La actividad parlamentaria regresa este martes con la constitución de las Cámaras. La XIV Legislatura echa a andar con la elección de los nuevos miembros de la Mesa presidencial del Congreso de los Diputados más fragmentado de la historia, con 16 partidos representados, en una sesión en la que el foco estará puesto en Vox y sus posibilidades de entrar o no en el órgano rector de la Cámara. Entre los aspectos que generan más expectación están las ‘coletillas’ para acatar la Constitución que utilizarán los diputados electos, paso previo para asumir su condición de parlamentario.
Las sesiones constitutivas del Congreso y del Senado se celebrarán de forma simultánea a partir de las diez de la mañana con la presencia de los parlamentarios elegidos en los comicios generales del pasado 10 de noviembre.
En la Cámara Baja, la sesión será presidida por el diputado electo de mayor edad, que volverá a ser el socialista burgalés Agustín Javier Zamarrón Moreno, de 73 años, al que asistirán en calidad de secretarias las dos más jóvenes. En esos puestos también repetirán Marta Rosique, de ERC, de 23 años, y Lucía Muñoz Dalda, de Podemos, de 26.
¿DÓNDE SE UBICARÁN LOS 52 DE VOX?
Serán los únicos tres diputados, junto con los miembros del Gobierno, que tienen ya un sitio fijo en el hemiciclo, porque los demás se distribuirán por el Salón de Plenos según consideren, pues ese ‘primer día de cole’ no hay reserva de plazas. Está por ver en qué parte del hemiciclo se sitúa Vox, que ya en la anterior sesión constitutiva sorprendió ocupando los asientos del PSOE y que ahora ampliará presencia con sus 52 diputados.
Las dos secretarias leerán los nombres de todos los electos por orden alfabético y los recursos contencioso-electorales interpuestos, con indicación de los diputados que pudieran quedar afectados por la resolución de los mismos.
A continuación se procederá a las votaciones para elegir a los nueve miembros del órgano de gobierno de la Cámara, la Mesa presidencial. Los diputados deberán bajar desde su escaño hasta la mesa presidencial para depositar sus papeletas en la urna.
Lo primero será elegir la Presidencia, para la que se prevén al menos dos candidaturas, la de la socialista Meritxell Batet y la de la ‘popular’ Ana Pastor. Resultará elegida la que obtenga la mayoría absoluta de la Cámara, lo que en el caso de Batet sólo supondría sumar 21 votos a los que ya tiene asegurados con el PSOE y Unidas Podemos. Si a la primera ninguna logra esos 176 sufragios, se repetirá la votación entre las dos candidatas que hayan sumado más apoyos y resultará elegida quien obtenga más votos, es decir, mayoría simple.
Después se votarán, de una tacada, las cuatro Vicepresidencias. Los diputados sólo podrán escribir un nombre en su papeleta y los cuatro más apoyados ocuparán sus puestos en orden de mayor a menor. El mismo mecanismo se utiliza para elegir las cuatro Secretarías.
‘CORDON SANITARIO’ EN LA MESA DEL CONGRESO
En estas votaciones es donde el PSOE y Unidas Podemos han promovido un ‘cordón sanitario’ para evitar que Vox tenga representación en la mesa del Congreso, un veto que a última hora del lunes seguía sin esclarecerse. Y es que los grupos seguían negociando a varias bandas sobre las alambicadas fórmulas que hay sobre la mesa para vetar a Vox, permitirles estar sólo con un puesto o que logre los dos que aritméticamente les corresponderían.
El PP, que con sus votos tiene asegurados al menos dos puestos, ha rechazado sumarse al veto y ha propuesto una alianza con Vox y Ciudadanos para que los ‘populares’ se hagan con dos asientos, los de Abascal con uno y los naranjas con otro.
