado por la posible relajación de las restricciones de cara a la Semana Santa y la propuesta de retrasar esta festividad 21 días para dar tiempo a la vacunación.
«Estamos muy preocupados con la Semana Santa y con la relajación de estas medidas que se están aplicando en todo el territorio», según López Miras, quien ha recordado que estas medidas se han aplicado en la Región de Murcia «de forma muy cauta y muy prudente».
«Estamos muy preocupados porque los profesionales sanitarios están agotados, llevan un año trabajando sin descanso; porque la sociedad también está cayendo en el agotamiento por las restricciones; y porque la cuarta ola está llamando a la puerta según nos dicen todos los expertos y, además, protagonizada por variantes que son mucho más contagiosas», ha advertido.
A su juicio, si se relajan las medidas cree que «podemos repetir lo que pasó en verano, cuando alguien nos dijo que habíamos superado el virus y que saldríamos más fuertes; o lo que pasó en Semana Santa». En su opinión, «no podemos repetir esa cuarta ola, sobre todo por el agotamiento y el cansancio de la sociedad y de los profesionales sanitarios».
En este sentido, ha apostado por implementar en marzo, abril y mayo «la vacunación masiva» y ha considerado que «deben de llegar vacunas para inmunizar, sobre todo, a los más vulnerables y ya de cara a los meses de verano ser algo más optimistas».
«Pero sinceramente, y en mi opinión personal, aunque luego las decisiones en última instancia son las que indica los técnicos sanitarios y los profesionales de epidemiología y de Salud Pública, creo que retrasar la Semana Santa 21 días o no es algo que puede ser más estético o de cara a la galería», ha aseverado.
Finalmente, ha señalado que parte del problema de la hostelería, al margen de las restricciones impuestas, es que «no ha habido un gobierno como en otros países como Alemania, Reino Unido, Francia, Portugal o Italia, que apruebe un plan de recuperación para ayudar a los negocios que han tenido que cerrar por culpa de la crisis.