Preocupación en Podemos por las discretas negociaciones que lideran Pablo Iglesias y su círculo de confianza. En el sector más ortodoxo del marxismo hay una evidente preocupación porque una entrada del partido en el Gobierno podría suponer que se pierdan los colmillos del 15-M.
Podemos, desde 2014, ha impugnado el ‘sentido común neoliberal’, los excesos de la oligarquía española y del IBEX 35, y la corrupción que corroe los pilares de las principales instituciones españolas.
UNIDAS PODEMOS ASUME QUE TRAGARÁ ANTE EL PSOE
A esto se suman posiciones como las del líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, quien asegura que «en un gobierno de coalición, donde la minoría somos nosotros, se van a asumir contradicciones importantes ante las que hay que advertir. Lo importante es no engañar a nadie y decir: este es el terreno de juego, estos son los números que tenemos y vamos a hacer lo imposible por cumplir nuestros objetivos políticos».
El líder de Izquierda Unida ha explicado que si consigue «esos objetivos, que van a ser complementados con otros espacios de acción como es el mundo de la cultura, como es el mundo de la sociedad civil en general, nosotros podemos darnos por satisfechos».
Garzón asegura que IU debe evitar la «ingenuidad, pretendiendo que nosotros gobernaremos el país como si fuera con mayoría absoluta. Los obstáculos, los riesgos, las contradicciones van a ser constantes y esto es importante que la gente lo sepa. Tendremos que ver cómo las gestionamos de forma propositiva».
IZQUIERDA UNIDA EXPLICA SU VISIÓN
Garzón opinaba en junio que Unidas Podemos podría apoyar al PSOE sin tener que exigir su entrada en el Gobierno y ahora asegura que lo que dijo «en su momento es que el Gobierno coalición, siendo la mejor opción, no era la única posible. En ese sentido, nosotros siempre hemos defendido que nos presentamos a las elecciones para gobernar y creo que la gente además así lo entiende».
«Nos gustaría gobernar en mejores condiciones. Lo que se presenta ahora es una coalición donde somos minoría. Los márgenes existen y dentro de esos márgenes es donde tenemos que ser capaces de llevar a cabo políticas muy concretas que después de ver cómo serán las competencias, cuando lo sepamos en conjunto, seremos capaces de ver qué medidas podemos llevar de forma más inmediata«, explica.
DUDAS SOBRE LOS NOMBRES DE IU EN EL GOBIERNO
Alberto Garzón asegura que en Izquierda Unida «por la tradición a la que pertenecemos, nunca nos hemos planteado que la cuestión de los nombres sea prioritaria. En este momento las preocupaciones tienen que ver con la parte programática y con la parte de competencias que puedan llevar a cabo un programa en beneficio de las familias trabajadoras».
«Cuando llegue el momento, cuando haya que poner nombres y responsabilidades no sólo a los ministerios, sino al resto de organigrama, si sale adelante el Gobierno, entonces yo asumiré lo que nuestra organización democráticamente considere», añade.
«Izquierda Unida no es un partido presidencialista. Al final se decide de forma colectiva y, aunque mi opinión importe, es una más. Cuando proceda, que no es en este momento, tendremos que decidir cuál es el lugar que ocupa cada uno de nuestros dirigentes, incluido yo», añade.
IGLESIAS Y GARZÓN TENDRÁN QUE ENTENDERSE
Garzón asegura que no ha pactado la cuota de IU en el Gobierno porque «todavía hay que sortear alguna serie de obstáculos, como la investidura. No son obstáculos menores, pero espero que salgan bien. Y después habrá que concretar dentro del espacio de Unidas Podemos cómo trabajamos. Pero yo no creo que sea problemático».
El coordinador federal de Izquierda Unida evita concretar sobre los posibles ministros: «Yo creo que no es correcto pensar en términos de quién representa a quién. Yo me siento representado por Yolanda (Díaz). Me siento representado por cualquier otro dirigente, incluso también de Podemos y de otras organizaciones».
«Cuando Pablo Iglesias ha subido al estrado y lo ha hecho como secretario general de Podemos, yo me he sentido representado. En los mítines le preguntaba a la gente que iba por primera vez si era capaz de diferenciar quién era de Izquierda Unida, quién era de Podemos o quién era de otra organización política. Y la mayoría no sabían hacerlo. La mayoría veía cierta homogeneidad», explica.
Y asegura que «sería un error pensar en términos de cupos dentro de los partidos, porque el país no está para esto. El país está para entender que todos los espacios tienen que ser representados, pero a través de una lógica de búsqueda de sinergias, de aprovechar lo mejor de cada organización, no de repartirse los espacios como si esto fuera una tarta«.
LA ECONOMÍA EN EL FOCO
Garzón asegura que la primera decisión que tomaría tras entrar en el Gobierno «tendría que ver con cambiar la política económica. Quizás es la más difícil por la situación en la que nos encontramos. Pero es obvio que la política de Bruselas no está funcionando para salir de la crisis, porque de hecho estamos en un escenario de ralentización económica, y además está provocando una implosión en la Unión Europea.
El líder de IU asegura que España es «la cuarta economía de la zona del euro. Hay un margen importante. Eso dependerá también de si el Partido Socialista es capaz de leer este momento político también».