Pero desde Vox, hasta última hora de este lunes se negaban a facilitar la entrada de los naranjas, insistiendo en que a ellos les «corresponden» dos puestos. En el PP tratarán hasta el final de que entren los dos partidos, aunque sin descartar buscar el apoyo del PSOE para hacerse con tres puestos para ellos solos si Vox se mantiene en su negativa a entrar en la ecuación.
Ante la actitud de Vox de no colaborar para que Ciudadanos logre el asiento al que aspira los naranjas podrían intentar buscar el apoyo de los socialistas y no sólo del PP.
Los de Santiago Abascal, que con 52 diputados son la tercera fuerza parlamentaria, pueden conseguir por sí solos dos puestos en la Mesa del Congreso (una Vicepresidencia y una Secretaría) siempre que no triunfe un ‘cordón sanitario’ en su contra.
El PSOE y Unidas Podemos, que suman 155 diputados y aspiran a copar cinco de los nueves puestos de la Mesa, tienen ya el apoyo expreso de PNV, Más País y Compromís para tratar de excluir a Vox, pero su problema es que deben triplicar esos 52 diputados en cada votación para poder superar a los de Abascal, pero el precio se ‘encarece’ más si Vox recibe apoyos externos y aún más si además quieren retener la Vicepresidencia Primera del Congreso.
POLÉMICOS ACATAMIENTOS
Concluidas las votaciones, los nueve diputados elegidos ocuparán sus puestos en la Mesa presidencial y la nueva presidenta irá solicitando de los demás diputados el juramento o promesa de acatar la Constitución.
En esa ronda de juramentos o promesas, se podrán escuchar las distintas fórmulas pensadas por los partidos para acatar la Constitución, como el ya clásico «por imperativo legal» que suelen utilizar los independentistas de Esquerra, Junts y Bildu y ahora la CUP.
En la pasada legislatura, algunos diputados de Unidas Podemos prometieron la Carta Magna «por la democracia y los derechos sociales»; el presidente de Vox, Santiago Abascal, juró «por España» y los diputados de ERC o Junts la acataron «con lealtad» al mandato del referéndum del 1 de octubre de 2017.
Unas fórmulas que la Mesa del Congreso, con mayoría del PSOE y Unidas Podemos, dio por válidas pese a las protestas del PP y Ciudadanos, que llevaron el asunto al Tribunal Constitucional. El Alto Tribunal, no obstante, aún ni siquiera ha admitido a trámite estos recursos.
EL PP PIDE MÁS CONTROL
Para evitar nuevas «humillaciones» a la legalidad institucional, desde el PP ya han pedido a Batet que ella o quien ocupa la Presidencia controle las distintas fórmulas de acatamiento. Este viernes, la propia presidenta les replicó que si vuelve a ser elegida tratará los acatamientos de la Constitución de la misma forma que hizo el pasado mes de mayo, pues entiende que su deber es seguir aplicando el Reglamento y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.
Fuentes socialistas recuerdan a Europa Press que algunas de las fórmulas que el PP quiere evitar fueron utilizadas hace más de un año, en junio de 2018, cuando quien presidía el Congreso era la ‘popular’ Ana Pastor, sin que nadie pusiera objeción a las mismas. Según figura en el Diario de Sesiones de aquel día, los diputados de ERC Carolina Telechea y Joan Margall prometieron sus cargos por «la libertad de los presos y exiliados» por «la República catalana» y subrayando que lo hacían «por imperativo legal», y no se les puso problema alguno.
Después acatarán la Constitución los miembros del Gobierno que son diputados y los componentes de la nueva Mesa. A continuación, el o la presidenta de la Cámara pronunciará su primer discurso y declarará constituido el Congreso.
La nueva Mesa de la Cámara se reunirá una vez levantada la sesión para comenzar a formalizar la creación de los grupos parlamentarios, que deberán estar creados en los cinco días siguientes. El plazo acaba el próximo 12 de diciembre y los parlamentarios que no se adscriban a ningún grupo pasarán a formar parte del Mixto.